XXXII

7.2K 396 148
                                    

Un par de horas después:

Una altiva exclamación de sorpresa irrumpiendo la encantadora pista musical que resonaba con baja intensidad entre las cuatro paredes, esta reacción involuntaria teniendo como origen en el mismo momento que Taehyung le concedió de manera caballerosa el paso a Jungkook, quien ingresó sin la mínima demora con una radiante sonrisa en su rostro a la hermosa habitación privada que fue reservada por su pareja para aquella noche especial.

Sus almendrados ojos recorriendo con asombro cada espacio del lugar, cada parte de este para ser más precisos, iniciando con el recorrido desde la entrada donde aún se encontraba perenne ante el asombro, debiéndose a que esta era decorada desde el techo por sinfines de globos con una particular forma de corazón los cuales dejaban caer sus delicados listones que enredaban al final una encantadora rosa, creándose por este detalle un bonito camino entre listones y flores que hacía verlo tan surreal a la vista.

Y todo era precioso... desde la entrada de la habitación que se encontraba traspasando hasta el living de esta, donde los sofás y múltiples muebles eran decorados desde lo alto por cadenetas de luces amarillas que colgaban de una manera tan elaborada y encantadora, corrompiendo tenuemente de una manera deslumbrante y única la oscuridad de aquella habitación, dándole aquel toque de privacidad y seducción que se deseaba transmitir.

Y se sentía como un cuento de hadas... cada espacio, cada detalle, cada intención tras la decoración de aquella habitación de hotel. Todo se sentía tan surreal e imposible de imaginar que ello haya sido creado o tan siquiera ideado por un alfa, pero nuevamente estaba esa respuesta... su alfa, no era un alfa cotidiano ni mucho menos igual al resto... no, claro que no lo era y cuánto le encantaba que no lo fuera.

— ¿Te gusta?

Sus pensamientos siendo interrumpidos por la grave y ronca voz de su pareja, mismo que se encontraba recostado en una pared con los brazos cruzados sobre su pecho observando detalladamente cómo Jungkook se inclinó hacia delante para sostener entre sus manos el gran ramo de rosas rojas y blancas que tenían su nombre escrito en la tarjeta. Mismas rosas que fueron llevadas hasta su nariz para olerlas con detenimiento mientras que la sonrisa solo iba incrementando junto con el carmín en sus mejillas.

— Todo está hermoso

Sé sincero Jungkook al dejar ir su mirada hacia lo alto al encantarle la decoración de las pequeñas luces sobre su cabeza... y fue una imagen tan preciosa a perspectiva del mayor, quien fue honrado de observar cómo los almendrados ojos de su pareja destellaron por las mismas, dándole un aura tan pura y encantadora que se sintió derretir ahí mismo. Un aura tan semejante a la de un bellísimo ángel que fue enviado al mundo terrenal para mostrar la gloria del tan anhelado paraíso... un ángel en vida que sonreía sin pecado, pese a que ambos sabían que aquel bello ángel había conocido la impureza del pecado... y eso solo lo hacía más atractivo para los ojos correctos.

Tan perfecto ángel corrompido...

Muy alejado de este pensar, el omega siguiendo con su trabajo de detallar la habitación que podía jurar había costado lo suficientemente caro por los costosos y despampanantes objetos que amoblaban no tan solo el living, una costosa habitación que valía totalmente su precio y lo comprobó cuando una corazonada lo incentivo a ir en seguida a la alcoba en la cual pudo jurar ver indicios de un camino de pétalos con pequeñas velas en el suelo, no obstante y sin desearlo en realidad, su atención fue rápidamente robada por las puertas corredizas de cristal frente a él, las cuales al estar abiertas levemente dejaban ingresar la ventisca nocturna logrando hacer flamear la cortina que las cubría, dando una completa vista del extenso mar.

Y Jungkook jura que fue tan inexplicable el impulso que lo llevó a dejar el ramo entre sus brazos con total cuidado sobre la mesa para dos personas, para seguido a ello y con paso apresurado, dirigirse a abrir las mismas puertas corredizas concediéndose aquel permiso de ingresar al balcón y posar sus palmas con apuro en la baranda encima del alto muro dejando ir su torso hacia delante al desear respirar a profundidad la tan conocida salinidad característica de aquel hermoso escenario.

BEAUTIFUL GANGSTER || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora