𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐎 𝐀𝐂𝐎𝐒𝐀𝐃𝐎𝐑

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Artemisa entró a su cuarto, recién había salido de bañarse, estaba en una especie de castigó puesto por Jenna desde ayer no había podía salir de casa a no ser para ir a la escuela,y ya estaba cansada.

Podría haberse escapado pero ahora su tía estaba a cargo y respetaría eso.
Se dirigió hacía el espejo de su cuarto para peinarse.

— Así que por mi culpa estás castigada — la chica se giró rápidamente al escuchar esa voz encontrándose con Damon quién leía uno de los libros que había allí.

— ¿Qué haces aquí? — le preguntó sorprendida.

— Vine para que no te aburras en este estúpido castigó — le contestó — porque él chico no le dice la verdad, es estúpido — comentó sobre el libro mientras lo leía, Artie rodó los ojos y se acercó para quitárselo.

— Me hiciste perder la página — habló abrumada mientras buscaba en dónde se había quedado.

El vampiro se sentó y le sacó el libro, para luego tomarla por la cintura y tirarla en la cama poniéndose arriba para besarla.
Se separó de la boca de la chica y comenzó a bajar por su cuello con besos húmedos, haciendo que ella se estremezca gracias al toque del pelinegro, luego de llegar hasta el final de su cuello subió nuevamente y la siguió besando si fuera por el no la soltaría.

Ella se dió vuelta quedando arriba del vampiro, y siguió besándolo hasta que se separó al sentir cómo alguien tocaba la puerta.

— ¡Artie, saldré, queda Jeremy. Jenna no está! — la voz de Elena se escuchó.

— ¡Está bien, avisa cuando llegues! — le contestó.

— Ya se fue — dijo Damon escuchando los pasos de Elena alejarse, ella se bajó del regazo del chico acostándose a su lado. Él la miró para comenzar a jugar con un mechón del cabello de la chica.

—¿Quién era el hombre del camino? — le preguntó mientras miraba el techo.

— No lo sé, ¿Recuerdas alguna otra cosa?

— Jamás ví su rostro, traía capucha...todo lo que recuerdo son botas negras acercándose — le contesto, Damon bajó la mirada pensativo.

— Te venía a ver y a sacar el aburrimiento — habló el pelinegro — pero también te traje verbena, para ti y para Jenna... Stefan le dará a Elena y también le dará un poco a Jeremy— le dijo sentándose para agarrar su chaqueta y sacar un brazalete el cual contenía una piedra naranja fuego que brillaba. — Debes usarla, y ésto es para Jenna... Ponle en la comida o lo que beba, mientras la tengas o la uses ningún vampiro te podrá controlar — le dijo agarrándole la mano para prenderle el brazalete en su muñeca, ella depósito un beso en la boca del chico, hasta que escucharon a Jeremy decirle a Artemisa que había llegado la pizza.

— ¿Qué harás?¿Te quedarás o te vas? — le preguntó mientras se levantaba, Damon la miró antes de acostarse, ella sonrió y salió de allí.

Bajó las escaleras con el dinero en mano y fue hacía la puerta.

— Aquí tienes, el cambio es tuyo — le dijo mientras sonreía, el hombre tomó la plata.

— Gracias, y que tengas una bonita noche.



























[•••]

— ¿Qué buscas, Damon ? — le preguntó Stefan mientras miraba como el tiraba los libros de la estantería buscando algo.

— Nada que te interesa — le respondió leyendo uno de los libros.

—No, pero que pongas a Artemisa en riesgo eso me interesa — le respondió, nadie sabía en qué habían quedado la Gilbert con el mayor de los Salvatore.

𝐃𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐓𝐀𝐑☆ ℒ𝒶𝓏𝑜𝓈 𝒹𝑒 𝒮𝒶𝓃𝑔𝓇𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora