—Hola. —Su voz grave y rasgada consigue erizarme la piel—. Eres Jimin, ¿verdad?
Asiento tantas veces que debo de parecer el perrito con cabeza balanceante que se pone en la parte delantera de los coches. ¿Por qué soy tan ridículo? Jungkook se remueve incómodo. Después mira hacia los lados, como si de pronto le molestara que hubiese tanta gente en la cafetería. Su camiseta negra le marca el abdomen de una forma que deja bastante poco a la imaginación. Me entran ganas de quitársela y pasar mi lengua sobre sus perfectos abdominales.
—Yo soy Jungkook.
—Soy Miyeon —se presenta mi amiga, risueña.Pero Jungkook no le presta atención. Solo me mira a mí.
Miyeon debe de haberlo notado, porque acaba de cruzar los brazos y pestañea muy rápido, como si no se creyese lo que está viendo. Ya no intenta elevar el pecho en contra de la gravedad. Ha perdido la sonrisa y parece molestarle no ser el centro de atención.
—¿Son novios?
—No —responde Miyeon, casi ofendida por la pregunta.
«Ahí está —pienso—, él también ha oído ese maldito rumor.»Jungkook me estudia como si estuviese decidiendo qué hacer conmigo ahora que sabe que no somos pareja. De todo, por favor.
—Apunta mi número.
Me doy cuenta de que no es una pregunta.¿Esto acaba de pasar?
No respondo. No sé qué hacer. Todo esto me toma por sorpresa.
Jungkook pone los ojos en blanco, parece desesperarle la idea de que alguien le esté haciendo perder el tiempo:
—¿Te gusto o no? Apunta mi número.
A Miyeon le empieza a dar un ataque de tos. Bueno, mejor dicho de celos.
Los dedos de Jungkook repiquetean sobre la madera. Se rasca el cuello y me mira, algo irritado.—¿Te lo tienes que pensar mucho o qué?
Un mechón de pelo le cae hacia abajo dibujando una curvatura perfecta. Me imagino ese mismo mechón pegándose con el sudor de su frente. Moviéndose adelante y atrás mientras nuevos mechones caen a la altura de sus ojos y revolotean entre gemidos.
—Jimin, te está hablando a ti.
Las mariposas de mi estómago han dejado de dar vueltas para terminar bailando La Macarena. Por un momento creo que nada es real, que todo forma parte de un sueño, ese en el que te despiertas en la mejor parte. Supongo que a mí me tocará hacerlo ahora. Y cierro los ojos. Pero al abrirlos todo sigue igual: Jungkook y Gala me están mirando, y algunas personas han dejado de hablar para prestar atención a lo que ocurre en nuestra mesa.
Jimin, concéntrate. Te está pidiendo que anotes el número.
Sí, lo sé.
Pero vas a contestarle que no.
¿Y eso por qué?
Porque soy tu conciencia y te aseguro que no es buena idea. Si lo haces, ¡sabrán que eres gay!
Ah, ya.
—No voy a apuntar tu número. —Me oigo decir.
El rostro de Miyeon se relaja.
—¿Por qué no? —quiere saber Jungkook.
Por el puto armario.
Jungkook parece confuso, pero no está enojado. Es como si no esperase la negativa. Como si nadie lo hubiera rechazado nunca y de repente se sintiera inexperto, sin saber muy bien qué hacer.
—Creo que te has confundido con mi amigo —suelta Miyeon.
—La pregunta se la he hecho a él. Por cierto, tienes chocolate en un diente. Límpiate.Miyeon da un respingo y se lleva las manos a la boca, avergonzada.
—Eres un idiota.
Pero en realidad me lo dice a mí, por no avisarla antes. Ahora mismo, aunque por dentro me sienta flotando en una nube (tiene forma de plátano gigante y Jungkook empieza a metérselo en la boca), la imagen que proyecto es muy distinta. Me esfuerzo por parecer frío y serio.—¿Vas a decirme algo o qué? —me dice él, mirándome a los ojos.
—No soy gay.Esas tres palabras se convierten en una
especie de bote salvavidas.—Está bien, siento haber molestado.
Sus amigos lo esperan con aplausos y comentarios sarcásticos hasta que Jungkook los manda callar a todos. La cafetería se llena de un silencio espeso y ojos curiosos que revolotean entre su mesa y la nuestra.
Durante unos segundos nadie dice nada porque están demasiado ocupados asimilando lo que acaba de pasar.
Nosotros también.
Nos vemos en la próxima act!! ⭐
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Los cuerpos de la habitación roja| Kookmin au ☆
RomanceMe llamo Jimin y tengo tres normas: Nadie puede descubrir mi secreto. Solo podemos 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘦𝘭 𝘢𝘮𝘰𝘳 dentro de la habitación roja. Y la más importante, no voy a enamorarme de él. ☆ ADAP del libro "los cuerpos de la habitación roja" de...