EL QUE HACE ARDER MI CORAZÓN

I

Kyojuro Rengoku, es un pilar de veinte años y un guerrero honorable que sigue unos códigos de moral y principios que le fueron inculcados por su madre a una edad temprana, y que le permiten moverse por el mundo de una forma muy respetable y digna. El mismo, nunca se había enamorado de alguien y tenía planeado no hacerlo hasta derrotar a Muzan Kibutsuji solo así podría tener una vida tranquila con su persona predestinada, pero no podía evitar querer saber como se sentía.
Y se prometió que si alguna vez encontraba a la persona indicada no la iba a dejar ir y si la perdía haría todo lo necesario para tenerla de nuevo a su lado.

Y ahí estaba el, lo habían llamado, junto a los demas pilares a la mansión del patrón para poner a prueba a un joven cazador, el cual, protegía a su hermana demonio, y proteger a un demonio iba en contra de las reglas.

Kyojuro escuchaba atentamente las palabras del menor, el lo comprendía, solo trataba de proteger a su hermana menor. El también tenía un hermano menor y sabía que si estuviera en el lugar del joven habría hecho lo mismo que el.

Al escuchar, le resultó difícil creer que la demonio Nezuko no había devorado a ningún humano y aunque fuera cierto, no se puede descartar la idea de que en algún momento lo pueda llegar a hacer.

No podía aceptar la propuesta del patrón. Que Nezuko siga con vida, lo mantendría intranquilo no solo a el si no también a todos en la compañía cazademonio.
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Ya lo habían decidido, Nezuko podría seguir luchando a lado de su hermano mayor quien también podría seguir siendo un cazador de demonios. A Kyojuro no le quedó de otra más que aceptarlo, no podía ser tan malo. Pero por sobre todas las cosas, el espíritu y las ganas de derrotar a Muzan de aquel joven eran realmente admirables, admitió que le parecía alguien interesante.

Todos ya se estaban llendo y necesitaba decirle algo a, según lo que recuerda, su apellido era Kamado
Escuchó haberle pedido permiso a Oyakata-sama para llevar a Kamado a su finca y se dirigió al lugar.

Cuando llegó vió a un joven y se le acercó...

----Buenos días, por casualidad no ha vis-...---- se calló al verlo voltear y se perdió al mirar sus ojos y cabellos, ambos rojizos y una leve y gentil sonrisa, ese era Kamado no lo había poder visto bien de cerca en la mansión del patrón, en ese momento sintió una sensación que nunca antes había sentido.

----¿Necesita algo?----La concentraciones del mayor se cortó al escuchar esas palabras.

----¡¿Eh?!...y-yo no p-perdón por la molestia---- Y se fue de allí caminando lo más rápido posible, ¿Que había sido eso?, esa sensación, sintió como algo empezaba a revolotear en su estómago, ¿A caso se había enfermado o simplemente era un dolor raro de estómago?.
Ya no importaba esa sensación se fue en cuanto se alejó lo suficiente.
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NARRA KYO

Ya es de noche y sigo pensando, no lo puedo olvidar, en especial a aquel chico, se veía adorable, por así decirlo, en realidad lo que sentí al estar cerca de él no se sintió mal, me gustaría volver a experimentar eso, ¿Qué habrá sido? ¿Comí algo que me calló mal?
Iré a hablar mañana con Kocho-sama, sobre lo que sentí, a lo mejor ella sabrá sobre el tema.