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Jeongin quito la camisa y el pantalón junto a el bóxer de Sung-Min, volviendo a ponerlo en su regazo, sus manos tomaron las caderas del menor, ayudándolo a moverse en su entrepierna, soltando gruñidos que hicieron al menor debilitarse más.
Sung-Min apoyó sus manos en el pecho de Jeongin, moviendo sus caderas para pegar su esponjoso trasero en el bulto del mayor. Con su rostro sonrojado y jadeante, dejó caer su cabeza hacia delante, su cabello tapando el desastre que era.
-Innie~ yo-
-Shh. -I.N tomó de la cintura al menor, quitándolo de su regazo y poniéndose arriba de él.- Mi omega huele demasiado bien, ¿Ah? -Sung ronroneo.
El menor durante la intimidad suele ser demasiado sumiso, siempre.
-¡A-ah! Innie~, necesito- -I.N besó el cuello del menor, bajo a sus clavículas, dejó marcas en su plano abdomen y fue bajando más hasta encontrarse con las rellenitas y preciosas piernas del menor, mordiendo, chupando y lamiendo. Sabía que era uno de los lugares más sensibles y a jeongin eso le fascinaba.- ¡O-oh, Dios! -Sung-min enredó sus dedos en las hebras negras de su novio, empujando sus caderas a la lengua que ahora se encontraba dentro de él explorando sus mojadas paredes.
-Sabes tan bien, bebé. ¿Te gusta?
-¡Mmh~ si! A-ah...más -Jeongin sonrió, sacando su lengua, subiendo para quedar cara a cara con Sung-Min. El menor llevó sus manos a cada lado de su cabeza, enredando sus piernas en la cadera de I.N y volteando su sonrojado rostro a otro lado, dejando su cuello expuesto, con una hermosa marca entre éste y su hombro. Sonrió al recordar cuando lo marcó, se sentía tan feliz.
Y Sung-Min era tan sumiso.
Beso los preciosus tarios e su omega, mordiendo su labio inferior, aprovechando a meter su lengua en la cavidad de éste.
-¿Quieres que te la meta, mh? ¿Quieres sentir a tu alfa dentro de ti, bebé?-Sung-Min cerró sus ojos, parecía un pequeño tomate.
-Innie- ¡Ah! -Sung pegó un brinco cuando sintió una mano pegar en su esponjoso trasero.
-Contestame.
-Yo- A-alfa, entre en mí...-susurro.
-¿Por qué no te pones en cuatro y le demuestras a tu alfa cuánto quieres sentir su polla dentro de ti, mi amor? -Min cumplió inmediatamente, parándose para ponerse en aquella posición, abriendo sus piernas, pegando su cabeza y pecho en la cama y su espalda arqueada, su trasero quedó expuesto hacia arriba. Cómo sabía que a Jeongin le gustaba.
El mayor gruño, tomando su culo y lo apretó entre sus manos, encantando.
-Entra ya jah~! -I.N volvió a pegar dos nalgadas a Sung-Min, quien gimió fuertemente.
-Primero, no puedes hablar, fuiste un omega muy malo y grosero con tu alfa, este es tu castigo, bebé. -el mayor acercó su boca a el hermoso trasero frente a él, mordiendolo. A Jeongin le encantaba ver a el omega en esa posición, así podría apreciar gustosamente la pequeña cinturita de su novio.
