Moon Knight V

Un buen maestro (OSCAR x niña)

Prólogo: Tus padres son algo despreocupados contigo y eso a Oscar, quien es tu maestro, le preocupa.

ItzMdna
Advertencia: Aquí Oscar va a ser maestro en lugar de actor, la rayis tiene 10 años, además de padres despreocupados.

A Oscar por lo general le gustaba mantenerse al tanto de lo que sucedía en las vidas de sus pequeños alumnos para así saber si necesitaban algo o si les ocurría alguna cosa, por lo que regularmente tenía entrevistas con los padres y/o tutores de todos, y conversaba bastante seguido con los niños también. Sin embargo cuando fue el turno de los tuyos, ninguno asistió.

Ni uno de tus padres asistía ni a las reuniones generales ni mucho menos a las citaciones privadas, y Oscar desde hacía bastante tiempo que había notado que muchas veces no llevabas cosas para comer, o estabas muy cansada, o simplemente no aparecías en las clases.

Aquel día cuando los niños salieron a almorzar al patio de la escuela, Oscar también fue para sentarse en una mesa y adelantar trabajo, sin embargo te vio sentada en el césped junto a una muralla donde estabas apoyada y haciendo tus tareas, pero sin comer nada.

Frunció el ceño confundido y tomó su mochila junto con una carpeta de la mesa y se acercó a ti.

–Hola... ¿te molesta si te acompaño?–Te preguntó con una sonrisa.

–No, adelante.–Le respondiste haciendo tu mochila a un lado.

–¿Por qué no estás almorzando con los demás? ¿No tienes hambre?–Te preguntó sentándose junto a ti dejando sus cosas en el suelo.

–No traje almuerzo, en casa se les olvidó prepararlo.–Respondiste encogiéndote de hombros.

Oscar inhaló profundamente y luego dejó ir un pesado suspiro viendo que seguías haciendo tu tarea.

–Mmm... ya veo...–Murmuró antes de buscar en su mochila su almuerzo que estaba en un recipiente.–¿Te gustan los fideos?

–¡Me encantan!–Exclamaste volteándote hacia él.

Oscar sonrió y abrió el recipiente donde la comida seguía tibia, y lo extendió hacia ti junto con un tenedor.

–Pero es su almuerzo...

–No pasa nada, la verdad yo no tengo hambre.–Te dijo con una sonrisa entregándote el recipiente.

Tomaste el tenedor y comenzaste a comer provocando que Oscar sonriera ligeramente mientras te observaba devorar la comida.

Oscar se preguntaba cuantas veces había sucedido lo mismo, o siquiera si desayunabas en las mañanas antes de irte a la escuela, lo cual le preocupaba bastante.

–Si quieres.... si quieres to puedo traer almuerzo, tu solo dime lo que te gusta y yo estaría feliz de prepararlo.–Te dijo con una sonrisa mientras tu seguías comiendo.–Y déjame decirte que no es una molestia, al contrario, así me aseguro que comas bien y te alimentes durante el día. ¿Te parece bien?

–¡Okey! En mi casa no siempre cocinan, y cuando lo hacen no me gusta, la mayoría del tiempo compran comida en otros lados. También a veces no me traen a clases porque se quedan dormidos, o yo no puedo dormir en las noches porque hacen mucho ruido con la música.–Le explicaste mientras seguías comiendo.

–Ya veo...–Murmuró Oscar pensando en alguna otra manera de ayudarte, o de conseguir que quienes te cuidaban fueran a hablar con él.–Cuando necesites algo no dudes en decirme, ¿está bien? Lo que sea, siempre voy a estar aquí.

–Okey.–Le dijiste ofreciéndole una sonrisa antes de seguir comiendo, y Oscar sonrió volviendo a su trabajo aún sentado junto a ti.