—Siéntate, yo voy yendo a por algo de tomar a la cocina, ¿quieres un tinto de verano?.—Sí, ¿por qué no?.
Me fui a la cocina a por los tintos intentando evitar mirarle a la cara, no se porque pero sentir que me miraba, me ponía muy nerviosa. Al regresar a el salón él estaba ahí sentado con el móvil en la mano esperándome y cuando me vio lo metió en su bolsillo derecho, mientras tanto yo me sentaba a su lado esperando a que él sacara un tema de conversación "o si no es un tema de conversación también sirve" cállate por dios.
—Bueno, estoy aquí sentado en un sofá de una persona de la cual no me sé ni su nombre, que no se ni si su verdadera intencion es secuestrarme, así que estaría bien saber aún que sea tu nombre —dijo mientras me miraba con una sonrisa.
—Anda mírale que gracioso —dije con un tono irónico y una sonrisa —mi nombre es Seily, y el de este chico que está sentado en mi sofá ¿cual es?
—James, Anderson para mis amigos. Que nombre más bonito, nunca lo había escuchado.
—¡Gracias! un placer James.
"Yo no sé si soy la única que ve este tonteo tonto que está habiendo entre vosotros" ¿y el problema? ¡has visto lo guapo que es! concéntrate, no queremos que pase lo mismo que en las escaleras.
—¿Y cuantos años tienes? —pregunté con otro tipo de intenciones.
—19 ¿y tú?.
—18.
Seguimos hablando durante un buen rato. Resulta que estudia en la misma universidad que yo, la misma carrera que yo, solo que él está en el segundo año de carrera. Hablamos durante mucho tiempo, me contó lo que solían hacer por aquí y yo lo que hacia yo en españa, hasta que los temas de conversación cambiaron totalmente.
James me empezó a tirar indirectas, a decirme piropos y obviamente yo tampoco me cortaba, llevábamos ya unas cuantas copas encima hasta que...—¿Puedo? —me dijo mientras me ponía una mano en la cara y se acercaba un poco más a mi.
—Sí —respondí con la voz más agitada de lo normal.
En unas décimas de segundo sus labios estaban tocando los míos y ese beso se iba haciendo cada vez más intenso, sus manos empezaron a bajar por mi cuerpo mientras las mías estaban rodeándole en cuello. Cuando sus manos tocaron mis caderas noté un suave empujón que me puso encima de él, unos minutos después mis labios se separaron de los suyos con una respiración agitada.
—¿Quieres ir a la habitación? —dije murmurando.
—Claro.
Le cogí de la mano y fuimos a mi habitación, me tiró en la cama y se quitó la camiseta mientras se inclinó hacia mí quitándome el pantalón, en menos de un minuto la ropa de ambos estaba tirada en el suelo y nosotros estábamos en esa cama desnudos.
—Buenas noches Seily —dijo él al terminar muerto de cansancio.
—Buenas noches James.A la mañana siguiente me desperté y no había nadie en la cama, muchas ideas se me pasaron por la cabeza ¿me habría abandonado? ¿se fue sin decirme nada enserio? ¿no ha dejado ni una nota? muchas preguntas y ninguna respuesta.
Después de un rato pensando me decidí por salir de la habitación y ahí me lo encontré en la cocina cocinando algo.
—Por fin se despierta la princesita —dijo el sonriéndome con un tono burlón —a las 12 de la mañana, ya era hora.
—Ja Ja que gracioso que eres —dije mientras me dejaba caer en un taburete de la cocina y apoyando los codos en la encimera —¿qué haces?.
—Unas tortitas con caramelo, en dos minutos están."por lo menos alguien sabe cocinar" yo también sé hacer tortitas "sí, pero chamuscadas" algún día se dejarán de chamuscar.
—Ya están —dijo mientras los 2 platos de tortitas en cima de la encimera y me empujaba mi plato hacia mi.
—Que hambre que tengo.
Nos las comimos mientras hablábamos de nuestra vida, sobre cuantos hermanos teníamos, porque queríamos hacer esa carrera y muchas otras cosas las cuales no recuerdo a la perfección.
Pero llegó el momento en el que obviamente se tenía que ir de casa, así que le acompañé a la puerta con pocas ganas de que se vaya ya que no me gusta estar sola, ¿que voy a hacer ahora?.
—Bueno, ya me voy, pero obviamente no me voy a ir sin que me des por lo menos tu número de teléfono y así vamos juntos a la uni mañana.
—Pásame el teléfono entonces.
Me pasó su teléfono, le puse mi número y se fue despidiéndose con un beso en la mejilla, cerré la puerta con llave y me apoyé en la puerta "joder estás a tope 2 chicos te han pedido tu número en el poco tiempo que llevas aquí, estás triunfando" ¿por qué lo dices tan sorprendida? "sabes que nunca te había pasado" cállate es que somos guapas de cojones.
todo lo que quedaba de mañana me pase apañándomelas para intentar hacer arroz, pero obviamente se quemó, así que como soy precavida, compré arroz de microondas, conociéndome no podría comer si no tuviera esto. Comí y me eché la siesta, una siesta bastante larga, de dos horas.
Me desperté a las 6 de la tarde y cuando miré el móvil habían 3 mensajes, uno no tan esperado y dos que me dejaron de piedra y no supe ni cómo reaccionar.
ESTÁS LEYENDO
HARVARD
RomanceTermino el bachillerato y al entrar en la universidad, sola, sin nadie a quien conozca, intento buscar estar bien, pero como no tenia que venir algún chico o algunos chicos a ponerle todo del revés.