Antigüedad

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Los inviernos siempre son duros para todos los estudiantes que han pertenecido a la torre, los insumos tienden a tener una gran baja por los problemas que se ocasiona al momento de transportar grandes volúmenes de materiales. Junto con las festividades de las familias nobles, los llamados juegos de invierno, la caza y recolección son sus principales formas de entretenimiento por la baja de comestibles de gran valor.

Hacen que sea el tiempo adecuado para regresar a sus hogares para descansar o celebrar los juegos de invierno, después de estas fechas todos regresan a continuar su formación académica, la academia de Brandemburgo es fundada por la nobleza germana, se ha especializado en formar líderes militares, fortalecer las ciencias y promover el nacionalismo del norte, una parte del campus está otorgado a todas las familias nobles, los pocos espacios que pueden ocupar las masas populares son aquellos que poseen Vitalis, es energía que recorre por las venas de los jóvenes, los hace más fuerte y capaces de controlar la materia que se encuentra a su alrededor, en algunas ocasiones permiten que aquellos que están por debajo de la escalera social asciendan, no poseen más que un nombre y poca participación en los asuntos regionales pero entre más antigüedad tenga el apellido se considera parte de la nobleza, el personal administrativo como siempre son nobles, uno que otro perteneciente a este cuerpo es de origen humilde.

Caminando por los pasillos se encuentra un joven de vestimenta humilde, pero con algunos adornos que lo hacen fácilmente destacable aún entre el propio profesorado, con un aura digna de Arcano y pisada fuerte se nota que aun con esa temible apariencia su corazón es oprimido por los mensajes más recientes de las tierras del este, la torre de Moscú informó de varios cargamentos perdidos hacia los bosques de Siberia, no es sorpresa para nadie que la torre arcana ha mantenido siempre en secreto lo que recopilan. Cuando el joven cruza en una esquina se encuentra con un tutor privado que le reconoce en segundos.

- ¿Nicolás?, pero que sorpresa es tenerte aquí -

El tutor es Gilberto, de edad mediana, con una voz bastante ronca y grave, que lo hace aparentar más edad de la que tiene.

- Siempre me encuentro en la academia a menos que me manden en alguna expedición, ya sabes me gusta mantener mi estatus -

Nicolas respondió de manera tranquila y con una voz rozando en ocasiones lo grave, pero sin dejar notarse que es melodiosa.

- Yo sé muchacho, pero incluso deambulando en la academia por días es imposible verte a menos que estés dando clases en algún lugar.

- Estos días he estado haciendo investigaciones sobre los cuerpos y la materia. No es fácil encajar cuando la mayoría del profesorado te ven con ganas de aniquilarte - Suspira para sí mismo entendiendo el mismo las historias que cuenta - Pero siempre es bueno verte Gilberto, ¿Qué haces tú aquí?

- Me encuentro aquí con mi alumno, parece que aumentaran su rango como su afiliación al Arcano, ¿no te parecen noticias maravillosas?, todos tienen ganas de ser como el Gran Nicolás Von Wagner, eres toda una estrella.

- No considero que sea bueno me trae más desventuras que aventuras, esta fama me cuesta conseguir "aliados" en el consejo de enseñanza, los nobles y sus practicas dejan claro que mi posición dentro de la academia no es bien recibida, pero si tu alumno entra al Arcano, creo que deberías irte despidiendo, los neófitos que entran no pueden tener mayordomos o tutores privados.

- No sabía de esas fueran las reglas, pues hace poco con unos compañeros mencionaba que era muy probable que si, como dejarian a personas tan importantes sin ser atendidas.

- Es una cuestión diferente la academia al arcano, es entendible que exista esta desinformación, no hay mucha nobleza real que esté interesada en unirse al arcano, a menos que quieran conseguir información o aliados importantes, pero al mismo tiempo no somos fáciles de ser manipulados o llevados a intereses ajenos, jaja, si fuera ese el caso encontraríamos cientos de los nuestros sirviendo a Nobles.