My Heart is Full of Love © | Michael Jackson

| Capítulo 10 |

Quedó totalmente asustada cuando la aventó al colchón, sabía que él era muy impredecible, por lo que ya nada podía hacer mas que esperar que su pesadilla se cumpliera. Le desgarró toda la ropa (incluyendo la ropa interior) e hizo con Linda las perversiones más atroces que a alguien se le hubieran ocurrido. Entró en ella con fuerza y sin protección, él alcanzó el orgasmo y se vació en ella, mientras que Linda se sentía usada y desesperada.

—¡Déjame en paz!— le dijo en su último intento por quitárselo de encima mientras las lágrimas salían de sus ojos

—¡Ugh! No aguantas nada, no se cómo Michael te aguantó cuando tuvo sexo contigo.

Linda en ese momento recordó a su novio y se sintió peor ya que no pudo rescatarla cuando estuvo con Chris.

—Lo extrañas ¿No? espero que lo sigas haciendo porque difícilmente te encontrará aquí— se fue de aquella habitación azotando la puerta mientras que Linda corrió a una esquina y se sentó a llorar, se sentía muy adolorida, sucia y usada; se la pasó toda la noche ahí, lamentándose que nadie, por lo menos alguien pudiese venir a rescatarla.

Mientras tanto, Michael le contaba a su madre lo sucedido.

—Pero qué horrible.

—De verdad estoy muy desesperado, ya informé a la policía pero aún no aparece.

—Hijo ya aparecerá, tranquilo, no hay que perder las esperanzas... tengo una idea. Pegaremos carteles por toda la zona y yo preguntaré en mi trabajo si no la han visto ¿te parece?

—¡Si, me parece muy bien! espero que sirva de algo.

—Ya verás que si— lo abrazó y lo consoló

Los días pasaban y no había señales de Linda, todas sus esperanzas se habían esfumado, era como si se la hubiera tragado la tierra, no había nada que pudiesen hacer. Un día estaba en la universidad cuando sonó el timbre que indicaba la hora de receso, todos salieron como locos excepto Michael, quien guardó sus cosas y estaba a punto de salir del salón de clases cuando su profesor de Contabilidad lo detuvo.

—Michael ¿Qué sucede? estás muy cambiado.

—Nada señor, en verdad.

—Tus notas han decaído increíblemente, no estás prestando atención a las clases.

—... Mi novia lleva ya varios días desaparecida ¿Si? No se nada de ella, ni siquiera sé si sigue viva— se le quebró la voz cuando dijo lo último

—Lo siento mucho, si hay algo que pudiera hacer-- lo interrumpió 

—A estas alturas no ha habido respuesta, dudo mucho que usted pueda darme alguna, no hay nada que pueda hacer.

—No buscas bien muchacho.

—¿Cómo dijo? Déjeme decirle una cosa. He buscado por todos los lugares a los que un secuestrador o un violador iría, pregunté y pegué carteles por todos lados ¿Y todavía me dice que no he buscado bien? sabe, no tengo tiempo para escuchar sus comentarios— dijo y salió furioso de ahí

Sus compañeros lo vieron deprimido durante el día pero ninguno se acercó a preguntarle qué le sucedía o si le podían ayudar en algo; estaba cayendo en depresión pero tenía que ser fuerte.

Salió de la universidad y se dirigía a casa cuando se encontró con Diana.

—¿Pensaste bien lo que harás a cambio de que te diga dónde está esa perra?

—¿Qué?

—¿Te refresco la memoria? bueno, por mí te refrescaría otra cosa— eso último lo dijo en voz baja pero aún así Michael logró escucharla

—Eres un asco de persona.

—Bueno, recuerda que que harías lo que fuera con tal de que te diga dónde está la mocosa.

—...De acuerdo ¿Qué quieres que haga?

—Tú sabes bien.

—¿Hablas en serio?

—¿Por qué no lo haría?

—Está bien lo haremos, pero no se lo mencionarás a nadie, me dirás dónde tienes a Linda y te desaparecerás de mi vida para siempre.

—Trato hecho, ahora vayamos a disfrutar ese hermoso cuerpo que tienes.

—Menos plática ¿Si?— dijo desesperado

—Parece que alguien ya se impacientó.

—Te recuerdo que esto no lo hago ni por ti ni por mí.

—Uy, que genio.