La generación de plata (Doukoto)

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"El reino de los demonios será siempre la noche pero el vigor e intrepidez de los humanos impiden que su oscuridad se expanda"

"Existen dos clases de valentía, aquella guiada por fama y egoísmo, la otra nace de la bondad y desinterés de proteger al mas debil pero con ella se infunde el miedo que puede llevar una derrota."

Esa fue una conversación que tuvo con su patrón hace años cuando el era un vividor que golpeada a todo sin buscar un futuro, no es justificación el nacer en un ambiente de apuestas y alcohol tuvo oportunidad de salir de ese ambiente pero se sentía tan cómodo que no le vio el sentido de escapar podía contribuir en atraer gente tonta fácil de engañar y atacar a los que se negaron a pagar.

"-Discúlpame"

Entonces ella llegó a su vida, shizu encontró la forma de sacarlo de su zona de confort, una pequeña de apariencia de ocho años, ropa naranja tan grande para su cuerpo, cabello suelto llegando a sus piernas y esos ojos azules claros mostraban un gran valor.

"-Estoy buscando a esta persona ¿Podría decirme dónde la puedo encontrar?"

Tenía solo un pequeño papel con un nombre pero el estaba muy sorprendido que la hoja fuera más grande que esas manos infantiles

"-Mocosa no hago nada por caridad, lárgate con tus padres o lo que sea"

"-No soy una niña"

Movió rápido sus pies poniendo se delante de mi, me moleste así que aparte con el brazo empujando al suelo solo no esperaba que eso lastimara tanto su cuerpo cuando callo al suelo.

"-(Si no se va ahora algún pervertido la atacara) dame el papel"

Le dió el nombre y el le señaló dónde encontraría al tipo, se conocía por esos lugares por recientemente ganar mucho dinero incluso el quería saber cuál era el truco.

"-¡Maldita enana!"

El debió solo volver a su casa, olvidarse de la pequeña y frágil niña que lo siguió con una tonta ingenuidad pero termino por entrar al salón de apuestas y pateo las bolas del tipo antes que pudiera volver atacar a la menor.

"-¡Kyogo el era nuestro mejor cliente"

"-¡Señora el estaba haciendo trampa!"

Fueron las palabras de la pelinegra como pudo se subió a la mesa y mostró las cartas que curiosamente eran iguales a las que usaban en ese local para sorpresa mía la pequeña con una habilidad en mover las cartas  mostrando un truco de robar dos en vez de una, señaló las manchadas que eran las mejores cartas y termino con señalar que las cartas se podían esconder entre la ropa si se usaban de tallas grandes.

"-Kyogo, quiero que lo patees lejos de aquí"

Hize caso muy divertido, me gustaba golpear a los idiotas así me ganaba un hecho y comida como también mi cuenta de deudas disminuía.

"-¿Eres una clase de justiciera de las apuestas"

Luego de terminar sacando al tipo volví rápido con la niña la cual comía muy feliz un pan que la señora del local de las cartas le dió.

"-Ese tipo estafo a mi madre de esa manera, me llevo con el como premio y fui su sirvienta por suerte memorice todos sus trucos antes de que pudiera hacerme algo"