𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐟𝐢𝐯𝐞

471 64 10
                                    

— Ahí está tu lobo  —  le dice Stefan a Klaus mientras señala a Ray

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




— Ahí está tu lobo  — le dice Stefan a Klaus mientras señala a Ray.

— Amor, necesito que coquetees con él  — me pide Klaus, sonriéndome. Observo cómo Stefan frunce el ceño.

— ¿Qué? No lo haré, Klaus. ¡Qué asco! — respondo.

— Vamos, amor. Iremos a comer pizza, te lo prometo — dice Klaus.

— Y también tendremos dos días de tranquilidad en los que no obligarás a Stefan a matar ni haremos ninguna locura. Además, pizza todos los días — añado para finalizar el trato.

— Trato hecho — dice Klaus, y yo por fin accedo.

Decido alejarme de ellos y me acerco a la barra, donde está Ray.

— Un bourbon, por favor — pido al camarero. Siento la mirada de Ray sobre mí, así que decido animarme a hablarle.

—  ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? — pregunto con una sonrisa.

— No, es solo que nunca había visto a una chica tan linda como tú — responde Ray.

Observo cómo Klaus mira al lobo con rabia, así que decido molestarlo un poco más.

— Gracias. Tú no te quedas para nada atrás — digo coqueteando, y él me sonríe.

— ¿Y puedo preguntar qué hace una chica como tú en un bar como este? — pregunta él.

— Divirtiéndome, disfrutando mi cumpleaños — respondo con una sonrisa.

— ¿Y tienes con quién disfrutarlo? — inquiere Ray, acercándose más a mí. — Porque podríamos irnos de aquí...

— ¿Ray? ¿Ray Sutton? — pregunta Klaus, llegando a mi lado.

— ¿Quién pregunta? — cuestiona Ray.

— Primero, ¿por qué no mejor te alejas de mi novia— indica Klaus, empujándolo un poco. Yo sonrío con diversión al verlo celoso.

— Lo lamento, no sabía que ella era tu novia — se disculpa rápidamente Ray.

— Y segundo, te he buscado por doquier, amigo. Empezamos en Florida, Pensacola, con un amigo que conociste antes de irte a Memphis. Él me habló sobre dos jovencitas que pudieron confesarte tu ubicación — explico Klaus.

— Yo mejor ya me voy — dice Ray, tratando de irse.

— No tan rápido, amigo. Recién llegaste. Los de tu tipo son muy difíciles de encontrar — dice Klaus, bloqueando su paso.

— Yo no lo haría — dice Stefan, poniéndose enfrente de él.

— Vampiros — menciona Ray.

— Somos rápidos, ¿verdad? Mi amigo aquí es un vampiro e hipnotizó a todos los del bar, así que no pidas ayuda... Sin embargo, yo soy diferente. Otra clase de monstruo. Tengo algo de vampiro y algo de hombre lobo — comenta Klaus.

— ¡¿Qué?! — pregunta Ray.

— Soy un híbrido, soy ambos... Y yo quiero crear a otros como yo. Como tú eres el primer licántropo que veo en muchas lunas, necesito que me digas dónde está tu manada — indica Klaus, y Ray niega.

— ¿Y... dónde está tu manada? — pregunta Klaus.

— No trates de hipnotizarme, no funcionará — niega Ray. Stefan y Klaus comparten una mirada.

— Un whisky a las rocas, por favor — pide Stefan al camarero.

— Escucha, Ray, vamos a jugar a beber... Y al juego le llamo 'verdad o matalobos' — dice Stefan.

— Oh, esto será muy divertido, Ray — dice Klaus sonriendo.

— 🌷—

Stefan vuelve a lanzar un dardo con matalobos a Ray, y este se queja.

— Ray, puedes detener esto. Solo dime dónde estará la manada en luna llena — insiste Stefan.

— No puedo — niega Ray.

— Lo sé. Sé que ustedes tienen un código de honor, pero él no me dejará detenerme hasta que lo digas. Y yo hago todo lo que él me diga. Así son las cosas, así funciona todo — explica Stefan.

En ese momento, una chica se acerca a Klaus, y yo la miro atentamente.

— Me dijo que le avisaría si veía algo, y vi al hermano de él en la casa — dice la chica señalando a Stefan.

— Muchas gracias, Claudine. Solo dile a tus amigos que sigan cuidando el vecindario — indica Klaus, y la chica se va.

— ¿Mi hermano aún nos sigue? — pregunto Stefan. Damon tiene que dejar de seguirnos o Klaus lo matará.

— Se está acercando. Tendré que encargarme — comenta Klaus mientras se levanta.

— No, por favor, Klaus. No le hagas nada a Damon —pido, y él me mira atentamente.

— Sí, escúchala y déjamelo a mí — insiste Stefan. Yo miro a Klaus y le ruego con la mirada.

— ¿Y por qué te dejaría ir? — cuestiona Klaus.

— Sabes que volveré. Salvaste a mi hermano, y además, soy tu sirviente — responde Stefan.

— En serio, eres tan tedioso. ¿Que no te estás divirtiendo un poco? — pregunta Klaus, apuntando a Ray.

— Me aseguraré de que mi hermano no nos vuelva a molestar — asegura Stefan para alejarse de Klaus, pero lo detiene.

— Klaus, déjalo ir — digo yo, mirándolo fijamente. — Por favor .

— Está bien, ve con tu hermano. Pero si se acerca una vez más, no seré gentil con él — advierte Klaus. Stefan me dedica una sonrisa antes de salir del bar.

— Gracias por dejar que Stefan vaya con Damon — le digo a Klaus con una sonrisa en mi rostro.

— ¿Y qué quieres hacer en tu cumpleaños? — cuestiona el híbrido.

— ¿Cómo sabes que hoy es mi cumpleaños? —pregunto, y Klaus me mira fijamente.

— De pronto, porque eres el amor de mi vida y sé cuándo naciste. La bruja me dijo qué día nacerías, amor — dice Klaus con obviedad.

— Ah — digo mientras asiento y me acerco a una mesa de billar.

— ¿Por qué me miras? — cuestiono.

— Eres de no creer — dice Klaus con una sonrisa en su rostro.

— No te entiendo — digo.

— Que eres hermosa, Katarina. Muy hermosa — dice él, y yo ruedo los ojos.

— ¿Por qué eres tan celoso? — digo rápidamente, cambiando de tema y tratando de ocultar mi sonrojo.

— No estaba celoso — asegura Klaus, tomando su palo de billar.

— ¿En serio? ¿Entonces por qué le dijiste que era tu novia? — digo para molestarlo.

— Creo que yo podría preguntarte lo mismo, sobre lo que le dijiste a la chica de Tennessee — dice Klaus, burlándose de mí.

— Mejor comencemos a jugar — digo, y el híbrido sonríe al saber que logró ponerme nerviosa.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 | 𝐊𝐥𝐚𝐮𝐬 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora