Familia [Bavilo de Secramise]

I

"Tener miedo es humano, no debes culparte por eso".

Una fuerte tormenta eléctrica aterroriza a la capital del Imperio, la noche cayó pronto y como si la tormenta se estuviera burlando de él, los truenos se volvieron más fuertes.

Trata de ignorar el sonido, ya es grande, tiene ocho años, si su madre lo viera temblando como un cachorro seguramente lo reprendería. Se esconde cuando un trueno resuena en el cielo, las sabanas no tardan en mojarse y llora por lo patético que es, tiene miedo, no es digno de un príncipe tener miedo.

Unos suaves toques a la puerta lo hacen gritar del susto.

"Príncipe, ¿Se encuentra bien?"

No responde, pronto escucha pasos alejarse seguido de un trueno que lo fuerza a esconderse a pesar de la incomodidad de las sabanas mojadas.

"¡Se un hombre, Bavilo!" los gritos de su madre retumban en sus oídos al igual que el sonido de los truenos.

Escucha unos pasos acercarse, saca su cabeza de las sabanas.

"Príncipe, ¿Puedo pasar?"

La voz de la Regente Imperial, los truenos lo asustan cada vez más, quiere volver a casa, aunque sabe que su destino es morir, siente un profundo miedo, está lejos, no conoce nada de esté Imperio, quiere volver.

La puerta se abre, tiembla pensando que será asesinado por la Regente Imperial por no contestarle.

"Está bien tener miedo..."

Siente una cálida mano en su mejilla, las lagrimas siguen fluyendo, los ojos verdes de la poderosa mujer lo miran con cariño.

"Las tormentas siempre son así, yo tarde mucho en dejar de tenerle miedo".

"Lo siento..."

"Debemos cambiarte, te puede pasar algo si sigues mojado..."

"Y-yo".

"No estoy enojada, ven, vamos, tranquilo".

Se levanta de la cama, la mano de la mujer sostiene la suya, ve sus pantalones manchados y se avergüenza de inmediato, es guiado al baño, un trueno resuena, se queda quieto, la Regente Imperial también.

"Estoy aquí, no te pasará nada, lo prometo".

Se baño y cambio de ropa, pensaba que tendría que dormir en su cama, pero camina junto a ella por los pasillos, nota que la Regente está en pijama.

"¿Le cause problemas?"

"Estaba despierta".

Llegan a la habitación de la gobernante, la puerta de oro es abierta por los guardias, entra notando que la cama está desordenada, como si alguien se hubiera acostado.

"Trae un vaso de leche tibia" la sirvienta hace una reverencia y se retira.

La Regente Imperial lo acuesta en la cama de ella, se queda quieto todavía procesando que entro a la habitación de la gobernante del Imperio de Erkin, esposa del Supremo Emperador y tirano Osiel de Ermin.

"Cuando era una pequeña princesa tenía miedo cada vez que escuchaba los truenos, estando sola en una habitación, oscura, sola, al principio creía que no debería tenerle miedo, que era indigno, pero crecí y tuve un buen mentor, me enseño que está bien tener miedo, es natural, así que no temas en venir a mi habitación cuando tengas miedo".

Escucha esas palabras con atención.

"He traído la leche" una vaso se le es entregado, lo bebe ante la mirada sueva de la Regente.

"Amira se duerme después de beber eso, espero que puedas conciliar el sueño".

Después de beberlo y cerrar los ojos, se quedo profundamente dormido.

La Regente Imperial se quedo despierta acariciando su cabello hasta que su cuerpo dejo de temblar por los truenos.