Cabalgamos hasta llegar a un granja, campos de algodón y trigo hasta donde la vista alcance, personas trabajaban ahí, llegamos hasta una casa grande y blanca, tanto que seguramente su interior también era blanco, un hombre viejo con un basto y sombrero salió la puerta, bestia muy elegante, Nathaniel detuvo al caballo una vez estábamos cerca de el.
—Señor Nathaniel.
El hombre hizo una reverencia con la cabeza.
—Agua para los caballos y camas para los hombres.
Dijo mientras se bajaba del caballo, el hombre asintió con la cabeza, Nathaniel me extendió sus brazos hacia mí, yo respondí, me bajo tomándome por la cintura, me tomo de la mano y me dirigió, entramos a la casa, me llevo a la habitación donde dormiríamos, era una cama elegante, Nathaniel me dijo que puedo hacer lo que quiera siempre y cuando no me acerqué al viejo que nos recibio, luego de eso se fue, como es de costumbre John se quedó en la puerta, pero ahora duerme en la habitación de a lado, cuando salí de la habitación quise salir a ver los campos, me dirijo a la salida, Jonh iba detrás de mí, decidí bajar el ritmo para estar a su lado.
—Por que no quiere que me acerqué al viejo de esta casa?
Pregunte mientras Jonh abrió la puerta para salir.
—No lo se.
Responde mientras caminabas hacía los campos de algodón, una vez allí caminaba al lado de las mujeres que estaban recolectando el algodón, sus miradas me ponían algo incómoda, una de ella me chocó, alparecer no me vio caminar, al caer su bolsa con algodón se abrió dejando caer todo, yo empecé a ayudarla a juntarlo, ella estaba sorprendida, no sé si era por qué la estaba ayudando o por qué no le grite por chocarme, le dedique una pequeña sonrisa y me ayudó a juntar todo el algodón, pude escuchar como unos caballos se acercaban a nosotros, Tres hombre llegaron, una se ellos se bajó rápidamente y se acercó a ella la tomo del brazo y la levanto con furia, la abofeteo, me levanté y lo empuje, el nisiquiera lo pensó, levanto su mano para golpear me pero Jonh lo detuvo y de un puñetazo lo tiró al suelo, saco su arma y la apunto a una de ellos, los hombros levantaron sus manos lentamente.
—Quien te crees que eres viejo bastardo.
—Soy el hombre que te hará un nuevo hoyo para cagar si sacas tu arma pendejo.
—Nos las esclavas del señor Luton.
—No me importa, ahora pendejos mamás vergas mejor vallan se o juro por dios que los matere.
Una tención se generó entre Jonh y los hombres, una de ellos escupió a un costado.
—Vamonos.
Dijo y los tres se marcharon lentamente, John no guardo su arma hasta que se alejaron bastante.
—Estoy en problemas?
Pregunte mientras le entregaba la bolsa al mujer, esta me agradeció con la cabeza y se fue.
—No lo creo.
Responde Jonh mientras guardaba su arma, caminamos hasta llegar al otro lado de la casa, la noche estaba llegando, volvimos a la casa, Nathaniel estaba recostado en la puerta fumando.
—John ve a dormir un poco.
John dio una reverencia con la cabeza y se retiró.
—Tienes hambre?
Asentí con la cabeza, Nathaniel se hizo a un lado de la puerta y me dejó pasar, me llevo a una sala, la mesa era larga, en la punta estaba el viejo, a su lado estaba otro hombre bien vestido, parecía más joven, Nathaniel saco una silla y me hizo un gesto para que me sentara, a mí lado se sentó el, los sirvientes trajeron una fuente de cerámica, el olor era esquisto, papas, carne y salsa, todo en uno, cada palo tenía un poco, cuando estába por comer Nathaniel me tocó el hombro, tomo una cuchara y me señaló cual de todas era, tomé la mísma cuchara y el asintió con la cabeza, luego de comer, trajeron el postre, dejaron una pequeña bandeja de crema junto a un plato de frutillas, una a una fui degustando las frutillas bañadas en crema, Nathaniel encendió un cigarro.
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CONTRATO
RomanceUna esclava se ve atada bajo un contrato con alguien que parece ser uno de los peores seres de la humanidad