Almas Destinadas

Capítulo 34: Nuestra oportunidad

// Capítulo súper largo para un cafecito... La canción del Cap: "Alone, Pt. II - Alan Walker & Ava Max"
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Los ángeles, eran seres de luz según muchos, eran conocidos por ser las creaciones perfectas de Dios, aquellos que servían y hacían al pie de la letra lo que era impuesto y dictado por ese personaje de eras, sin cuestionarle, llevando paz y armonía a donde su voluntad deseara. De entre todos, Lucifer fue quien marcó una diferencia, era un soñador con ideas diferentes, con un alma pura e inocente, divertida y sobre todo llena de curiosidad, lo que provoco que con el tiempo fuera señalado por sus semejantes. Aislado en el momento en que Dios creo ese paraje para sus primeras creaciones a imagen y semejanza, el primer hombre y la primera mujer, él fue enclaustrado, hasta que se le dio la tarea de viajar al Edén, el lugar que recibió a los primeros mortales, dónde el destino o la casualidad que pasó por encima de los planes de Dios, dio lugar a la insólita e inusual coincidencia de conocer a Lilith, aquella que fue creada para traer la descendencia de la humanidad con Adan. Ella se había opuesto a las ideas de aquel a quien le habían impuesto a amar, y en su espíritu de libertad y empoderamiento, huyo de él, se negó más de una vez a llevar una vida impuesta por un "alguien", un Dios, y en medio de esas constantes dudas conoció a Lucifer, donde ambos compartieron sus ideales.

La primera mujer había despertado pensamientos fuera de su cavidad en la mente de ese ángel y ambos se enamoraron sin pensarlo, sin razonarlo, simplemente ocurrió, pero en el brote de aquel amor prohibido de dos almas singulares y desiguales, se revelaron cuando el cielo dictó en Lucifer las ideas erróneas y esos sentimientos que corrompían su juicio, algo que solo era otorgado a humanos, algo para lo que no había sido creado un ángel, por supuesto, ellos gozaban de un significado de amor diferente, simbólico al respeto por la vida, pero nunca de aquel que podía desenfrenar la deriva a los deseos carnales. Así, ambos enamorados en el desespero y en el entendimiento de sus fieles creencias, compartieron el libre albedrío a Eva, haciendo caso omiso a la última advertencia de los ángeles.

El cielo se encargó de detenerlos, Michael el arcángel más cercano a Lucifer, fue quien le tomó por sorpresa seguido de sus hermanos, llevándole hasta Dios y fue ahí donde su valor brotó. Sin doblegarse, trató de explicar ese maravilloso sentir y palpitar de su alma a su creador, el descubrimiento de un amor genuino que veía como una estrella tintineante de un vasto universo esperando ser descubierta, trató de defender aquel sentimiento como muestra de algo divino, de algo que podía ser comparado con la devoción a su Padre, pero ese Dios solo vio a un iluso soñador que había sido corrompido por sentimientos mortales. Con decepción a su serafín más cercano, dictó la sentencia a sus dos hijos, donde Lucifer se impuso sobre él, defendiendo por segunda vez y con fervor sus ideales; reclamó cada uno de sus sueños de los que habían sido apagados antes de siquiera exponerlos y de cómo sus propios hermanos le habían dado la espalda. Dios no le tuvo misericordia, le haría ver lo que significaba el mal dentro de ese amor con ejemplo de su amada, la primera mujer, así entendería que incluso en el amor había dolor y un desborde de emociones terribles. Lucifer, arrepentido de su propia lengua y con firme decisión, pidió que aquel castigo fuera solamente cargado hacia él, por ser quien erró en sus decisiones y en darle la espalda a su propia existencia a cambio de conservar ese sentimiento.