Narra Kagome
-¿Qué hago aquí? ¿Para qué vine?
Me repetía una y otra vez mientras seguía observando la puerta de madera, sólida y elegante, con líneas limpias y un acabado impecable. En la parte superior media, tenía el número 980 en acero inoxidable, brillando sutilmente bajo la luz de la noche. Mis pensamientos se debatían entre tocar la puerta o volver atrás.
-Sango ¿Por qué tuve que hacerte caso? -me quejé conmigo misma
Flash Back
-Kag -la voz de Sango me sacó de mis pensamientos-. Creo que hay un pequeño problema.
-¿Qué pasa, Sango? -pregunté temiendo lo peor al escuchar su voz nerviosa.
-Inuyasha -cuando pronunció su nombre, sentí que mi corazón se paralizaba, tenía miedo de escuchar que algo malo le había sucedido.
-¿Qué tiene Inuyasha? -pregunté alarmada.
-Bebió más de la cuenta y...
-¿Qué? Por Dios Sango, dime. -la interrumpí abruptamente. De no ser por la música, Rin, Ayame y Bankotsu se habrían asustado por mi reacción.
-Tranquila, él está bien. -suspiré con alivio al escucharla, pero la confusión me embargó enseguida-. Kag, me acaba de llamar, y él insiste en querer hablar contigo
-Pues yo no quiero hacerlo -respondí tajantemente.
-Y él lo sabe, pero si no vas a verlo a su departamento, es capaz de venir de nuevo, y puede ser peligroso que maneje en su estado.
Sus palabras me hicieron pensar demasiado; estaba entre la espada y la pared; y aunque mi instinto era alejarme de Inuyasha y evitar cualquier confrontación, sabía que dejarlo sólo en ese estado no era una opción segura. Respiré profundamente, tratando de calmar mis nervios, y finalmente tomé una decisión.
-Está bien, iré a verlo -dije fingiendo seguridad, pero por dentro me temblaban las piernas.
Fin Flash Back
-No, -dije apoyando mi frente en la puerta- ¡Esto es una mala idea! -Me di la vuelta decidida a regresar, cuando la puerta se abrió y la voz ronca de Inuyasha me paralizó.
-¿Kagome?
Sentí como si el suelo se moviera bajo mis pies; era él, detrás de mí, y no podía escapar de esa situación. Quise obligarme a no voltear, pero mi cuerpo no respondió a mis órdenes, y giré nuevamente para encontrarme una vez más con esos hermosos ojos dorados que tanto había extrañado.
-Inuyasha... yo... -no podía articular ninguna palabra, quería parecer indiferente, pero mi cuerpo me traicionaba- Sango dijo que...
-¿Quieres terminar alguna de tus frases? Por favor -dijo con un gesto de diversión en su rostro, mientras cruzaba los brazos y se apoyaba en el marco de la puerta. Maldición, se veía tan sexy.
-Fue un error haber venido aquí. Me largo. -quise moverme, pero otra vez mi cuerpo se rehusaba a obedecerme. Inuyasha me tomó de la mano y me sorprendí.
-Gracias por venir -dijo en un susurro apenas audible para ambos.
El solo contacto con su mano cálida fue suficiente para despertar muchas sensaciones; tuve un impulso de abrazarlo, de aferrarme a él como antes solía hacerlo. Mi mirada se enfocó en sus labios, y las ganas de besarlo se apoderó de mí; apreté los ojos fuertemente y sacudí la cabeza tratando de borrar esos pensamientos de mi mente. No podía permitirme caer en esa tentación, no después de todo lo que había pasado.
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UN ENCUENTRO QUE CAMBIÓ MI DESTINO
Fiksi PenggemarKagome, decidida a proteger su corazón tras una herida pasada, se encuentra con Inuyasha en Tokio. Inicialmente, su encuentro es tenso y cargado de resistencia, pero el humor y la perseverancia de Inuyasha despiertan la curiosidad de Kagome, lo que...