CAPITULO 8

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                           Bastián

¿Esa maldita se atrevió a cortarme la llamada?...

Nadie tiene la ultima palabra mas que yo y tampoco me rechazan cuando propongo algo.

-Hija de puta - digo estrellando el celular en la mesa.

Tengo que admitir que aunque esa mujer me saque de mis casillas me atrae mucho tiene algo.
La forma en como me desafía y su actitud me atraen pero no es más que atracción, no estaría con una mujer así.

No puedo sentir amor por nadie, es una cualidad que no me toco por eso soy como soy.

-¿Que paso? -me pregunta Alessandro

-Nada, una mujer que se cree q puede tener la última palabra cuando no es así -respondo

-Esa mujer que dices, ¿es la hija de Fabio Lombardi? -pregunta y yo asiento- debe tener mucho valor para atreverse a cortarte la llamada.

-Y no solo eso, cuando nos conocimos se atrevió a enfrentarme diciéndome que si yo no me gano su respeto ella no tiene porque darme el suyo, ¿pero quien se cree que es?- digo molesto.

-¿Enserió te dijo eso? -dice burlándose de mi- ya me cae bien, quiero conocerla.

-No lo harás, nunca traería a una mujer asi a mi casa.

-Nunca digas nunca hermanito, a parte creo que deberías darles las gracias por habernos ayudado a encontrar al hombre que nos atacó -me dice mientras subimos a esa rata a la camioneta para trasladarlo al sótano de mi casa.

-Olvídalo yo nunca doy las gracias- le digo mientras el rueda los ojos -ahora vamos que estamos perdiendo el tiempo acá y tenemos q torturar a este hijo de puta para saber para quien trabaja.

Acto seguido subimos a la camioneta y nos dirigimos de vuelta a Roma, en mi cabeza voy imaginándome la cantidad de cosas que le voy a hacer a estar rata.

Después de dos horas de viaje por fin llegamos a mi casa, mis hombres bajan al hombre que tengo en la camioneta y lo llevan al sótano, el sótano esta lleno de celdas y salas de tortura para cuando necesito darles su merecido a los hijos de puta que se atreven a traicionarme.

-Señor ya lo dejemos atado en la silla -me dice uno de mis hombres.

-Necesito que vigilen todas las entradas por si alguien se atreve a venir a buscar a este -digo señalado a la persona que tengo encerrado

-Si señor - me dice y se marcha de la habitación.

El hombres que está sentado en la silla amarrado no para de moverse como si eso le sirviera para desatarse, hoy me voy a divertir mucho, me acerco al mueble donde tengo todos mis elementos de tortura y opto por agarrar un cuchillo.

-Buon pomeriggio -lo saludo mientras lo rodeo por atrás - Spero che il tuo soggiorno qui sia di tuo gradimento.

Seré un hijo de puta pero a veces tengo modales. - ¿dime quien te mando?.

Me observa pero no responde, se lo pregunte por las buenas pero al parecer a la gente le gusta que saque mi peor lado así que lo haré hablar por las malas.

Con el cuchillo que tengo se lo incrustó en una mano, luego tomo otro y repito la misma accion en su otra mano, grita de dolor pidiendo que me detenga, hago caso omiso y le vuelvo a preguntar.

-¿Quién te mando? -me mira con los los ojos llorosos por el dolor.

-¡Marcire! - <pudrete> me dice mientras me escupe.

IRRESISTIBLE TENTACIÓN [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora