Capítulo 10: Leyendas y demonios

7 3 6
                                    

Valeria y Paco estaban sentados en una mesa del piso de Valeria, ambos anonadados. Valeria le había dado el día libre a Xavin y había mandado un correo a sus clientes de que iban a estar una temporada sin hacer encargos. Por suerte Xavin también tenía planes, obviamente los mismos que Valeria, pero eso le adolescente no lo sabía. En el tiempo que tuvieron entre el día anterior y lo que llevaban de este habían encontrado lo que parecía desvelar la identidad de los poderes extraños de Kraven, pero no se lo podían creer.

Allí, delante de ellos, había un libro antiguo que habían sacado de una biblioteca muy vieja y bastante escondida de un callejón muy descuidado de Madrid. El libro estaba abierto de la manera en la que pudieron para no romper un libro casi podrido. En la página delante de ellos se encontraba la respuesta a sus dudas: una imagen de un caballero esqueleto con la piel de fuego. El vengador fantasma, un ser humano poseído por un ángel caído llamado "el espíritu de la venganza". Además de eso tenían una respuesta ambigua sobre el poder que demostró el ser, una sola frase que dicta que el vengador fantasma puede someter al juicio divino a cualquiera que mire a los ojos.

- Dios... - Dijo Paco.

- No, ese bicho no es cosa de Dios, estoy bastante segura... ¿Cómo cojones paramos esto?

- Vamos a pasar la página a ver si averiguamos algo.

Ambos empezaron a pasar la página con sumo cuidado, tratando de no romperla en el proceso.

- Estoy empezando a leer... Un pacto con... - Empezó Valeria

- Mierda, me veo venir por donde va.

Al final consiguieron pasar la página, y la frase era bastante sencilla. Un pacto con el diablo empezó la posesión, otro pacto lo romperá.

- Mierda... ¿Eso significa que alguien más tendrá que tomar su lugar o qué cojones? - Dijo Valeria, desconcertada.

- Me está superando esto.

- Toma, y a mí, no te jode.

El móvil de Valeria empezó a sonar. La mujer se levantó despacio y fue a por el móvil, revisando la pantalla. Era María. Valeria cogió la llamada, un poco sin ganas de hablar de temas serios ahora mismo.

- ¿Sí?

- Valeria, he visto las noticias, ¿Qué coño era eso?

- Pues acabo de averiguar qué es, vas a flipar...

Tras unos minutos de explicar lo que acababa de ver en el libro junto con Paco, hubo unos minutos de silencio antes de que María contestara.

- ¿Estás borracha?

- No, coño, está aquí Paco y lo hemos estado mirando.

- ¿Paco? ¿Y Andrés?

- Le he... Mandado a casa... Aquí corría peligro.

- Oh... Bueno, voy para allá, no puedes llevar esto sola.

- No estoy sola, haz lo que quieras, no sé ni si estaré todavía en casa.

Valeria colgó el teléfono y lo dejó de nuevo donde estaba. Suspiró. Paco no quiso comentar nada, solo esperó a que Valeria hiciera algo más. Valeria caminó hasta Paco y se sentó de nuevo en la silla.

- Perdona, no estoy de humor para algunas gilipolleces de esta mujer.

- No pasa nada, bueno, ¿qué hacemos?

- Pues como no vayamos a una iglesia...

La heroína esmeralda y el ex convicto en rehabilitación tenían mucha más información ahora, pero se sentían aún más perdidos. Cada cosa nueva que sabían sobre esta nueva amenaza los hundía más y más en la desesperación. Entonces Valeria recordó algo importante.

Gunspider 3: la gran caceríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora