Capítulo 6.

1.4K 238 48
                                    

Sus dedos estaban entrelazados, sus miradas se conectaron, verdes esmeraldas y negros azabaches.

Muchas de sus amigas actualmente tenían pareja, algunas ya casadas y otras comprometidas. Siempre leía los mensajes que relataban sus vidas casi de en sueño con sus novios o esposos.

Ella desde que rompió su relación con su ex prometido no había intentado mucho en realidad, se centró en su mudanza y trabajo más que nada.

Pero sabía que era una mujer hermosa, no tenía dudas de eso y que le facilitaría tener al hombre que quisiera aunque no le llamaba mucho la atención.

Pero ahora las cosas cambiaban un poco esbozando una picara sonrisa al joven quien se animó a entrelazar sus dedos con los suyos.

-Fubuki-san -Goku murmuró mirando los hermosos ojos jade de la mujer quien entrecerró sus ojos.

-¿Sí?

-Es muy bella -murmuró riendo levemente con un tenue rubor en sus mejillas.

Sus rostros lentamente se acercaban, las mejillas de la mujer tomaron un color rosado aunque su expresión no era una de temor o ansiedad sino de curiosidad.

¿Hasta donde llegaría esto?

La temperatura del lugar comenzaba a sudar, quizás porque eran las 14:47 de la tarde. La hora del almuerzo ya había pasado.

-Gracias Goku-kun~

Esa respuesta pareció una suave canción para el Son.

Sus respiraciones se volvían mas agitadas sus dedos temblaban levemente.

Ya qué.

¿Qué es lo peor que podría pasar? No terminaría enamorado de un joven como Goku, ¿verdad?

Esa fue la afirmación auto impuesta de Fubuki quien decidió acercar sus carnosos labios a los de Goku cuyos ojos se expandieron levemente aunque rápidamente comenzó a disfrutar el sabor de la mujer.

Sus orbes esmeraldas ahora estaban cerrados saboreando al otro. Las manos de Goku sostuvieron delicadamente las mejillas de la mujer, no es que no estuviera asombrado por esa situación, pero tampoco desaprovecharía aquello.

Ambos estaban sonrojados pero finalmente se miraron uno al otro, el beso había terminado. No había palabras que decirse por algunos segundos casi eternos para Gpku pero repentinamente Fubuki cubrió unas pequeñas risas con su mano.

-Eres muy malo dando besos Goku-kun -afirmó la mujer riendo pero aún sonrojada.

Goku se puso algo nervioso, pero más se sintió ofendido.

-O...oye, tampoco soy tan malo Fubuki-san -se quejó cómicamente.

-Lo eres -agregó la chica riendo divertida.

Goku quedó callado por unos momentos hasta que esbozó una sonrisa enigmática.

-Bueno... me puede ayudar a practicar más seguido si gusta -propuso mirando directo a los ojos de la mujer que se exaltó por aquella propuesta indecente.

El corazón de  Fubuki dio un pequeño salto por las palabras de Goku, aquella falsa actitud madura que tenía tambaleó.

-Hmm, creo que... aún hay mucho trabajo que hacer en esta casa -ella entrecerró sus ojos al pronunciar esas palabras a la vez que su suave mano se posaba sobre la mejilla del chico de pelos parados que disfrutó del contacto.

.

Era domingo, el azabache caminaba tranquilo camino a la zona comercial de la ciudad. Estaba en busca de recados hechos por su madre.

Goku Humano: Extraordinariamente ordinarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora