ENAMORADA DE UNA ALFA SIN SENTIMIENTOS /Rivari, Omegaverse.

Ep.1

Era la segunda clase del día, Abril y su mejor amiga Nuvia se encontraban tomándola, y esperando con ansias el termino de ésta.

Dios, cuánto tiempo más tendremos que escuchar a este viejo y su aburrida clase. —Menciono Ari, (si ese era el apodo con el cual la conocían en la escuela), rodando los ojos y recostando su cabeza en su banco.

Según mis cálculos, faltan 10 minutos. —dijo su mejor amiga Nuvia entre unas leves risas, ya que era la única con la cuál Ari había logrado socializar y por suerte hubo conexión inmediata.

Después de los minutos mencionados finalmente llegó la hora que la mayoría de estudiantes esperan.

Ari junto a su mejor amiga se encontraban como de costumbre en la cafetería de la universidad, específicamente en una de las mesas que daba hacía las canchas, y obviamente como era de esperarse ahí se encontraba Rivers, jugando un partido de fútbol amistoso entre sus amigos alfas y con muchas omegas en las gradas hechandole porras.

Mírala, no crees que se ve muy sexi así.—mencionó Ari con una mano en su mejilla y con su codo puesto en la mesa.

Por favor, esa tipa solamente es buena para el fútbol, en otras cosas es demasiado repugnante, como en el amor por ejemplo.—respondió la pelinegra ganándose una mirada fulminante por parte de la contraria.

Pero no puedes negar que es demasiado atractiva.— agrego Ari aún con la mirada puesta en la rubia.

Lo es, pero eso no le quita que es una tonta. —mencionó Nuvia observando lo boba que se miraba su mejor amiga.

Y quita esa cara de tonta, que desde aquí se ve como te chorrea la baba.—agrego la misma entre risas burlonas.

Ari rodó los ojos como gesto de fastidio y le dió un último trago a su bebida.— y bueno, ¿que hacemos ahora?

Ya falta poco para entrar a la última clase, podemos empezar a caminar hacia el aula. — dijo la contraria parándose de su lugar.

Ari se levantó de su lugar y empezó a caminar hacia su aula junto a Nuvia. Las dos caminaban muy alegres cuando de pronto se escucharon unos gritos provenientes de la cafetería, las dos omegas se apresuraron a ir al lugar, encontrandose con una escena demasiado común diría yo. Rivers se encontraba peleando otra vez con un alfa, vaya sorpresa.

Ari y Nubia se quedaron mirando unos segundos hasta que maestros de la escuela llegaron al lugar para detener la pelea, Rivers se separó del otro alfa y se dirigió a los baños de la escuela, y Ari no pudo evitar sentirse preocupada por la chica que tanto le gustaba.

Ya habían pasado algunos minutos desde aquel acontecimiento, y la última clase del dia estaba por terminar.

Ash, necesito ir al baño.— habló Ari, cerrando su cuaderno y levantándose de su asiento.

Su mejor amiga solamente la observo irse del aula, sabía que era un pretexto para ver si se encontraba con la alfa rubia con la que todas las omegas deseaban, excepto ella.

Ari caminaba por los pasillos, observando con mucha atención por cada uno de los que pasaba.

Hasta que finalmente llegó al baño, pudo percibir unas voces provenientes de éste, haci que se apresuró a entrar, encontrandose con unas omegas que mantenían una conversación.

Está noche Samantha me invitó a su casa, hemos estado saliendo por unas semanas.—dijo Staryuki, una omega un tanto creída.

Que suerte tienes, ehh.—mencionó la otra omega que la acompañaba, dandole un par de palmadas en su espalda como gesto de porra.

Ari se apresuró a encerrarse en un cubículo del baño, y un par de lágrimas cayeron por sus mejillas pues sabía que no tenía oportunidad con Rivers, y probablemente sea verdad, la alfa y Staryuki llevaban ya unas semanas saliendo.

Después de unos minutos, Ari se digno a salir del baño y volvió al aula, se sentó nuevamente en su lugar sin decir una sola palabra. Pero eso no era necesario para que Nuvia se diera cuenta de que algo no muy bueno había pasado.

1 MES DESPUÉS -.

Yuki y Rivers habían confirmado su relación, era algo realmente sorprendente pues Rivers jamás había tenido una novia formal, ella era más de andar de omega en Omega.

Y ya podrán imaginarse como se sintió Ari con la noticia.

Ari iba llegando a escuela, cuando de pronto alguien la detuvo en la entrada.

Hey, tonta.—Habló Osvaldo, el hermano de su mejor amiga.

Tan temprano y ya arruinando el día.— mencionó Ari sarcásticamente y riendo un poco.

Nada más era para invitarte este fin a una fiesta que daré en mi casa, se que aunque no te hubiera invitado mi hermana te llevaría así que prefiero invitarte.— rió un poco.

Pues si no hay de otra, ahí estaré. — la Omega sonrió amablemente y siguió nuevamente su camino.

El día transcurrió como siempre, sin novedad alguna.

Vaya, esto se ve muy delicioso.— exclamó Nuvia mirando su bandeja de comida y sentándose en una de las mesas de la cafetería junto a Ari.

Si que lo está.— habló Ari probando un pequeño bocado de comida.

Por cierto, tu hermano me invitó a su fiesta, está rarito últimamente.— agregó Ari sarcásticamente y riendo.

Si irás, ¿verdad?— preguntó la Omega contraria dando un sorbo a su bebida y mirando con atención a la contraria.

No lo sé, en estos días es mi celo y probablemente irán muchos alfas, no quiero ocasionar problemas.— dijo Ari estando cabizbaja jugando sutilmente su comida con el tenedor que tenía en sus manos.

Eso tiene solución, toma tus supresores para disminuir tus feromonas y listo.— sugirió la pelinegra y le dió una sonrisa a la Omega contraria para animarla.

Lo pensaré, pero no te prometo nada.—menciono Ari dandole una sonrisa y probando otro bocado de su comida.

Y después de un par de horas más en la universidad, Ari se encontraba saliendo de su aula para irse finalmente a casa, pero fue interrumpida por alguien que chocó bruscamente con ella.

Yo.., lo siento mucho.—mencionó una voz un poco grave  y por el aroma a cafe y canela era obvio que se traba de un alfa.

S..si, no te preocupes.— habló Ari dedicandole una sonrisa al alfa que se encontraba frente a ella.

El aroma de Ari se intensificó por un momento ante el repentino golpe, poniéndola en un pequeño estado de nerviosismo.

Cerezas y fresas, tu aroma es fantástico, ¿como te llamas?— preguntó el alfa mirando a Ari con suma atención.

Me llamo Abril, pero muchos me dicen Ari, ¿Tu cómo te llamas?.— mencionó la Omega tratando de no verse nerviosa ante el cumplido del contrario.

Lindo nombre, Ari. Yo me llamo...—

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