•°¯'•• 𝐸𝓁 𝒞𝒾𝑒𝓇𝓋𝑜 ••'¯°•

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-[Al cielo solo van aquellos que sigan las reglas Alastor... Aquellos que las rompen terminan en un lugar oscuro y con dolor... Regido por un tirano que desafío al cielo... Cruel y despiadado... Pero escucha hijo... Ese destino puede cambiar, estaremos juntos siempre... Alastor...] -La voz dulce de esa bella mujer de cabello castaño, intentando débilmente consolar el llanto de su hijo...las heridas de su cuerpo botaban sangre caliente cayendo sobre las manos y ropa de ese pequeño de apenas 10 o 11 años.

-No! No puedes abandonarme! Lo prometiste!, estaríamos siempre juntos!-Gritaba el infante a lo que quedaba de su madre, los responsables de esa muerte no serían encontrados jamás, las deudas de su padre trajeron la desgracia a su familia, con el como pago... El amor de madre fue más fuerte, escondiendolo de ese final atroz donde ninguno de los dos tenia culpa alguna, lo único que había amado... El ser más importante de su vida, ahora estaba en un lugar lejano, su madre no fue salvada por alguien divino ni terrenal... Su corazón se hizo añicos, su vida terminaría allí mismo... No tenía sentido continuar. Ansiaba el otro mundo, donde nunca se volvieran a separar y no les hicieran daño... Pero... Aun no... La rabia crecía jurando venganza a todos aquellos que hicieron oídos sordos y ojos ciegos a la crueldad [...] -

Al cabo de horas un hombre irrumpio en la casa... Era más licor que persona, su esposa en el suelo no era la preocupación tampoco su hijo sin fuerzas después de gritar tantas horas por ayuda corriendo de casa en casa en busca de las personas que tantas veces su madre ayudo... , no podía cambiar... No tenía las intenciones de hacerlo, una escopeta era cargada de balas, creyendo aún que los matones estaban en casa, su única idea fue huir hacia el bosque sin mirar atrás... Pero unos pasos detrás suyo se escuchaban, rompiendo las ramas tiradas en el suelo cada vez más cerca, también acompañado de él sonido de lloriqueo... Los pasos pararon... Un cazador necesita apuntar a su presa desde lejos, sin inquietar la... Dejando que tome confianza, como si fuera un animal, el disparo resonó acompañado de un grito ahogado por la cantidad de sangre brotando de su garganta, una sonrisa retorcida se hizo presente en el rostro de su cazador... Su propia sangre era quien jalo el gatillo, la afilada cuchilla comenzó a clavarse en su pecho, llevando consigo brotes de sangre-

-Tu debías protegernos... -Dijo Alastor al oído de su padre que se arrastraba alejándose de él... Con asco observó la escena, quien le dijo que huir era de cobardes... Ahora lo estaba haciendo, era patético, sin embargo no tardaría en perder la vida, solo, como ahora mismo Alastor tenía que continuar su vida...
-Perdón madre... Pero jamás nos volveremos a ver-

[...]

Una promesa que empezó ese mismo día clamando venganza hizo de ese pequeño niño no solamente alguien cruel... De su madre la maravillosa facilidad de tener don de palabra... De su padre la habilidad de engañar sin esfuerzo, a los 18 años, como todo un adulto dirigía algunos anuncios en la radio con la voz tan seductora pero refinada que tenía, un hombre ejemplar de modales, educado con las damas... Con muertes en su contador, la venganza fue completada en esos años... Su peor error fue disfrutar... Disfrutar de un pecado detestable pero ¿Quien tuvo la culpa? ¿Quien puso un rifle en sus manos a los 8 años?... Aquel que también perdió la vida en sus manos... Perfecciona su técnica cazando en el bosque animales para vender la carne según sus encargos... La práctica eran sus víctimas humanas... No muy diferentes a los animales a su parecer, rogaba muertas de miedo salvación...

-Sin duda alguna! Una maravillosa lista de canciones que derriten Corazones! Queridos espectadores mi trabajo va culminado, mañana no se pierdan nuestra gloriosa transmisión, nuestro querido sheriff tiene un anuncio importante que dar... Hasta aqui se despide su anfitrión, sigan sintonizados [~~] -Acabando su trabajo, con una sonrisa impecable Alastor se disponía a volver a casa, su camino habitual era caminando, tarareando una canción, saludando a su paso con gran entusiasmo a sus vecinos, quienes respondían amablemente, de pronto uno de ellos se acerco, era un encargo bastante personal para obtener carne fresca... Conseguirla con alguien de confianza era difícil, pero ¡Hey! Ese tipo confiable era Alastor, por la tarde sería un perfecto momento para ir a cazar, consigo llevaba no solo su arma, si no también una carretilla, el animal sería pesado, aunque también planeaba esconder los restos de sus practicas usuales nocturnas... La noche anterior los perros feroz mente se apresuraban hasta el, odiaba esas bestias, la policía estaba al pendiente últimamente de ese lado del bosque... Decidió cambiar de ruta, donde aquel hombre que lo acompañaba era el único conocedor de sus oscuros secretos, otro huérfano, separado de su familia por la misma gente... Su madre se había metido con un gran mafioso... Eso no termino bien... Ambos la única compañía mutuamente. -

