*Inspirado en un manga de romance que estoy leyendo actualmente*
Ramón y Poppy siempre fueron unos amigos cercanos que hacían todo junto. Desde correr de arriba a abajo, jugar y hasta pasar noche durmiendo en la misma cama. Aquel par de pequeños eran tan inseparables como uña y carne, uno pensaría que ellos estarían juntos siempre. Sin embargo, cuando llegaron a la secundaria, se tuvieron que separar porque la abuela de Ramón planeaba llevar a su nieto a la misma secundaria a la que ella asistió para darle el mejor futuro de todos, mientras que Poppy iría a otra donde se ajustaba a sus talentos. Así fue como el tiempo había borrado el recuerdo de ambos de su amigo de la infancia.
Actualidad.
Ramón estaba caminando mientras repasaba para los exámenes que estaban preparados para la siguiente semana, tenía que estudiar inglés, matemáticas y física. Nada del otro mundo para el troll que tenía las mejores calificaciones de todo su curso, en la tabla de estudiante, el genio siempre estaba en el primer puesto.
—A ver, si pongo el verbo aquí, entonces la frase tiene más sentido. Sí, eso es lo que debo hacer. Vamos profesor, esperaba que me diera algo mejor que esto. —Sigue resolviendo su tarea mientras come en un puesto de comida rápida.
—¡Wow Poppy, hoy sí que nos dejaste sin palabras! —dice Satín.
—Saltaste más alto que el equipo rival. ¡Nuestra Poppy es la mejor!— gritó Seda de alegría.
—Vamos chicas, no es nada, es algo fácil de hacer cuando tienes la motivación correcta. Saben que me dedico a ser la mejor porrista desde que me uní a ustedes en Trollstopia High.
Poppy era la troll más energética y divertida de todas, todo el mundo era amigo de ella o mínimamente se alegraba de conocerla porque una chica como ella lograba iluminar incluso tu peor día. Poppy se esforzaba en destacar en los eventos de porrista porque era su medio para ser libre como el viento, entre saltos, piruetas, giros, ella se sentía como una brisa que podía hacer cualquier cosa.
El grupo de chicas entra al local para comer después de la competencia, necesitaban que su capitana recuperara sus fuerzas con una comida bien merecida. Además, que ese día daban como regalo una figurita de cachorro feliz con ojos grandes que le faltaba a la rosada para su colección.
—Ahora que ganamos al equipo de Riverhills, podemos ir a las nacionales de competencia de porristas. —dice Dj emocionada.
—¡Ay mamá! No puedo esperar para que ganemos el trofeo de este año. —responde Chiquilina.
—Yo tampoco chicas, pero recuerden. Debemos actuar como campeonas y mantener la calma —Poppy finge serenidad —¡A quién quiero engañar! ¡¡ESTOY SÚPER CONTENTA!!
El ruido y el caos que generaban aquel grupo de chicas arruinaban la paz y serenidad de Ramón, quien a pesar de sus intentos de ignorar al grupo de ruidosas, su calma se veía interrumpida cuando ellas gritaban y reían como hienas salvajes sin ninguna razón.
—¿Dónde quedaron los valores? —Gira su cabeza —¡Oigan un poco de silencio, por favor, este lugar no es para gritos! ¡¿No ven que intento estudiar?!
—¿Qué le pasa a ese chico? —comenta Satín.
—Sí, este lugar no es una biblioteca. —Agrega Seda.
—Igual mejor bajemos la voz. No podemos molestarle. Disculpa amigo, nos mantendremos más calmadas.
—Gracias.
Ramón y Poppy a pesar de verse las caras, parecía no haberse reconocido, años sin verse parecía haberles hecho incapaces de reconocer al mejor amigo de su infancia. El grupo de chicas continuaban con su conversación sin percatarse de que su líder de equipo no había dejado de mirar al chico, algo le llamaba la atención a ella, tal vez una pequeña y fugaz sensación que le decía a ella que aquel chico significaba algo más de lo que ella comprendía, pero no podía recordarlo.
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Armonía de dos trolls II
FanfictionSeries de relatos y minis capítulos trolls donde todo puede pasar y en donde tú lectora eres parte de la creación de estas historias.