DOCE

537 23 2
                                    


Camila Barceló

Si pudiera describir todos los sentimientos que en este instante tengo, tendría que pensar en todas las palabras trágicas que en algún momento leí en los famosos libros escritos en los años mil ochocientos.

Aún en el piso en el cual simplemente pude hacerme un ovillo, pude sentir el eco de la soledad que emanaba en la habitación, repetía una y otra vez todo lo que había pasado con Gus, me preguntaba si estaré haciendo lo correcto dejando las cosas como están, lo más probable es que en un futuro me llenaré de arrepentimientos, solo queda recoger cada parte de mi y unirlas, porque él ya no estará para hacerlo por mi.

A pesar de todo, mi mente no puede dejar de divagar, para mi todo era hermoso a su lado, ignoraba la manera en la cual todo solo le causaba daño, nos había metido a ambos en un laberinto sin salida, o eso es lo que yo esperaba, poder mantenerlo dentro, retenerlo lo las que pudiese, pero en un soplo, el aire se llevó todas mis ilusiones de vida.

No deseaba caer en un abismo en estos momentos, no era lo ideal, necesitaba pensar, si, eso necesitaba, pero todo debía ser con la mente fría, por el momento mi cabeza era un rompecabezas.

Sin más, me levanté del piso en donde había dormido, tomé el móvil para ver la hora, era temprano, no había dormido mucho eran apenas las cinco de la mañana, camine hacia el baño para poder lavar mi rostro, solo pude enfocar mi vista en el espejo frente a mi, me veía cansada, destrozada.

- Basta Cami, no te hundas, no debes - me anime a mi misma.

Teniendo en cuenta la hora que era, pensé en que podía hacer, necesitaba mantener mi mente ocupada, podría ir a Los Dinamos a dibujar, creo que eso sería excelente, debería de llamar a Gus para que me acompañe y él pueda tomar unas hermosas fotos, si es una gran idea lo llamaré en este momento.

- Mierda, mil veces mierda, chingada madre, ¿Cómo mierdas le llamaré haciendo como que nada ha pasado? además dudo mucho que quiera que nos veamos después de todo.

Se supone que si iré ahí es a distraerme de todo y en lo primero que pienso es en la persona de la que me quiero olvidar, mira que inteligente salí.

- ¿Y si tonto y retonto quieren salir conmigo? - pensé - sería una excelente distracción.

Genial, ahora busco reemplazos, pero realmente dudo que sea bueno que esté completamente sola en ese momento, ¿Cómo puedo conseguir ponerme en contacto con ellos? ¿Mamá me daría el contacto de ellos? bueno, es mejor intentar y fracasar que nunca haberlo intentado.

Salí de mi estudio para ir a la habitación de mamá, ella probablemente ya se encuentra despierta para salir a correr, ¡bingo!.

- Buenos días mami - le dije entrando a la habitación.

- Buenos días campanita, a juzgar por tu aspecto puedo deducir que nada salió bien - me contestó ella parándose en seco y cruzándose de brazos, es normal, para ella Gus es como su hijo y muchas veces siento que es el hijo favorito.

- Gus se irá mami, las cosas se fueron por un caño.

- Campanita, respóndeme una cosa ¿Qué quieres en verdad?

- ¿A qué te refieres?

- Simple, ¿te gusta Gus?, ¿Qué quieres con él? y lo más importante ¿Qué sientes por él?

- Esas son más de una pregunta.

- No seas tonta campanita, solo piénsalo, sé honesta contigo misma y principalmente con él, no tienes mucho tiempo, pero realmente creo que de por si han pasado demasiado tiempo juntos como para que te demores mucho más en lo que en verdad quieres y buscas.

- Es justo lo que me gustaría hacer, pero por el momento quiero distraerme, salir, quiero ir a Los Dinamos, pero no me gustaría ir sola, será que los chicos Richter quisieran acompañarme, además sería como una guía turística para ellos.

- No creo que sea buena idea que te juntes tanto con ellos, además recuerda que si han viajado es por negocios.

- ¿Qué tiene de malo que me junte con ellos?

- Ellos son lobos vestidos de ovejas campanita.

- Mami, lo siento pero desde lejos se nota que son demonios encarnados - le dije con gracia hacia su comentario, en verdad se notaba que no eran personas mansas.

- Si lo sabes ¿Por qué quieres salir con ellos?

- No quiero estar sola, no en estos momentos, sabes que no tengo más amigos que no sea Gus y ellos fueron muy amables ayer en escucharme y hacerme que me distrajera por un momento.

- Solo prométeme que no bajaras la guardia, y principalmente que no te acostumbres a su compañía.

- Lo prometo mami, además, sabes muy bien que es difícil que yo le tomé cariño a alguien - contesté.

Estaba siendo completamente honesta con ella, aun no entendía como con ellos no tuve miedo de contar como me sentía ayer, quizás simplemente fue un momento de debilidad por lo que estaba sucediendo pero no pasará de nuevo, no puedo confiar en nadie.

- Bien, déjame llamarle a Rolf para preguntarle si sus hermanos quieren acompañarte, pero ve a bañarte, te ves de la verga hasta pareces una calaca.

- Muy dulce de tu parte mamá, chido, me iré a bañar, gracias ma.

Me dirigí a mi habitación a paso rápido, primero prepare lo que me pondría, la verdad no sería muy diferente de lo que puse el día anterior, algo cómodo, unos short jeans celestes con tonalidades blancas, una camiseta holgada pero corta en donde podías ver un poco de mi abdomen, zapatillas deportivas básicas blancas, lentes de sol y accesorios simples.

- Listo a bañarse para revivir de entre los muertos.

Luego de arreglarme, estaba pensando si recogerme el cabello, pero estaba mojado así que decidí dejarlo suelto y llevar una liga por si en algún momento del día sentía calor, a pesar de todo no me veía nada mal, un poco ojerosa, pero no era nuevo en mi, baje a la cocina porque imagine que mamá regresaría en media hora.

Por la hora que era no tenía mucha hambre, posiblemente iría a comer a la cabañita los honguitos, se me antoja unos chilaquiles presidenciales, se me hace agua la boca solo de pensarlo, inmersa en mis pensamientos de comida no note en el momento que entró mamá a la cocina.

- Vendrán por ti quizás en unos cinco minutos - dijo casi sacándome el alma del cuerpo por el susto.

- A la verga, por poco y te quedas sin hija, no asustes de esa manera a las personas.

- Te hable por mas de cinco minutos y estabas con cara de pendeja toda babosa, me limpias el piso, parecía que salía una cascada de baba de tu boca.

- ¡Cállate! claro que no, solo pensaba en comida.

- Campanita en serio no todo es comida - dijo burlándose de mí.

- Solo me gusta muc...

No pude terminar de hablar cuando nos interrumpió un timbre, por suerte siempre tengo una mochila lista con mis cosas de dibujo en ella para cuando salgo corriendo, tome mis cosas unas cuantas botellas con agua unos doritos, si, muy sano de mi parte, pero la inspiración no fluye sin mi dosis de chatarra en el organismo. Al salir solo pude pensar:

1. Mamá es cruel, no les dijo a dónde iríamos.

2. Se ven como sacados del propio infierno, en verdad son muy guapos.

Creo que estoy babeando de nuevo, mierda.


-------------------------------------------------------------

Capitulo editado 

NO OLVIDEN DEJAR SU ESTRELLITA, LES MANDO UN PEDAZO DE QUESITO DESDE ALGUN LUGAR DEL PLANETA, BESITOS.

LienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora