Mortalmente Hermoso |Traducción|

•Capítulo 2•

-Esta es una vigilancia -dijo Harry-. Guarda ese libro porque es tu deber. Y porque de alguna manera hace que me den ganas de llorar.

-Es mi deber leer este libro -anunció Malfoy virtuosamente-. Soy tu compañero. Tu peligro es mi peligro, tu caso es mi caso, y tus locos encantos Veela son mis locos encantos Veela. Excepto que no técnicamente, lo cual es una lástima, porque les daría un buen uso.

Con eso, volvió al horrible libro que había encontrado en la biblioteca de los Inefables. Tenía una foto que Harry encontraba bastante angustiosa en la portada, y se titulaba Vírgenes y Zorras: Una Versión Veraz de las Vicisitudes de las Veela.

Harry volvió a mirar por encima del tablero la casa ocupada por Halperin, el silencioso socio de Dixon, el hombre que sospechaban había elaborado el plan que había matado a cuatro niños duendes. En cuatro horas habían reunido la importante evidencia que él había reciclado.

Malfoy había reunido algunas otras cosas, pero ninguna era relevante para el caso y todas molestaban a Harry en diversos niveles.

En ese momento, Malfoy soltó otra risa encantada y Harry se preparó.

-Potter, mira -dijo, mostrando una sonrisa brillante y malvada, y le mostró a Harry la imagen.

Después de un momento Harry cerró los ojos, porque era cerrarlos o quedarse ciego.

-Es el camisón ceremonial de las Veela -le dijo Malfoy en voz baja, como si no quisiera ahuyentar su propia alegría impía-. Todas las Veela tienen que usarlo en sus noches de bodas.

-No va a ser un problema -dijo Harry entre dientes apretados.

-Me gusta el organdí -observó Malfoy, todavía en esos tonos bajos, y luego enterró su rostro en el libro y rió y rió. Salió del libro empuñando un lápiz e hizo una marca al lado de la horrible imagen-. Entonces ya tienes listo tu regalo de navidad.

-Creo que este es un momento apropiado para mencionar que de hecho tengo licencia para matar -dijo Harry.

Resultaba que como el noventa por ciento de las Veela eran mujeres, sus tradiciones tendían hacia el lado femenino. Con el organdí.

Malfoy tarareó alegremente para sí mismo mientras pasaba las páginas.

-Entonces -dijo después de un rato-. Hablemos de ese monstruo en tu pecho.

-No lo hagamos.

-He estado pensando en ello -dijo Malfoy-. Dado que Slughorn fue el hombre que lo descubrió, he decidido llamarlo Horace.

En la oscuridad, iluminados por un único farol lejano, los ojos de Malfoy brillaban de forma maniática. Harry aguardó con temor lo que estaba por venir.

-Y dado que Horace es un civil en la línea de fuego, creo que debería obtener una compensación por los riesgos que ha tenido que correr, viviendo en el pecho de un Auror. Como has sido Auror durante tres años, a Horace realmente se le deben bastantes salarios atrasados.

-¿Has estado oliendo cosas en el cuarto de evidencias otra vez? -preguntó Harry.

-Horace va a ser un monstruo de los activos -dijo Malfoy.

-Como mi compañero, creo que deberías saber que estoy en la oscuridad con un maníaco -dijo Harry-. Ayúdenme. Ayúdenme.

Malfoy se rió y volvió a su libro, sobre el cual se rió un poco más.

-¡Espera a escuchar sobre las danzas rituales!

-En serio, estoy bien con no saberlo nunca. De verdad.