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Desbloqueó su celular una vez más; la pantalla iluminó su rostro, revelando el fondo de pantalla del estadío Monumental con sus colores vivos y brillantes, sobre el cual se superponía la hora: 3:35 AM. Con cuidado volvió a bloquearlo, y se sentó al borde de la cama. Era una de esas noches en las que su novio se quedaba a dormir en su casa sin previo aviso. Simplemente aparecía en su domicilio, degustaba algo de su heladera mientras charlaban un poco, y luego se acostaba a dormir, ya fuera por aburrimiento o cansancio.

Julián suspiró mientras veía dormir a aquel hombre en su cama, cama en la que aquella tarde había compartido con un hombre diferente.

Si se quedaba solo con sus pensamientos por al menos diez minutos, se convencería de sentir algo de culpa, aunque en el fondo sabía que esa culpa desaparecería tan rápido como llegaba aquel mensaje que estaba esperando.

Suspiró nuevamente, tal vez hoy no lo llamaría.

Dejó su celular en la mesa de luz, destendió su mitad de la cama y cuando se dispuso a adentrarse en la misma, la pantalla de su celular se prendió, esta vez por la llegada de un nuevo mensaje.

Acercó su rostro a la pantalla y pudo divisar un "Estoy afuera." Eso fue suficiente para que tomara sus zapatillas y abandonara aquella habitación. Con cuidado, cerró la puerta de su departamento, siendo recibido por el silencio de la noche. Caminó solo un par de pasos cuando pudo ver aquel auto oscuro que tanto conocía.

Se acercó al auto y desde la ventanilla del copiloto pudo ver al morocho perdido en su celular, la pantalla iluminaba su cara, se perdió cuando aprecio como su ceño se fruncía ligeramente, mientras volvía a teclear.

Abrió la puerta del auto y se subió sin más, no necesito pensar en cómo saludarlo, ya que el morocho se acercó a él para dejar un suave beso en su cuello expuesto.

Apoyó su cabeza en la ventanilla cuando escuchó que el vehículo se encendió, el auto se comenzó a mover y con ello la mano de Enzo viajó a su muslo interno.

"¿Hoy tenemos horario?"

"A las 6:30 se levanta, entra a laburar a las 7"

"Entonces no vamos a poder ir a mi depto." Dijo Enzo, deslizando su mano por su muslo, dándole un apretón antes de llegar a su entrepierna.

"Bueno, pero podemos ir al lugar donde íbamos antes..." Contestó Julián rápidamente, teniendo como respuesta un nuevo apretón y una sonrisa brillante de parte del morocho.

Aquél lugar era un pequeño mirador, con un estacionamiento frente a él y varios árboles a su alrededor. Por experiencia propia, sabían que era poco frecuentado, ya que había sido uno de los lugares que más visitaban cuando comenzaron con sus aventuras.

"¿Vamos atrás?" susurró Enzo, acercándose a su oído para dejar un beso debajo de él.

Julián apoyó su cabeza sobre la de Enzo. "Me gusta más cuando me lo haces acá", dijo. Solo esas palabras bastaron para que el morocho se separara de él y tirara su asiento hacia atrás.

"Vení para acá entonces", dijo Enzo con una sonrisa de medio lado, palmeando su regazo.

"En realidad... estaba pensando en otra cosa", respondió Julián, llevando su mano a la entrepierna de Enzo, paseándola por el bulto cubierto por la ropa.

Ante ésto, el morocho amplió su sonrisa y se llevó ambas manos hacia atrás de su cabeza, cediendo el control.

Julián mordió su labio con la intención de ocultar su sonrisa, aunque esta se escapó entre sus dientes. Con su mirada fija en el morocho, masturbó el bulto creciente bajo la tela de los pantalones de Enzo.

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⏰ Última actualización: May 22 ⏰

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