Esta vez sí

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La habitación desordenada,

yo empastillándome una noche más.

Otra más sin cuidarme.

Otra más sin llamar a mamá.


Y ahí estaba yo,

pensando que la vida no perdona.

Que últimamente se siente fría.

Y mira que el noviembre de este año no está para tanto.


Pero algo me hacía querer seguir ahí,

perdida en la comodidad del caos y oscuridad de mi habitación.

No haciendo nada por encontrarme entre los poemas sobre el suelo,

me encontré mirando vagamente al corcho sobre mi pared.


Lleno de poemas.

Más poemas.

Pues ¿qué soy yo sin la poesía?,

y últimamente se me había olvidado.


Dando por perdido mi remedio, creo que así seguiré,

contestando mensajes a destiempo.

Sintiéndome culpable.

Pero molestándome si tú me culpas,

pues no he tenido la cabeza en su sitio.


Y aquí sigo,

escribiendo un poema más.

Un poema vacío,

pues últimamente no siento tanto como para una vida poética.


Creo que me quedaré aquí un ratito más,

viciada a las líneas,

sintiendo el efecto de las pastillas entre versos.

Un nuevo vicio.

Voy a autoconvencerme de que este sí es sano.


Voy a creerme que este mes llamaré más a mamá.

A prometerte que estoy esforzándome por ser menos desastre.

A acostarme temprano.

A volver al deporte.

Y,

quizás,

a aprender a llorar un poco también.


Voy a mentirme otra vez,

por si,

esta vez,

como mentir,

mis propósitos salen bien.

Doble espresso sin azúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora