Eran aproximadamente las 11 de la noche, cuando la mayoría de los estudiantes ya se preparaban para ir a dormir, algunos charlando frente a alguna fogata, otros escondidos haciéndola de novios, y otros ya dormidos, pero ninguno era el caso de Fin, quien se encontraba con el profesor Simón hablando de cosas triviales, pero sin quitarle el ojo de encima a sus amigas, quienes charlando entraban a la cabaña, aún pasaba por su mente el qué iban a hacer esa noche, y estaba decidido a seguirlas, y poner fin a tanto misterio. Ya cuando todos se acostaron, Fin se despertó, eran la 1:30 de la madrugada, y al darse cuenta se sintió mal ya que sus amigas seguramente ya habían salido y no había podido cumplir su propósito, pero entonces, escuchó un ruido proveniente de afuera y rápidamente se hizo el dormido, y después de varios minutos escuchó como alguien se levantaba y salía sigilosamente de la cabaña, y cuando se aseguró de que no había moros en la costa, salió el también.
Salió silenciosamente y se escondió enseguida tras un árbol, y luego vio como 2 siluetas negras bajo la luna se escabullían en el bosque, exactamente por el mismo lugar en donde vio a Boni y Marcy durante el día, y cuando creyó conveniente las siguió, hasta que alcanzó a escuchar como charlaban:
-¿por qué te tardaste tanto?-
-lo siento, escuché que alguien estaba despierto justo cuando tu saliste, y decidí esperar hasta que no oí nada para salir yo-
-¿crees que nos vieron?-
-lo dudo, ya hubieran venido por nosotras, bueno, ¿A dónde vamos?-
-ya lo verás, es por la orilla del rio-
justo cuando acabaron de charlar, por otro camino se escuchaban pasos que se iban acercando, y las chicas instantáneamente corrieron internándose en el bosque, pero Fin no pudo hacer nada, ya que los pasos se dirigían exactamente hacia el arbusto en donde él estaba y la se escuchaban bastante cerca, y cuando vio de quien se trataba, casi se le detiene el corazón. Era Simón. Caminaba por entre la obscuridad y el frío de la madrugada hacia un camino que Fin no había visto antes, llevaba una bolsa con él, y se veía preocupado, como si no quisiera que alguien lo viese, eso sorprendió a Fin, y cuando Simón se encontraba algo lejos, decidió que las chicas podían esperar y comenzó a seguirlo; la temperatura descendía rápidamente durante las horas de madrugada, pero eso no parecía afectar en lo más mínimo al profesor, quien seguía vigilante a no ser perseguido, y por suerte no pudo ver a Fin, quien se escondía por donde podía, observando cada uno de sus movimientos, hasta que, repentinamente, sacó de la bolsa la corona que según él había comprado en Noruega, y después de quedársele viendo por varios minutos, emprendió de nuevo el camino; habían pasado casi 2 horas, o eso era lo que le parecía a Fin que llevaba siguiendo al profesor por entre la obscuridad, en momentos, le parecía que este desaparecía entre las sombras y otras veces que comenzaba a susurrarse cosas a sí mismo, cuando, de repente, se detuvo frente a un gran lago, tan tranquilo que la noche se reflejaba perfectamente en su superficie, no se escuchaba ningún tipo de ruido aparte del que hacía Simón y ocasionalmente Fin al pisar alguna rama, todo era paz en ese extraño lugar, hasta que con un suave movimiento Simón se colocó la corona sobre la cabeza, Fin esperaba que este cayera desvanecido sobre la fría tierra, pero no fue así, solo se quedó de pie, inmóvil, y luego de un minuto exacto se hincó, colocó ambas manos sobre la superficie del agua, y enseguida esta comenzó a convertirse en hielo sólido, eso en un principio asustó a Fin, quien se petrificó al ver que todo el hielo provenía de las manos del profesor, luego, comenzó a soplar un fuerte viento que arrastraba consigo la nieve que se había formado, la cual de alguna extraña manera parecía que formaba figuras de personas caminado y hacía ruidos de voces perdidas entre el eco de las montañas, todo ese espectáculo, tan escandaloso, y a la vez tan tranquilo, Fin seguía hipnotizado por ese paisaje cuando de repente se resbaló de detrás de su escondite cayendo de sentón a varios metros del profesor, quien rápidamente giró su cabeza, y sus ojos completamente blancos y sonrisa malévola hicieron que Fin se desmayara.
Al despertar, se encontraba recostado sobre su cama en la cabaña del campamento con un ligero dolor de cabeza, no lograba recordar mucho de la noche anterior, solo que había estado siguiendo a Simón por un rato, y repentinamente todos los recuerdos volvieron de golpe a su mente, desde el punto en que salió de la cabaña hasta la extraña imagen del rostro de Simón, pero lo que más lo confundía, era que no lograba recordar si todo eso en verdad había pasado o solo había sido un sueño, y siguió pensando en eso hasta la hora del almuerzo. Al salir, vio que sus amigas estaba sentadas en un tronco de madera frente a las cenizas de una extinta fogata, así que fue a con ellas, pero no sabía si preguntarles que habían hecho la noche anterior o no, ya que eso significaría que en verdad pasó lo de Simón, pero dejaría en evidencia que Fin las había estado siguiendo, entonces creyó que lo mejor era no decir nada y solo se limitó a saludar y charlar de cosas triviales hasta la hora de partir a las ruinas a donde se tenía planeado.
Al llegarse la hora, el profesor reunió a todos los alumnos en dos filas, y después del sermón, comenzaron a caminar, Fin solo se le quedaba observando, buscando algún indicio de la noche anterior, pero su apariencia no delataba nada, iba igual de sereno como de costumbre, cuando en un repentino giro sus vistas chocaron a lo lejos y Fin pudo ver de nuevo la sonrisa de oreja a oreja y un guiño de ojo, eso lo asustó, pero al voltear otra vez Simón veía al frente absorbido por un pequeño cuaderno de notas que iba leyendo, y después de calmarse siguieron el curso establecido para el día. Al llegar, a simple vista no se observaba nada relevante, pero al ponerse en cierta posición de vista, se veía entre algunos árboles el claro signo de una espiral, y ese era el camino a seguir, cuando cruzaron varios árboles, todos se encontraban en un amplio sector libre de árboles con una roca horizontal justo en el medio y un edificio que parecía una especie de entrada que penetraba en un pequeño montículo de tierra a un lado, Simón se paró junto a la roca central, y después de llamar la atención de los estudiantes y dar un sermón que poco tiene que ver con esta historia, todos comenzaron a ver y tocar la roca y la entrada, y a tomar notas sobre lo que les decía el profesor, cosas bastante, estudiantiles, pero Fin no prestaba mucha atención a eso, sino al profesor, quien se veía malévola mente tranquilo, y al terminar la lección del día, todos volvieron por exactamente el mismo camino de vuelta.
Ya en el campamento de vuelta, Simón dio la orden a todos de ir a tomar un refrigerio ya que aún les esperaba un largo día de juegos recreativos, solo para divertirse, pues al día siguiente partirían de vuelta a la ciudad, ya que no contaban con los recursos suficientes para durar otro día; Fin siguió indicaciones durante todo el día, pero tratando sobre todo de evitar el contacto con el profesor, quien aún lo tenía asustado. Y así, prácticamente volando pasó en viaje estudiantil de Fin, ya que al día siguiente partieron sin mucho problema, pero su investigación sobre sus "amigas" y sobre todo de su "profesor" no había hecho más que comenzar.
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hola otra vez de nuevo (¿?), se que este capítulo fluye algo rápido y es algo confuso, pero se me acabo la inspiración con eso del otro relato que acabo de subir, lo lamento, en fin, espero el próximo lunes poder publicar uno más largo, adiós y como siempre, saludos.
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Adventure Time Fanart (En Español)
FanficImagina un mundo en el que vivieran los personajes de Hora de aventura, pero sin la guerra de los champiñones... Si lo hiciste, estas en el lugar correcto! Esta historia sigue a Finn, un joven de 13 años que acaba de mudarse a la ciudad y las aventu...