Una tragedia llevará a una joven a afrontar los peligros de la temible Isla Sorna, La Zona B. Su misión será sobrevivir y hallar la manera de escapar con vida de esta isla donde muchos otros han muerto antes.
Tras avanzar más por aquellos parajes montañosos, Anne no tardó en toparse con algo sumamente curioso, se trataba de una formación de rocas, pero el aspecto que tenía era muy peculiar ya que parecían unos escalones gigantescos mal amontonados, que la naturaleza hizo en un capricho; Anne se acercó y las vio sin poder creer lo que veía frente a ella.
— (Esto parecen escalones hecho para un gigante, vaya que es rara la naturaleza)- Anne al no ver otro camino decidió escalar esos escalones de roca gigantes, cosa no muy sencilla ya que su brazo izquierdo seguía doliéndole, aunque ya podía moverlo, pero prefería usar el derecho para apoyarse — (Vamos...vamos...)— pensaba mientras subía al primer escalón— (Ufff... que difícil) — ella nota que la distancia para vio que el próximo escalón era demasiado alto para poder escalarlo— (No podré subir por aquí) — pero vio que en otra sección de la formación rocosa otro de los escalones era más bajo y podría escalalo; así fue subiendo poco a poco hasta llegar al último— Ufff... fue pan comido, en comparación con lo que viví allá atrás— la chica de pelos castaños se tomó un momento antes de proseguir y entonces vio algo increíble.
Se hallaba en la cima de una montaña, aquel cañón la había llevado hasta ahí y abajo estaba lo que parecía un valle, lleno de árboles, lagos y varios dinosaurios pastando, pero había algo más, varias torres eléctricas conectadas a través con cables que rompía por completo la estética de la jungla.
—Vaya esas torres deben de llevar algún sitio ¿El centro de visitantes quizás? Debo estar cerca— pero Anne vio un problema ¿cómo bajaría de la montaña? No veía la forma— ¿Qué hago? si me caigo de aquí arriba quedare como una mancha roja en el suelo— entonces la muchacha vió algo por el borde del barranco, una lago cuya fuente venia del interior de la montaña— Dios no me digas que ahora debo dar un salto de fe ahí abajo— la caída era facilmente de unos 15 metros de altura.
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— (Me romperé el cuello con esa caída...sin dudas) — pero no había de otra forma, la chica se armó y cerrando los ojos dio un salto de fe.
El vació del aire se sentía por todo el cuerpo de Anne, pero solo duro unos cuantos segundos hasta que llego al agua; esta permaneció en calma hasta que Anne emergió para tomar aire y después nadar hasta la orilla.
—(Eso fue una total locura... espero no tener que arriesgar mi vida en lo que queda del día) — decía Anne saliendo del agua y tras ver que no se hizo ningún daño en el cuerpo, siguió su camino para seguir las torres eléctricas.
—¿Hasta dónde me llevará este camino? — las antenas seguían hacia el este de la isla y ahí es a donde Anne iría— Bien vamos allá— pero en eso algo capta su atención— Anne observa a lo lejos otra pequeña caseta de madera como la que vio por el camino del monorriel— (¿Sera que me arriesgo? La última vez no acabó bien) — decía ella recordando lo que le había pasado la vez anterior.
