Prologo

55 6 0
                                    

-¡Sal de la cama de una buena vez Elizabeth Yan! – Me grito mi madre desde las escaleras - ¡Llegaremos tarde al aeropuerto!

-Hmm- me queje y de una patada me despoje de mis sabanas, hoy viajaríamos a Corea a visitar a mis abuelos, los padres de mi papá, me levante a duras penas de la cama, me di una ducha rápida y me puse lo primero que encontré, que consistía en unos jeans, una camiseta a rayas negra con blanca, una cazadora deportiva y mis converse negros, me recogí el cabello en una coleta, y deje un poco de mi flequillo caer a los lados.

Tome mi bolso de mano, lo bueno es que mi maleta la prepare con anticipación y ya estaba en el coche.

Baje y mi madre me dio los buenos días y luego prosiguió con sus quejas sobre mi retraso – Llegarías tarde a tu propio funeral – se quejó mientras me empujaba hacia la salida, subimos al carro y fuimos al aeropuerto.

Unas horas después estábamos abordo, en realidad no quería ir, gastar mis preciadas vacaciones de verano para pasar con unos abuelos a los nunca he visto en persona y vivir en un país al que solo conozco por relatos de papa y fotografías de internet... no es un buen plan... no señor.

Luego de agotadoras, largas y horribles 15 horas de viaje pisamos por fin el aeropuerto de Seúl Incheon.

Pasaron unos días de nuestra llegada y no estaba pasando tan mal, mi abuela me enseñaba a preparar platos exquisitos, recorrer la ciudad con mis padres era sumamente divertido, pero lo que más me gustaba era pasar las tardes, leyendo o simplemente observando el jardín de la entrada de la casa.

Una tarde cuando me disponía a continuar con mi lectura del día anterior, una visita inesperada se presenta, un chico de mi estatura cabello oscuro y una radiante sonrisa y mi abuela lo abraza como si de su propio nieto se tratase, mi padre me empezó a explicar que la familia Kan vive frente a la casa de mis abuelos -Siempre fueron muy amables – dijo con una sonrisa y en ese punto lo deje de escuchar, me quede algo hipnotizada por aquel chico. De un momento a otro el ya se encontraba frente a mí con su preciosa sonrisa –Hola soy Dae Sung, Kan Dae Sung – me tendió la mano, la cual estreche, ese fue el comienzo de las dos mejores semanas de mi vida.

-------------------------------------------------------------

-¡Elizabeth! ¡Elizabeth Yan! ¡Despierta, que te estoy hablando! – los gritos de mi mejor amiga Rachel Smith me sacaron de mi hermosos recuerdos.

-¿Qué quieres?- la mire de con pereza y mi voz sonaba desganada.

-¿Qué quiero? Trato de hacerte entrar en razón, ir a Corea a mitad de tu carrera solo por la posibilidad de encontrarte con tu primer amor no es muy propio de ti – Sonaba como mi madre regañándome porque no como los vegetales, le lance una mirada asesina y gire la cabeza hacia la ventana de mi habitación.

-No voy solo por eso, Seúl se está volviendo una capital de moda como Tokio – trate de justificarme, pero en realidad lo que me llevo a tomar la decisión de ir a Seúl es la esperanza de encontrarme de nuevo con Dae Sung y tal vez volver a experimentar mi primer amor, de solo pensar en él una sonrisa inunda mi rostro y Rachel puso los ojos en blanco.

- ¡Ya! Me doy por vencida – suspiro pesadamente y siguió- Solo no te ilusiones, primero no sabes cómo encontrarlo probablemente ya ni viva en la misma casa, y si lo encuentras puede que ya esté viendo a alguien más, o peor, puede estar casado – dijo horrorizada

- Ya lo sé...- suspire- mira, me centrare en terminar mi carrera allá y si lo encuentro bien, y si no lo encuentro pues... me imagino que bien también ¿no? Entiendo todo lo que está en riesgo aquí y solo te pido que me dejes intentarlo en paz ¿por favor?– la mire suplicante.

- Esta bien, vete, pero me escribes todos los días o puedes dejar de llamarme amiga – asentí frenéticamente y la abrace, ella solo rio en respuesta.

- Bueno, me voy o llego tarde al aeropuerto- le di un beso en la mejilla y tome mi bolso, ella solo se quedo sin decir nada, con los ojos abiertos como platos.

-¿Qué?, ¿Ya te vas?, pero, ¿Por qué tan rápido?- le tomo unos segundos reaccionar, reí ante su reacción y baje las escalera con Rachel detrás de mí, me despedí de mis padres, mi madre no dejaba de llorar porque no me vería en dos años, papá estaba feliz, pero a la vez triste por ver a su hija crecer y tomar su propio camino. Me despedí de Rachel y las dos lloramos, pero nos prometimos escribirnos e-mails todos los días.

Ya era momento de partir así que tome el transportador del Zeus mi gato, y subí a coche -¡Corea allá vamos!- grite y salí del garaje camino a mi nuevo destino.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 29, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I hate this Love songDonde viven las historias. Descúbrelo ahora