Capitulo 9 "Suddenly"

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La noche fue al mismo tiempo algo especial, inusual, y algo explícitamente vago comparado con el sentimiento de pasión, de lujuria que recorría la longitud de sus venas cuando habían cruzado la puerta, los besos interrumpidos fueron nuevamente conservables en cuanto Louis aseguro su portón, Harry se abalanzo sobre el en el pasto, de repente parecía cubierto de una capa de roció mágica, siempre le había parecido algo obsoleto, eso de tener un jardín convencional en un tramo de la casa que solamente era algo impresionable a ojos superficiales, despreciable, porque él no se consideraba así, aun así quería mantenerlo vivo, cada semana, con nada más que agua, para tener un cachito de buena vida, ese del que se quejaba no poder permitirse antes, por sus manos, por su inocencia, haciéndolo inútil para conseguir algo mejor que solo migajas, esas que le autodestruían en cada herida, frescas como el pasto, Harry lo presionaba increíblemente, su cabeza daba mil vueltas aunque tenía cerrados los ojos, sus caderas se amoldaron a la perfección a lo agresivas o dulces que podían tornarse sus caricias de un momento a otro, el aire no parecía ser su prioridad, aunque estaba presente el vacío y ardor de sus pulmones, la boca de Harry le parecía una santísima combinación de los cielos entre el sabor de un helado de esos que se permitía aun disfrutar, y un pay de queso, como los que vendían en la cafetería del hospital, pensaba invitarle algún dia uno a Harry, para compartir un poco más de él, de su personalidad, de lo irracional que podía ser algunas veces, para que entendiera un poco acerca del odio que sentía por sí mismo, que entendiera que era el quien lo ponía en ese estado de caótica calidez que procuraba mantener en momentos como ese, cuando parecía succionarle el alma con su lengua, húmeda, invariable, teniendo en cuenta sin querer con qué tipo de cristal roto estaba frotando su mano

Cuando fue tiempo de detenerlo, pudo descifrar que el tiempo estaba atorado entre sus oídos, atascado debido a un lapso de tranquilidad que no quería dejarle

── ¿Hace un poco de frio aquí afuera no crees? ¿No preferirías ir adentro?-.esa era la manera más ridícula en la que podía pedirle a Harry que lo dejara de besar, que dejara de poseerlo

Lo peor es que él se había dado cuenta

──No quiero que mires mi cara a contraluz y te des cuenta que te has equivocado rotundamente ¿Por qué no simplemente me dices que no estás listo para, ya sabes, eso?-.el carraspeo de su garganta denotaba su nerviosismo, estaba desechándolo como una gigante bolsa de basura, en ese bote, ese que estaba alado de él, suspirando mientras abría los ojos para mirar como si estuvieran de cerca, todas esas estrellas

Harry se sentó, con los brazos sosteniendo una de sus piernas, haciendo un balance de posición que consistía en no dejarse desplomar sobre el ojiazul, la fuerza de gravedad parecía una enemiga más cuando se trataba de mantener sus pies en la tierra, un tacto y quedaba fuera de ese mundo para siempre, exiliado porque Louis podía elevarlo como quisiese siempre y cuando fuera con una sonrisa al borde de su mano, su única recompensa era un beneficio ajeno a su persona, porque a fin de cuentas el único que siempre terminaba pleno, era Louis, era el, porque dejaba a su alma, aun sin apreciar lo suficiente, incompleta, como a quien le falta su media naranja, era un pensamiento común, ¿podía permitirse uno de esos en estos instantes?

──No quiero que busques una vía de escape, eso es todo, no quiero que encuentres en mi cuerpo algún error, o alguna cicatriz, algo que te permita irte, algo a lo que no puedas poseer o querer, y me rechaces, como quería desde el principio-.el ojiazul tambien estaba sentado en el pasto, se había colocado como alguien valiente a su lado, rozando su brazo con el suyo sin querer, mirando el cielo

Pero ahora todo lo que podía ver Harry era el, tratando de interpretar una vez más, la mirada siempre quebrantada, su boca desdichada, esa que moriría por volver a consolar, su cuello, desprendiendo un fuerte olor a leche en polvo, que le recordaba a su niñez, y por ende a la inalcanzable felicidad de una madre que no le importó dejarlo a la deriva, ¿podría haberle contado a ella sobre Louis? ¿Entendería como una experta su enfermedad lasciva, esa que le causaba el primer amor?, quería revivirla, y culparla de que ese hombre no le creyera aunque la sinceridad quemara cada uno de sus huesos esperando a más sufrimiento, para poder destruirlo por completo

Strange Sun [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora