Las horas pasaron y nosotros seguimos cabalgando, llegamos a un pueblo donde la gente no paraba de mirarnos como si tuvieramos algo en la cara, Nathaniel se bajó y luego me bajo a mí, nos dirigimos a una casa, está no era muy elegante pero si era de alguien importante, al llegar una sirvienta nos recibió nos llevo a nuestra habitación, antes de acostarme me fui a dar un baño, el agua estaba perfecta, el jabón olía muy bien, Nathaniel entro, apenas lo vi tape mis pechos con mis manos, el encendió un cigarro mientras se quitaba la ropa.
—Vas a bañarte o solo bienes a verme desnuda?
Pregunte lavándome una pierna.
—Un poco de ambas.
Respondió, se acercó apenas me vio entro conmigo a la tina, era lo suficientemente grande para los dos, el se recostó en la tina, si bien su cabeza apuntaba al techo, pero sus ojos estaban en mí.
—Que?
Pregunte con una pequeña sonrisa en mí cara, el saco el cigarro de su boca y expulsó el humo.
—Si te dijera que me gustaría cogerte, ¿Que dirías?
Una pequeña risa salió de mí interior.
—Te diría que no por qué no quiero hacerlo.
Tomo el jabón que deje aún costado y empezó a lavarse el pecho.
—Puedo preguntarte algo?
El asintió con la cabeza.
—Por que yo?
Nathaniel apago su cigarro y se tiro un poco de agua para sacarse el jabón.
—Bueno fuiste la única que acepto, además las otras chicas dijeron que solo querían ser libres.
—Debi tomar la segunda opción verdad?
Pregunte soltando una cargada.
—Si debiste hacerlo.
Una risa salió de su boca, el se acercó a mí, coloco una mano en mí cuello y la otra la puso en mí pierna y lentamente la acercaba a mis labios inferiores, los nervios me Consumen a medida que sus dedos se acercaban más, mí mente se nublo.
—Nat...
Puso un dedo en mi boca.
—No quiero que digas nada
Me beso, sus labios estaban secos pero aún así la sensación de ellos me fascina, mientras se besaba su mano se acercaba cada vez más, un pequeño gemido se escapó de mis boca, el ruido de la puerta nos interrumpe.
—Señor Nathaniel?
Dijo una voz que no reconozco, Nathaniel solo soltó un suspiro de molestia, salió de la tina y se tapo con una toalla, y salio del baño, termine de bañarme y me seque, al salir Nathaniel terminaba de hablar con alguien, me mira de arriba y abajo.
—Quien era?
—Nadie importante.
Se quito la toalla y luego me quito la mía, nos acostamos, me acosté en su pecho mientras el terminaba un cigarro.
—Lisi?
—Si
—Quien es el hombre que te hizo daño?
Estaba confundida por su pregunta, si tuviera que decirle el nombre de cada hombre que me tocó la lista sería muy larga.
—A que te refieres?
—Me refiero a al hombre con quien soñaste, ese hombre que le suplicabas que no te tocará.
Estaba apunto de llorar y darle una respuesta, pero si se lo digo el lo mataría y no querío que algo le pase a el, no podría soportar la idea de que Nathaniel se metió en problemas por mí culpa.
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CONTRATO
Lãng mạnUna esclava se ve atada bajo un contrato con alguien que parece ser uno de los peores seres de la humanidad