-Oye! Alastor!, observa es un blanco muy fácil, podemos llevarnos a ese, su tamaño nos dejaría hasta un poco extra para nosotros... Vamos dejame disparar a mi esta vez [] -Dijo con gran entusiasmo, hasta que Alastor en un movimiento rápido le quito el arma, sin borrar la sonrisa de su rostro-

-Mi querido amigo, deja esto en manos de alguien experto, he estado practicando durante años, solo dejame hacerlo a mi, la próxima vez te dejaré disparar a un pequeño animal... Vamos date prisa [] -Ambos se acercaron lentamente, ese ciervo estaba bastante a la interperie, tuvo que esconderse entre los arbustos, apenas podía verse un poco el punto en el cual debía disparar-

La noche estaba cayendo, Alastor salió más tarde de lo habitual de su trabajo, sin más miramientos disparo... Pero ese ciervo dio un grito de dolor y comenzó a correr a toda prisa, buscando donde ocultarse en el bosque, mal herido con la bala aun en su piel enterrada, maldición... Alastor había fallado, pero su puntería era impecable!, como había podido fallar, no aceptaría perder así de fácil, salió de los arbustos siguiendo a el animal... A su paso noto poqueñas tumbas... Estaban hechas recientemente, era sumamente peculiar, ¿Por que hacer eso a un montón de huesos abandonados?, no lo entendió al principio, pero dese allí seguía el rastro de sangre, pacientemente lo siguió, su fiel "amigo" también venia con el, impactados por la escena a unos pocos pasos más, una fina tela blanca manchada con el rojo de la sangre llacia tirada en el suelo, no era ningún animal... Era una persona, ese vestuario tan refinado... Seguramente era alguien importante, tenían la opción de terminar con su vida, esperara a que los lobos olieran la sangre y llegarán a darse un festín.

-Mira nada más... Que porquería por esto perdimos el ciervo, Alastor solo tenias que disparar, un punto fácil!!, estaba frente a tus ojos, un puto animal de ese color no podía perderse-Menciono su acompañante, pero Alastor no le escuchaba, se encontraba revisando que nadie escuchara, ahora que ambos lo pensaban, el grito no era animal, parecía más un grito humano, era muy probable que estuviera confundidos, pero... Escondidos cerca de donde estaba el cuerpo una madriguera de conejos, eso no tenía nada de extraño... Al menos cuando presto detalle, uno de esos estaba curado con una venda cubriendo su pata. -Vamos Al, que haremos con eso-[].

-Guarda silencio... [] -Con un tono serio Alastor menciono a su contrario, en sus brazos estaba la persona a quien habían disparado, cubriendolo con su saco de color café oscuro... No apartó la vista, era tan hermoso, apesar de que su rostro y ropa tenía tierra, suponía al caer, ese sentimiento de calor en el pecho hizo que en Alastor se viera un sentimiento de culpa, como si el tiempo se parace... Su atención se centro en ello, hasta que se dio cuenta que había llegado a su hogar, no muy lejos de esa parte del bosque. -Henry... Vete a casa... Yo me haré cargo de nuestro pequeño problema... [] -Entro a su solitario hogar, ya allí pudo ver... Esa herida no dejaba de sangrar, sin perder tiempo buscaba por todo sitio el botiquín de primeros auxilios qué tenia, eso no muchos lo sabían pero Alastor había tomado varios seminarios de medicina, conocía lo más básico... Así no tendría que ir a un doctor y no levantar sospechas de sus crímenes.. Así transcurrió una noche que parecía eterna, por la mañana se encargaría de tirar todos los papeles con sangre... No pudo casi dormir del impacto de esa situación, tomo un baño al acabar haciendo su mejor esfuerzo, no quería dejar morir a ese hombre ahora acostado en su cama... La razón era desconocida a sus ojos, daba vueltas a su cabeza esa pregunta... Un desalmado como el... Si detenerse a ver si son mujeres, niños o bebes... Era diferente la situación, el crujido de la cama llamo su atención, cerro la llave del agua caliente, vistiéndose con su ropa para dormir, salió del baño, los ojos de ambos coincidieron, no pudo evitar pensar... "Que hermosos son", azul como el cielo mismo, tan claros como el agua de una cascada-

-D-donde estoy...?... [] -Pregunto mareado el hombre de cabello rubio, con los ojos azul que tanto llamaron la atención de Alastor, sin duda alguna, un hombre hermoso, facciones tan finas, ahora se encontraba sin la camisa en lugar de ello tenis unas vendas, su desmayo de la impresión seguramente, giro su cabeza chocando su vista con la de ese hombre alto, ahora mismo no estaba formal, tamse preguntaba el ¿Qué hacía en ese lugar ? -

-Ahora mismo mi despistado amigo te encuentras en mi modesto hogar, tal vez un cazador torpe te lastimó, pero descuida... Yo mismo me hice cargo de la herida... Ahora dime ¿Cual es tu nombre?

-M-mi nombre?... Lucí... Solo llamame Lucí... [] -Débilmente alzó la cabeza, su voz era suave como la tela de su ropa y también era cálida... Como un café en una mañana fría-Como podría llamar a mi s-salvador...[]

-Alastor, aquel infeliz que tienes delante de ti... Lleva ese nombre... Descansa un poco más, aún seguirás aturdido, golpeaste tu cabeza demasiado fuerte... Lucí...

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La voz de la transmisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora