16'

57 8 4
                                    

My Qing tembló.

Sentía como poco a poco le faltaba cada vez más el aire, sabía que tenía que hacerlo, pero no estaba listo aún, y aunque no estuviera listo tenía que estarlo, por su papá y por su tío.

Como pudo, se enderezó, escuchando a Xie Lian llamarle y el silencio sepulcral de los pocos presentes que asistieron.

Mu Qing entró, se encontraban en una de las salas del palacio real, había cámaras por todos lados, luces, y un micrófono algo alto en su dirección.

Apenas apareció, se encontró con la dorada mirada de Feng Xin, brillante y atenta hacia él.

Tal vez fue aquello, que hizo al heredero suspirar ligeramente, y frente a la cámara principal, mostró su bonito collar, del cual solo existían tres piezas, era el escudo de los Mu, las otras dos, Feng Xin se las había entregado hace unos días, con el bonito heredero llorando un buen rato entre los brazos de su novio.

El ex platinado aclaró ligeramente su garganta, completamente serio, y después de mirar a los pocos presentes, continuó:

"Hola, cómo ya la mayoría sabe, soy el heredero legítimo del emporio Mu, empresas Mu, y lo derivado creado por mi padre y por mi tío, que al fallecer, pasaron a mi nombre, quiero aclara públicamente que tomaré el título como es debido, al igual que honrar de la mejor forma a mi familia, esperando que descansen donde se encuentren ahora, y con eso quiero dar por anunciado también, mi compromiso con el socio mayoritario de empresas Mu, Feng Xin, este compromiso se realizó con el apoyo de mi familia, sólo que no se había hecho oficial hasta ahora, dicho eso, retomaré mis actividades como es debido en cuanto lo considere pertinente, al igual que la realización de mi boda, aún seguimos en duelo. No habrá preguntas, muchas gracias"

Y aunque los pocos reportemos comenzaron a hablar sin siquiera pausarse, Mu Qing no se molestó en mirarlos, dio una ligera reverencia, y se retiró, siendo inmediatamente seguido por Feng Xin.

Tanto el asistente, como el abogado del castaño, enmudecieron, ¿Habían escuchado bien? Incluso tardaron en llegar a su jefe, y al hacerlo, los dos se lo llevaron a otra habitación para hablar en privado.

No siquiera podían formular adecuadamente su idea cuando el ojimiel ya se había sentado, cruzando una de sus piernas y mirandoles con una ceja elevada.

"¿De qué demonios está hablando?" - El que habló primero fue Gu Jinbao, su abogado, había palidecido completamente, y sus ojos se llenaron de lágrimas-. "No, no puedes casarte, e-es peligroso"

"¿Estás seguro A-Xin?" -Su asistente preguntó mirándole curioso y atento, cómo si no pudiera creer realmente la decisión que el mayor acababa de tomar-.

Y Feng Xin, que miró de uno a otro, volvió a sonreír, soltando un suave suspiro al hacerlo.

Lo que ninguno de los dos sabían, es que aquella platica la estaban dando tarde, dos días atrás, el heredero y el rey diablo se casaban en secreto, acompañados solamente por Xie Lian y Pei Ming.

Una bonita y exageradamente privada ceremonia, que tenía a ambos hechos un manojo de nervios, y que, frente al juez, ninguno dudó respecto a su decisión, pese a que los nervios los consumían, a decir verdad, se sentía correcto, era lo único que parecía no ser pesado últimamente.

Feng Xin firmó primero, el discurso del juez fue rápido, al parecer sabía con que clase de personas trataba, y no quería problemas.

Ni siquiera había pasado media hora que llevaban ahí, cuando el ojimiel firmaba, Mu Qing no se atrevió a mirarlo hasta segundos después, cuando este ya estiraba la pluma en su dirección.

HEART (fengqing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora