CAPÍTULO 37 ¿Amigas?

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—Ahora que acabas de decir que no voltee, me dan más ganas de voltear, ¿Qué pasa? — Kelce preguntó nuevamente.

El amigo en cuestión tan solo miraba atrás de Travis, en algunas mesas más, de donde ellos estaban sentados.

—Mierda, Ross, ¿Qué pasa?, voy a voltear—

—¡No!, lo mejor es que no lo hagas—

—Entonces dime que sucede— no quería enojarse.

—Bien, además de que una que otra persona nos ha estado tomando fotos o grabando, unas cuantas mesas atrás, está Kayla con alguien, y ese alguien es Pia—

—¿Qué? — quería voltear para verlo con sus propios ojos, pero sabía que, si lo hacía, los curiosos harían un escándalo, de por sí a estas alturas todo el mundo debe saber que Travis Kelce y su exnovia se encontraban en el mismo lugar. —Realmente no quiero que arruinen esta salida, pero ¿Ellas dos juntas?, ¿Desde que maldito momento son amigas? —

—Lo sé amigo, esto no se ve bien, ¿Crees que planeen algo?, ya sabes, ¿Arruinarte? — dijo serio.

—Suena algo demasiado exagerado, espero que no, tal vez solo hablen horrible de mí, no importa— dio un trago a su bebida.


El par de chicas se dieron cuenta de que los jugadores se encontraban en el mismo sitio que ellas, Pia no era una persona que contaba con amistades mujeres tan apegadas, algunas veces salía con ciertas conocidas, pero de casualidad se encontró con Kayla alguna vez en los reportajes que hacía para ESPN y resultó que ella necesitaba que alguien la manejara, así que como buena publicista, le ofreció sus servicios, Nicole creyó al principio que sería algo contraproducente aceptar, ya que ella fue la publicista de su exnovio, pero lo que ella no sabía es que las cosas terminaron mal para ambos, Travis se separó laboralmente de Malihi y no en los mejores términos, ¿De verdad todo eso lo causó también Taylor?, Kayla no podía superar la enorme vergüenza que pasó en el evento de caridad de los Mahomes, ni siquiera pudo desquitarse bien con la rubia, cuando lo intentó ya tenía a la loca de su amiga montada en su espalda, eso estuvo a punto de costarle su puesto en la cadena de televisión deportiva, sino fue porque le dieron una segunda oportunidad, todo el mundo amaba a Taylor Swift y si ella estaba en contra de la cantante a la empresa no le convenía tener personas así, más por cuestiones de dinero que de moral.

—Vaya, vaya, justamente lo que venía a contarte está aquí— dijo Pia riendo.

Kayla no quiso voltear, ya suficiente vergüenza le costó el último encuentro. —¿Qué me ibas a decir? —

—Supe de una muy buena fuente que la pareja más amada de los Estados Unidos piensa casarse—

—Ellos ya lo están— Kayla rodó los ojos.

—Sí, pero no fue una ceremonia "tradicional" al menos eso sé, pronto van a casarse formalmente, ya sabes, una iglesia y todas esas cosas tontas— dijo Malihi amarga.

—¿Y eso qué? — se cruzó de brazos. —¿No estarás creyendo que yo deba presentarme ahí?, no es como si no se fuera a casar, casados ya están—

—Sí, pero al menos el trago amargo de arruinarles la boda, ¿No imaginas eso?, yo sí— dijo riendo.

Kayla no era el tipo de exnovia que haría una cosa así, aunque le tenía demasiado rencor a Taylor, no arruinaría su carrera por una cosa de ese tipo, pero Malihi se veía bastante convencida de una locura como esa, ¿Sería capaz?, al menos, querría verlo, aunque no fuese participe de ello, sería interesante como por primera vez le salían las cosas mal a la cantante.


En la casa, los mellizos dormían tranquilamente, por lo que Taylor estaba mirando su serie favorita con su amiga, acostadas en la cama, mientras eso pasaba, Taylor decidía algunas cosas con respecto a la boda mediante mensajes de texto, la idea de un planificador de ese tipo de eventos había sido la mejor elección, ella no contaba con el tiempo suficiente para realizar todo sola, así que el sujeto simplemente les preguntaba algunas cosas y él las hacía, era conveniente para alguien que está demasiado ocupada por trabajo, además de ser mamá, el asunto del vestido lo vería en la ciudad de New York, a pesar de que la fiesta la harían lo más reducida posible siendo solo gente muy cercana a ellos, de todos modos no escatimarían en gastos, las invitaciones a partir del siguiente día serían enviadas, no irían en el penoso servicio postal del lugar, contrataron personas que se encargarían de tal tarea para que todo fuese en la mayor discreción posible, aunque su relación la han llevado con tal comodidad al ojo público, no deseaba que la gente se aglomerara afuera del recinto donde celebrarían su unión.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora