one (and only).

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୨୧

con el rostro inexpresivo y las manos dentro del bolsillo del hoodie que llevaba puesto, jisung se abría paso entre la gente que caminaba por el campus, apenas y respondiendo con un tímido asentimiento de cabeza a los saludos que le daban. su mente apenas y podía procesar lo que le acaba de suceder minutos atrás y necesitaba de su mejor amigo para no entrar en pánico y terminar por tirarse del último piso de la facultad.

cuando divisó a haechan sentado en las mesas de ping-pong que estaban a la salida de la escuela de sociología —la cuál no era su escuela, y mucho menos su facultad— el alma pareció volverle al cuerpo; muy poco le importaba que se encontrara hablando con alguien más porque apenas llegó hasta él lo jaló de la chaqueta, llevándoselo a rastras del lugar.

— ¡¿qué carajos, park jisung?! —haechan intentaba soltarse del agarre qué mantenía el chico sobre la manga de su chaqueta, sin embargo no lograba hacerlo—. ¡maldita sea, suéltame!

— chenle me invitó a su casa el sábado —dijo el menor de la nada cuando por fin lo soltaba y se ponía frente a él, completamente inexpresivo mientras por dentro sentía que en cualquier momento vomitaría de la ansiedad.

lo había llevado a una zona solitaria del campus, donde apenas y pasaba una que otra persona, sentía que para hablar de un tema como este necesitaba la mayor privacidad posible.

— ¿a mi eso qué me importa? —el tono molesto de donghyuck no se hizo esperar, el ceño fruncido por esto mismo—. estaba hablando con jeno de algo y me interrumpiste solo para decirme que vas a ir a cogerte a zhong chenle a su casa el sábado, ¿qué mierda? yo también podría haber quedado de coger, y lo arruinaste.

— de verdad lo siento —el castaño levantó la mirada de sus zapatos llenos de polvo para mirar a su amigo, aquella manera de hablar y el tono de arrepentimiento que cubría su voz había logrado esfumar cualquier rastro de molestia en el moreno, jisung realmente necesitaba de su ayuda—. es solo que no quiero quedar como...mhm, un...virgen delante de chenle, ¿podrías ayudarme?

si bien jisung no era virgen, su experiencia sexual a sus veintidós años era casi nula, por no decir básicamente inexistente; había tenido sexo con un par de chicas cuando estaba en secundaria y había recibido un oral de un chico en su primer semestre de universidad pero nada más, y estaba consciente de que las relaciones sexuales con chicos era distinto a cuando las tenias con chicas, por eso se encontraba tan desesperado. no quería lastimar al chico que le gustaba y mucho menos quedar como un niño rata virgen.

la expresión de donghyuck se relajó y en su lugar apareció una sonrisa divertida, era obvio que estaba disfrutando de la situación y no perdería la oportunidad de burlarse de su mejor amigo.

— ajá —ahora sus brazos se cruzaron sobre su pecho y recargaba el peso del cuerpo en una sola pierna—, ¿cómo podría ayudarte?

— enséñame qué cosas tengo qué hacer, cuales no, cómo hacerlo y así, por favor —el pelinegro lloriqueó en lo que se acercaba al más bajo para tomarlo de los hombros, el violento sonrojo que le cubría las mejillas y parte de las orejas hizo que haechan riera—. tengamos sexo.

y como no esperaba esa propuesta, el pobre geminiano terminó por ahogarse con su saliva y casi tose un pulmón de la impresión.

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para suerte del chico con cara de hámster, los miércoles su compañero de habitación no llegaba hasta altas horas de la noche por lo que sería el momento perfecto para llevar a cabo su clase de exploración sexual, o algo así le puso de nombre en su mente mientras se bañaba.

teach me ; jihyuck !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora