Capítulo 14

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Al bajar del expreso de Hogwarts, me despedí de mis amigos y junto a Draco nos acercamos a su madre, quien había ido a recogerlo—Queridos, que bueno verlos al fin— nos besó ambas mejillas a cada uno y luego hizo a su elfo doméstico (no Dobby por supuesto) tomar el equipaje de Draco.

—¿Esperarás a tu madre, Denebola?— se giró para verme.

—Si, mamá dijo que podía tardar un rato, pero ella quería venir por mí— sonreí cortésmente.

—¿Segura? Sabes que puedes venir con nosotros y luego ella puede ir por ti a nuestra casa— sugirió Draco esta vez.

—Está bien, estoy segura de que no tardará en venir. Solo debe salir del ministerio y estará aquí en minutos.

—Está bien cielo, nos veremos en la fiesta de víspera de navidad entonces— se despidió y comenzó a caminar dándole órdenes al pobre elfo que iba junto a ella.

—¿Seguro no vienes?— insistió Draco.

—Segura, además me verás el viernes ¿ o es que ya me extrañas primito?— Draco pareció irritado por el último comentario así que se despidió con un ademán de mano y se fue detrás de su madre haciéndome reír.

Pasaron unos minutos en los que me quedé a un lado del andén viendo cómo los estudiantes se iban con sus familias o amigos, hasta que una voz a mi lado causó que diera un brinco en mi lugar por el susto.

—Por las barbas de Merlín, casi me da un infarto— reclamé.

—No seas exagerada Deneb, debemos irnos ahora. Tomaremos un taxi para ir a tu casa, seguro tu madre nos estará esperando ya.

Me quejé porque de nuevo nos haría tomar ese monstruo muggle y alguien podría verme, pero como siempre, Remus ignoró mis quejas y me apresuró a seguirle el paso hasta el lado muggle de la estación.

Ya dentro del taxi (con un conductor bastante grosero cabe aclarar) y con nuestros baúles dentro, emprendimos el viaje hasta Salisbury.

Al inicio del viaje el conductor estaba un poco molesto por el viaje, pero cuando Remus ofreció pagarle treinta libras por el viaje, se calló.

—¿Enserio no podíamos tomar una red flu?— me quejé acomodándome en el incómodo asiento— hasta te hubieras ahorrado treinta libras— susurre esta vez.

—Podríamos, pero debes aprender a moverte en el mundo muggle, algún día tendrás que viajar y no podrás hacerlo si no sabes cómo.

—Claro que podría, viajaría en carruaje o en escoba y llegaría a mi destino por red flu— respondí haciendo a Remus resoplar.

—La ignorancia nunca es buena, niña— decidí quedarme callada porque discutir con él en un viaje de dos horas no me serviría de nada.

—Por cierto, ¿Qué hiciste para deshacerte de los Malfoy?

—Les dije que mamá vendría por mí, solo que demoraría porque debía salir del ministerio— me encogí de hombros.

—Claro, del ministerio de Francia— se burló.

—Ellos no saben que está ahí, no hablan mucho desde lo de papá—Remus hizo una mueca ante la mención de mi padre— además el ministerio la ha tenido vigilada en caso de que él aparezca, creo que por eso la han estado mandando a que haga trabajo que podría hacer a través de correspondencia a otros países, ya lleva dos semanas en Francia, y antes de eso la mandaron a Rumanía.

—Eso me comentó en su última carta.

No hablamos mucho después de eso. Después de media hora de viaje me dormí y desperté hasta que Remus dijo que ya nos encontrábamos en Salisbury, dos horas después. Luego de bajar todo nuestro equipaje, el grosero conductor le arrebató las treinta libras a Remus y se fue más rápido que un escarbato huyendo con joyas.

Little Dragon (➾George Weasley & O/C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora