Parte 9-De vuelta en ese lugar...

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[Guarida del Merodeador/Tierra 42]

Miles de sentía incómodo en la jaula. Era un lugar pequeño y apenas entraba él, sumado a que los pequeños picos a pesar de no ser lo suficientemente grandes y filosos para perforar su piel, si le causaban una molestia algo dolorosa.
Aunque el lugar era muy poco cómodo, el chico logro dormir un poco, además de que el Spider-Man se habia resfriado por el frio al que se expuso la noche anterior.

Pero justo cuando pudo dormirse, se escuchó un fuerte golpe en su jaula que lo despertó de inmediato sobresaltado.

-Vaya, despertaste rápido, no debes tener un sueño muy pesado que digamos¿No?

Morales estaba en cuclillas al lado de la jaula de Miles. Este último no se veía muy feliz de que el Merodeador este aquí, sabía que el iba hacerlo sufrir por haberse escapado.

-Pobre niño iluso ¿Pensaste que ibas a escapar? Oh, que idiota eres.

Morales se rió cruelmente. Miro a su rehén quien lo miraba con pavor, resentimiento e ira.

-Vamos. Sal de ahí, tengo que castigarte.

El Merodeador abrió la puerta de la jaula y saco a Miles. Este último chillo un poco cuando lo sacaron de la jaula, los pequeños pinchos le hicieron sentir algo de dolor.

El chico estornudo ruidosamente.
Morales puso su mano descubierta en la frente de su rehén, dándose cuenta de que estaba hirviendo en fiebre.

-Dios, eres un estúpido, te enfermaste por dar vueltas por la calle como un perro callejero.

El Merodeador suspiro y amarro a Miles.

Se fue y trajo unas cobijas y almohadones. Sacó los picos de la jaula, puso los almohadones y las sábanas en esta.

-Metete allí dentro. Te voy a cuidar de momento, después te voy a castigar

Miles obedeció y se metió en la jaula mientras estaba amarrado.

-¿Estás cómodo ahora?

-Un poco...

-No te muevas, voy a comprarte tus medicamentos.

-Ni que pueda hacerlo.

-Buen punto.

Morales se fue. Se montó en su motocicleta pero está no arranco, no tenía gasolina. Después de insultar por unos segundos se fue a pie a la farmacia.

Mientras tanto, Miles se sentía más cómodo por los almohadones que habían en la jaula. El chico se arropó y se acomodo mejor para descansar.

[Calles de Brooklyn/Tierra 42]

Morales volvía de comprar los medicamentos, cuando escucho un pequeño ladrido proveniente de una cajita en un callejón.
El Merodeador miro a la caja y vio a un pequeño cachorrito, ladrando y moviendo la cola. Alguien lo había abandonado hace poco.

A pesar de que no era alguien muy amante de los animales, miro al perrito y lo alzó.

-Hola, amiguito. Debes tener hambre. Vendrás conmigo, cosita¿Te parece bien?

El animal ladro felizmente y movió su colita emocionadamente.

[Guarida del Merodeador/Tierra 42]

Morales llevo al perrito a su casa, su hogar estaba al lado de donde Miles estaba secuestrado. Puso al animal en el sofá, le sirvió en unos tazones algo de agua y un poco de carne en el otro porque no tenía comida para perros.

-Ya vuelvo, ternurita.

El Merodeador acarició la cabeza del cachorro y este volvió a ladrar y empezó a comer.

Morales se fue a donde tenía a Miles secuestrado, con los medicamentos en una bolsa.

-oh... Mira a la bella durmiente...

El Merodeador abrió la puerta de la jaula y le dio un puñetazo en la cara a Miles para despertarlo.

-¡DESPIERTA, PUTA PATÉTICA!

El Spider-Man se despertó al sentir el puñetazo en la cara. El chico se veía aturdido por el golpe.

-Oye...

-¡Silencio!

Morales tapo la boca de Miles.

-Muy bien. Ahora...
El Merodeador tomo una de las pastillas que habían en la bolsa.

-Toma una.
El chico tomó las pastillas y tomó una pastilla y la digirió.

-Gracias...

-No me lo agradezcas. Sólo estoy siendo benevolente ahora, después continuará tu castigo como mereces.

-...

-Por ahora. Disfruta de tus momentos mientras estás enfermo, será las únicas veces que tendré cierta piedad de ti.

Morales miro a Miles quien se estaba acomodando en su jaula.

-Dios pareces un animal encerrado... Bueno, disfruta de tu siesta...

Morales volvió con el cachorro que estaba dormido.

-Vaya, parece que mis dos mascotas se durmieron.
El Merodeador se rió, le gustaba degradar a Miles y llamarlo su mascota.

[Cuartel de la sociedad Araña]

Miguel estaba muy frustrado. Era imposible hablar con Gwen sobre el tema de Miles sin que ella se panique pensando en que pudo haberle pasado al chico.

-Dios... Gwen es demasiado irritante ahora...
Farfulló Miguel y se frotó las cejas frustrado.

-No puedes culparla. Yo me pondría igual que ella si mi mejor amigo a desaparecido.

Respondió Pavitr. Mientras miraba a Miguel cruzado de brazos.

-Supongo que tienes razón... Pero no puedes negar que es demasiado molesto comportamiento cuando está tan desesperada.

-Lo se, lo sé. Tenle paciencia... Se que es molesta a veces pero es porque se preocupa por Miles y además, si tu estuvieras contribuyendo a la búsqueda de él, ella no estaría así.

-¿¡Y por qué exactamente!?
Miguel se exalto ante las palabras de Pavitr.

-Oye, calmate, lo dije en broma... pero... Tengo razón, de una cierta manera... porque si estuvieras contribuyendo a la búsqueda de Miles tal vez ya lo hayamos encontrado...

-No es mi culpa que no pueda encargarme del caso de Miles ahora.

-Lo se, lo sé. Por eso te dije que lo decia en broma...

Pavitr suspiro y puso su mano en el hombre de Miguel.




Hola!!!
Si les doy sincera. No tenía planeado agregar al perrito pero no me arrepiento >:)
Sólo tengo que pensar que nombre ponerle a ese bendito perro😢

Gracias por leer hasta aquí<3
Bye

Déjame ir!(Milescest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora