⚠️ALERTA⚠️
CONTENIDO +18
— Es la última vez que vuelves a desobedecerme ¿Quedó claro? — La voz de Lexa era demandante y estaba enfrentándose a Anya quien no tenía ninguna expresión en su rostro — Te dije que la quería viva...
— ¡Está viva! — respondió la vampira con evidente enojo y fastidio — solo le dí un poco de lo que se merece.
— El castigo no te corresponde a tí Anya, así que no me obligues a llamarte traidora —ambas mujeres se miraban y ninguna pensaba en bajar la cabeza — seré yo quien le otorgue el castigo que se merece y no tendré ningún tipo de consideraciones...
— ¡Las estás teniendo justo ahora! — gritó su ex foss con frustración — tu sola presencia demuestra las consideraciones que estás teniendo porque me conoces, sabes que mi manera de castigarla no es y no será benevolente ¡Y estás aquí para evitarlo! Te volviste débil con ella hace años y ahora volverás a serlo. Te juro que cuando entres ahí, tu debilidad saldrá a flote — caminó directo a la salida — Hace años te dije que cuando esa maldita muestre sus verdaderas intenciones no estaría para consolarte, a pesar de eso, me quedé contigo pero esta vez... esta vez hablo enserio. Si ella vuelve a destrozarte entonces tendrás que salir adelante sola... serán las consecuencias de tus actos y de tu debilidad — Anya terminó por salir de los calabozos echa una furia dejando a la comandante sola quien también estaba con la ira a flor de piel.
Alexandria no solía dejar que alguien le hable así, es más, ha matado a muchos por solo responderle con un tono algo elevado pero su ex foss... a ella no puede matarla, no solo por el cariño que siente por ella, sino que también sabe que en parte tiene razón, sabe que ni bien entre al lugar y vea a su ex esposa, es muy probable que esa coraza que había estado creando esos años caiga sin esfuerzo.
Sus pensamientos fueron cortados por el grito de un nombre, y su piel se erizo ante la voz, sonaba débil y supo al instante que era producto de la tortura que Anya había estado ejerciendo.
— ¡Raven! — otra vez el mismo nombre, probablemente era la otra loba que Aden le informó que trajeron.
Sin más preámbulos simplemente abrió la celda, aunque el lugar era oscuro pudo distinguir con claridad el cuerpo que colgaba de unas cadenas que estaban fijas al techo de piedra.
— Anya, te lo suplico... detente — el cuerpo de la rubia temblaba y a pesar de la oscuridad, también se podía distinguir las marcas en su espalda debido a los latigazos — Por favor, tienes que llevarme con Alexandria... — tras esas simples palabras, el cuerpo de la comandante dió un ligero brinco y su respiración se desigualó por un segundo por lo que tuvo que luchar para volver a tener el control, hace años que no escuchaba su voz, ya había olvidado por completo como es que su nombre sonaba con aquella voz que una vez la volvió loca.
Esta vez el cuerpo se tensó y supo que Clarke ya se había dado cuenta de que no era Anya la que estaba ahí, pudo ver como su piel palideció más de lo que ya estaba por su presencia. La rubia le tenía miedo y aunque eso frustró a Alexandria, también la hizo sentir poderosa.
— ¿L... Lexa? —.
No podía volver a caer, no por ella.
— Hola Griffin — Ese apellido siempre fue el causante de sus problemas, pero ahora... no podía importarle menos que la mujer que amó un día llevara ese apellido, porque la traicionó y eso era algo que debía pagar.
NARRADOR OMNISCIENTE
A pesar de la oscuridad, la tensión era más que evidente, Clarke había estado intentando moverse por varios minutos pero se notaba el cansancio en cada intento.
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Una Rosa con Espinas | CLEXA
FanfictionContinuación de "Sangre Negra y Carmesí" Lexa regresó al castillo donde los recuerdos no hacían más que atormentarla, por primera vez en todo su milenio de vida necesitaba que alguien fuera capaz de asesinarla pero sabía que ninguno iba a ser capaz...