Los pensamientos de las flores. -COMPLETO-

Capítulo 1

"Maldita sea," Siseó Pansy mientras su palma se perfora una vez más de la vegetación vampírica en los invernaderos de Hogwarts. Ella arranca la planta ofensiva y golpea el avión de vidrio con un golpe satisfactorio. Se toma este tiempo para envolver su herida fresca con un vendaje, otra adición a la creciente colección de lesiones en sus manos. Pansy Parkinson se puso fácil e incluso ella podía admitir eso. Todos los Winzengamot estuvieron de acuerdo en que su único crimen durante la guerra era ser una maldita perra y la última vez que comprobaron que no era un crimen. Eso y su ser una cosa que come la muerte, pero eso fue anulado ya que ella nunca lo tomó voluntariamente, no después de que su propio padre la imperiused a someterse.

Aún así, tenía que responder a los crímenes de su padre, por lo que se le permitió reunirse con la sociedad con la condición de que se encargara de la enorme multa de 50,000 galeones que abofetearon a la casa de Parkinson y un año al servicio de la comunidad mágica.

Decidió hacer lo inteligente y golpeó dos pájaros de un tiro al regresar por su 8o año y cumplir su tiempo haciendo trabajos de mierda para la escuela, que técnicamente son detenciones si alguna vez vio uno. Ella se acerca para recoger la planta que acaba de tirar y golpea violentamente contra su agarre, tratando de alejarse de ella. De alguna manera, no pensó que cambiar la flora sensible era lo que habría terminado haciendo para compensar los "crímenes de guerra". Ella era en realidad esperando algo mundano como limpiar cajas de trofeos o desempolvar armarios de escoba, no masticar sus dedos a diario.

"Deberías ponerlos bajo la luz del sol. Se van a dormir y puedes desengancharlos de manera segura", dijo una voz que trataba de ser valiente detrás de ella. Ni siquiera había notado que alguien entrara, no que alguien viniera por aquí a esta hora del día. Pansy mira hacia atrás para ver la figura alta del cobarde residente Gryffindor, o ya no tan cobarde, resulta. La miró con inquietud, miedo y valentía girando detrás de sus ojos.

"Para qué estás?" Levanta la ceja antes de dejar caer el horrible repollo en su bandeja para macetas y lo llevó hacia el lugar de la habitación donde el sol golpea las mesas directamente, quemando la madera. Observó que la planta una vez violenta cesaba su paliza y se quedaba quieta como deberían ser las plantas. Ella sigue desconchando.

"No estoy," tartamudea, "No estoy aquí para detención. Me gusta ser voluntario aquí,"

"En propósito?" Pansy le hace una cara.

Se sonroja y murmura algo sobre amar la Herbología o lo que sea y se arrastra a su estación de trabajo donde estaba cultivando una variedad de flora que Pansy no tenía intención de aprender. Así que no pregunta si sólo para ahorrarse la conversación. Pansy apenas escuchaba mientras terminaba de descolgar la planta vampírica y deja un fresco en su lugar. Odiaba admitirlo, pero el Gryffindor realmente la ayudó con eso. Sus largos dedos óseos ahora presentaban una mezcla heterogénea de vendajes de todas las lesiones relacionadas con las plantas que ha sufrido. Frunce el ceño y se sienta al borde de la mesa detrás de ella y produce un cigarrillo y lo ilumina. Respira hondo, dejando que la nicotina se arremolina alrededor de su interior, calmando sus nervios.

"No puedes fumar aquí!" Neville Longbottom la mira, completamente atónita.

"Por qué no?" Ella lo desafía, pero le divierte cómo la regaña.

"Esta es literalmente la habitación más inflamable de toda la escuela, excepto para la biblioteca," él le mira como si cometiera un crimen de guerra—, que no podía enfatizar lo suficiente, ella no lo hizo.

"Te aligerarías, Longbottom," Pansy pone los ojos en blanco y acecha hacia él, "Literalmente decapitaste a una serpiente y tienes miedo de un pequeño cigarrillo?" Ella llega a su escritorio y se cierne sobre él, sus labios se tensan cuando se vuelve a sus plantas y se preocupa por ellas, "Qué estás creciendo de todos modos?"