Capitulo XXIV | Como el mar entre mis manos

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-¡AMOR!.....-La removí en mis brazos con desespero.-Amor......-Mis manos temblaban al igual que mis labios, bese su frente llenándome de sangre, pero era lo que menos me importaba, estaba muerto de miedo. Me tense y entonces me puse de pie con ella entre mis brazos.

-Jungkook, basta, el equipo esta aquí.....

-¡Ella necesita una maldita ambulancia y no me quedare a esperar! ¡Si no estas ciego puedes ver toda la sangre que ha perdido!-Lo mire con furia a la cara.-No dejare que muera en mi brazos, no en los próximos cien años. Sobre mi cadaver.

Sali con el amor de mi vida escurriendo sangre por mi brazo mientras me apresuraba hacia la entrada. Habían abierto el teatro, la orden fue directa y desde el poder legitimo de la justicia. 

Habrán el teatro y penétrenlo.

-¡DIOS!-Grito Annie tapando sus labios cuando me vio, se aproximo hacia mi y entonces rompió en llanto. Jimin la abrazo por detrás y beso su hombro viéndome preocupado.

No me quede y salí con mar, Mara estaba paralizada a mitad del pasillo que daba hacia la habitación donde encontré a mar, pero no tenia tiempo de consolar a otra persona, necesitaba llegar a un maldito hospital.

Cuando salí del teatro, el aire gélido nos golpeo, abrace con mas fuerza a mi todo cubriéndola del frio y entonces vi la ambulancia del equipo de rescate, me vieron y rápidamente sacaron la camilla para aproximarse a mi.

Deposite a mar en la camilla, corrí junto al par de paramédicos escaleras abajo hasta la ambulancia y entonces subimos los tres.

-Necesitamos disponible el equipo de tomografía.-Dijo por el radio el paramédico que revisaba a mar, yo tragaba duro tomando la mano de mi mundo entero mientras la ambulancia avanzaba con las sirenas encendidas.-Posible contusión cerebral. Pupilas dilatadas. Es grave, ha perdido mucha sangre, la paciente presenta presión intracraneal.

Trague duro y comencé a temblar sin perder mi semblante neutro. 

El paramédico le coloco un collarín y protector, recostó con cuidado la cabeza de mar, luego sostuvo la herida mientras llegábamos al hospital.

El maldito hospital que parecía estar a mil millas. ¡Carajo!

Cuando llegamos por fin, el paramédico que conducía bajo corriendo y con rapidez abrieron las puertas, bajamos a mar con cuidado. 

Corrí junto a ella apretando su helada mano.

-Amor.....

-Debe esperarnos aquí.-Me detuvo una enfermera que recibió a mar, un doctor la reviso y entonces todos atravesaron un par de puertas donde yo solo vi mi mundo oscurecer y tan lejano.

Ya no había motivos para seguir, para vivir, para estar, si ella no estaba aquí.

-¡Jungkook!-Me gire de golpe.

-¡Papá!-No me moví, no podía, era como si mis pies estuvieran pegados al frio piso, mi padre trago duro y me abrazo permitiéndome deslizar mis lagrimas sobre su hombro.

-Esa chica ha pasado por cosas peores, va ha estar bien.

-Matare a quien sea que le haya hecho esto. Ella no lo merecía.-Dije entre diente completamente furioso.

-Después pensaremos en eso.-Dijo neutro mi padre.

Nos alejamos y entonces suspire con desespero.

-¿No deberías estar en el congreso?-Pregunte con dureza.

-No. Mi lugar es donde esta mi hijo.

Asentí una vez. Significaba mas para mi que a pesar de sus deberes obligatorios, siempre sea su prioridad.

Mía | Jeon Jungkook [ + 18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora