Para intentar despejar mi mente en lo que llegamos a la Universidad estoy mirando a través de la ventana del taxi contemplando lo hermoso que es este país. Quisiera poder disfrutar al cien de este pequeño viaje pero la verdad el pánico, la ansiedad y la inestabilidad mental se están apoderando de mi. Incluso, noto que también Andrés está nervioso, él suele sobarse las manos y rascarse la oreja cuando está preocupado por algo, lo conozco muy bien, por ese mismo motivo no me está haciendo conversación porque no quiere ponerme más alterado a mi.Mientras más avanza el taxi se que estoy más cerca de llegar y voy a tener que cantar para ser evaluado, quiero controlarme pero se pone cada vez más pesado e imposible. ¿Qué pasa si se me olvida la letra en pleno examen? ¿O si me equivoco al tocar alguna nota en el piano? ¿Qué tal si no puedo entablar una conversación en inglés fluida? No quiero pensar tanto en esto, debo tranquilizarme.
A lo lejos ya puedo ver la escuela, hay un gran adorno de una clave de sol y una claqueta de cine afuera de la fachada. Andrés y yo nos volteamos a ver al mismo tiempo, él me sonríe, yo lo hago igual pero muy forzado, ya que estoy más asustado y nervioso que feliz y emocionado.
Me bajo del taxi. Espero que Andrés se baje también para poder entrar juntos. La universidad es muy bonita por fuera y se ve bastante grande, impresiona mucho, el estilo del exterior da la apariencia de un mini castillo. En este momento es en el que me estoy dando cuenta de todo lo que está pasando, apenas me cae el veinte de que estoy en Londres y que estoy afuera de mi futura escuela.– Vamos, no hay que hacerlos esperar – me dice Andrés.
– No creo que nos esperen con tanta ansia, pero vamos.
Nos dirigimos a la entrada de la escuela, hay un portero en la puerta controlando quién entra y quién sale.
– Andrés espera…– ¿Qué pasa?
– ¿Puedes hablar tú con los demás? Si es necesario lo hago yo igual, pero apóyame en eso – le digo.
– Pues…
– ¡Por favor! – él me mira y me frunce el ceño.
– Está bien, está bien… pero en algún punto tendrás que hablar tú y en inglés. Okay? Do you understand me? – dice él, le suelto una pequeña risa.
– Okay, i got it.
Nos acercamos al portero y Andrés le explica que somos estudiantes ganadores del concurso y que venimos al recorrido y al examen, también le enseña los papeles que lo comprueban. El portero, sin pensarlo dos veces, nos da acceso a la escuela.
Ya estando adentro, veo un gran patio y jardín, muy bien cuidado y muy bien decorado, el portero a nuestras espaldas nos da las indicaciones de dirigirnos a la dirección general de la escuela, ahí hay más estudiantes del concurso y de intercambio.Nos paramos fuera de la dirección y enseguida notamos que ahí hay varios chicos también, más de los que yo pensaba, Andrés y yo nos pegamos a la pared esperando a que algo pase.
– Hey… Excuse me – me dice un chico desconocido a mis espaldas. – Do you speak spanish?
Andrés nota la situación pero no me dice nada.
– Ammm, si, así es.
– ¡Vaya que alivio! Estaba bastante nervioso porque no hay ninguna otra persona que hable español aquí, me llamo Manolo.
– Mucho gusto, me llamo Armando, él es mi amigo Andrés, viene igual conmigo – le digo, con la intención de pasarle a Andrés la charla y poder zafarme.
– Mucho gusto Manolo – dice Andrés extendiéndole la mano para saludarlo.
– Un placer conocerlos. Y díganme, ¿a qué carrera vienen? – nos pregunta Manolo, pero me quedo callado para dejar a Andrés responder, él lo nota y lo hace.
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Más Allá de Lo Que Somos
Teen Fiction¿Cómo puedes combatir algo que no está a simple vista? Algunas veces, los problemas y las presiones de la vida son más que agobiantes, en especial para Armando, un chico que sufre trastorno de ansiedad y pánico. No tiene idea alguna de cómo superar...