• Accident.. │ SxQ (+18)

Contra Reloj | Pt. Única

Las respiraciones errática de los dos chicos enredados en las sabanas de la desordenada cama era bastante corta ya, sus labios se apegaban y despegaban mientras se quitaban la ropa con evidente desespero, sus cuerpos ardían ante el toque y el roce del otro mientras la ropa se despegaba de ellos, exponiendo la caliente piel de ambos que deseaba mas acción, mas tacto, mas caricias,  mas placer.

Los ojos amatista recorrieron con atención el esbelto cuerpo del chico que había sido empujado al colchón una vez mas al haberle quitado toda prenda intrusiva que no lo dejaba ver su cuerpo, a excepción del gorro negro de lana, ya que el chico no quería quitárselo y debía respetar eso para no incomodarlo o algo parecido.
Aquellos ojos recorría desde los rosados pezones duros hasta los regordetes muslos del chico, prestándole atención a todos esos pequeños lunares esparcidos al rededor de todo el cuerpo de tez blanca, se veía mas que magnifico ante sus ojos; Era como una obra de arte que el necesitaba contemplar esa noche completa.

Iván, el de hermosos ojos amatista, no lo pensó dos veces y se quitó la ultima prenda, arrojándola a algún lado de la habitación iluminada por la poca luz tenue de la noche que apenas entraba por la ventana tapada por una cortina, la habitación estaba a oscuras prácticamente, los dos chicos jadeantes apenas se veían las caras que bien sonrojadas estaban al hacer las acciones que estaban haciendo. 

El mayor agarró con fuerza las caderas de Alex, atrayendo su delicado y 'pequeño' cuerpo hacia el de manera descuidada mientras veía la expresión del pobre chico que jadeaba por algo de aire luego de una sesion intensa de besos, que a su vez por el repentino impulso agarro con fuerza las sabanas a sus lados, jadeando mientras veía muy poco como las grandes manos contrarias recorrían desde su cadera hasta sus muslos, deslizando sus largos dedos de a poco por todo su cuerpo, haciéndolo estremecer mientras sentía como acariciando su suave piel, el hombre le proporcionó algunos besos en la parte interior de sus muslos, siendo lento y viajando de a poco, desde su rodilla hasta casi un poco mas de la mitad; Mierda, se sentía tan bien ese tacto suave sobre su piel, aquellos labios lo estaban enloqueciendo.

- Iván espera... Esto está mal,  Rubén podría llegar y... y vernos, que pensará de qu... mmh, Iván, n-no... - Trataba de hablar sin gimotear con desespero como quería hacerlo realmente, pero sin éxito alguno al soltar un suave gemido melodioso que a Iván le agradó mucho, satisfaciendo a su oído de manera sensual.
El pobre Alex solo quería decir algo, pero los jadeos y el tacto de Iván le dificultaban todo, ¿Como fue que llegaron a eso? El había ido a comer con un amigo, no a tomar la merienda con leche a las nueve y media de la noche.

- Shh... Que me importa Rubén? Ni que te manejara la vida, son amigos, no novios... -  La respuesta del chico no le pareció convincente al de gorro, quien hizo una mueca de desaprobación y soltó las sabanas para relajar sus brazos sobre su cabeza, sintiendo con evidente satisfacción como el otro deslizaba sus manos a través de su cuerpo, sin dejar de depositar besos en su piel.

- En menos de... Mmh... treinta minutos él... él ya va a estar aquí... Ah Iván, puta madre.... - La cara de satisfacción del chico al sentir la lengua húmeda de Iván recorrer sus muslos era muy difícil de disimular o de ignorar, era evidente de lo mucho que quería que las cosas aumentaran su nivel de intimidad e intensidad, pero a la vez él no quería que su mejor amigo tenga una mala vista de el por haberse acostado con su hermano mayor, podía pensar cualquier cosa de él.

- En treinta minutos te hice minimo cuatro hijos, dale, no la hagas tan larga.. - Sus ojos se voltearon un momento con cansancio de la situación y luego volteó al chico que tenia debajo, abriéndole las piernas con delicadeza y acomodándolo un poco para que quede justo a la altura de su entrepierna.

- E-Espera Iván! N-No puedes actuar así como así-! Vas a lastimarme, hijo de puta... -  Sus manos se apretaron un poco en las  suaves sabanas mal acomodadas mientras volteaba un poco la cabeza a su costado, poniendo su barbilla casi justo en su hombro, mirando a Iván con evidente lujuria, pero tambien con algo de suplica por él, estaba emocionado y excitado, era evidente, pero el hombre ni siquiera lo había preparado o algo parecido.