NagiReo Week 2024 《🤍💜》

🌷Día Seis

☆"En otra vida"
¡Continuación del Royalty AU!

Cuando un bebé nace, llora. Muchas personas tienen la creencia de que es por que recordarmos nuestra vida pasada, y nos da temor y tristeza dejarla atrás. Cuando nacemos llorando, es muy seguro que hayas dejado algo inconcluso en aquella vida, los bebés que nacen calmados seguramente gozaron la vida anterior.

Algo similar pasaba con aquellos dos corazones, que desde que nacieron no habían dejado de llorar a la distancia, buscándose entre ellos para saciar esa falta de cálidez.

Nagi recordaba vívidamente como un lunes por la mañana, tan agotado como siempre y con los pies arrastrados, se dirigió obligadamente a su tortura diaria: el trabajo. La noche anterior se la pasó haciendo streaming en Twitch, así que sus ojos pesaban más de lo normal y esa mañana nunca creyó poderse ver más pálido de lo normal frente al espejo. Al final, únicamente tomó una de sus gelatinas, se duchó a duras penas y ahora estaba entrando por la puerta del local.

—Nagi, llegas unos minutos tarde—Llamó su atención apenas entró, su jefa, Anri.

—Lo siento, se retrasó el autobús—Mentira.

—En casos así asegúrate de salir con tiempo—Suspiró resignada—Ve a alistarte, vamos a abrir.

El peliblanco asintió con una cara cansada. Sintió unas palmadas de ánimo en su espalda y se giró para ver la cabellera pelirroja viéndolo mal.

—Eres un mentiroso Nagi, vives a quince minutos y llegas caminando—Nagi quiso evadirlo pero no pudo—Aún así llegas tarde, eres todo un caso.

—Es una molestia venir todos los días—Dijo sin más—Iré a cambiarme—Chigiri asintió viéndolo irse.

—Por cierto, tenemos un compañero nuevo—Advirtió—Debe estar en los vestidores bien, trátalo bien ¡y dale una buena impresión!

¿Compañero nuevo? Ah, sonaba a una molestia más por agregar a su lista, es decir, Chigiri no era una molestia, pero en su momento lo consideró una. Aunque pensándolo bien, si jugaba bien sus cartas, podría deshacerse de sus obligaciones para que el nuevo lo hiciera por él, esperaba y fuera su kouhai.

Entró a los vestidores escuchando el rechinar de los lockers, sus ojos captaron un cuerpo siendo cubierto de rostro por la puerta del casillero que casualmente, o para su desgracia, estaba al lado del suyo. Resopló con cansancio y se dirigió a su perteneciente abriéndolo y dejando su mochila dentro de este, sacó su uniforme y se dedicó a ponérselo sin desnudarse por completo. El silencio reinó un par de segundos hasta que sin querer ambos cerraron las puertas de sus casilleros al mismo tiempo, dejando sus rostros a la par del otro y permitiendo a sus ojos verse y examinarse.

Una inquietante vibración los recorrió a ambos y sin saber bien por qué, sintieron unas ganas de llorar inexplicables, en sus cabezas comenzaron a sonar miles de melodías tratando de retumbar en sus almas, sus corazones enloquecieron de un momento a otro y al estar pasmados entre ellos, Reo se permitió dejar escapar una lágrima de aquellos brillante órbes morados. La lágrima recorrió la mejilla hasta su mentón, donde antes de caer, Nagi la sostuvo con su mano para que se evaporara en aquella palma que alguna vez secó incontables de aquellas lágrimas.

Era familiar, una sensación demasiado conocida que dejó sin aliento a ambos con tan sólo un mirar, ¿por qué de pronto Nagi se sentía tan hechizado por aquel pelimorado?

Ambos reaccionaron de manera incosnciente y apenados, dándose cuenta del ámbiente que habían creado sin querer, sin saber con exactitud cuanto tiempo habían permanecido inestables recorriéndose con la mirada, casi como si quisieran reconocerse.