Noche de Pasión

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La noche brillaba en todo su esplendor, con el cielo mayormente despejado y las estrellas observando atentamente a la pareja que se entregaba en cuerpo y alma en esa noche.

Cada caricia, cada susurro, cada beso, aumentaba la pasión y la lujuria en sus corazones, con un deseo creciente de fundirse en uno solo.

-Damian- gemío cuando la mano de este se deslizó por su espalda marcando el camino de su columna para luego llegar a sus caderas y comenzar a subir hasta el broche de su capa.

-Rachel- dijo el entrecortadamente mientras ella acariciaba su abdomen por debajo de su camisa

se besaron con ferocidad, las manos de el en su cuello, las de ella en su pecho. 

levantó su camisa con timidez mientras el dejaba besos húmedos en su cuello. El la ayudó arrebatando la parte posterior de su uniforme de Robin dejándola sorprendida. su cuerpo bien formado, esculpido por los mismos dioses, otras veces ya lo había visto sin camisa pero esta, esta ves era diferente.

Su vista se poso por cada sicatris  que tenía, sus dedos las trazaron con dulzura mientras el solo la observaba. 

puso una mano en la parte posterior de su cabeza y la aserco a él para besarla, se separaron luego de unos minutos.

–es tu turno- le susurro en su oído con pasión, tanta que la iso erizar- déjame ver tu cuerpo niña bruja- eso énfasis en lo último- ponte de espaldas

ella obedeció, le dio la espalda y tomó su cabello ahora largo con ambas manos. el sierre de su leotal comenzó a abrirse con dulzura mientras las caricias continuaban.

Suspiró al sentir el cálido roce de sus manos deslizándose por sus brazos, revelando la sensual lencería negra que yacía bajo sus prendas.

Apoyó su cabeza en el hombro de su amado, entregándose al placer de sus caricias en los senos y sus besos apasionados.

-Quiero... más- jadeó con anhelo, entre gemidos entrecortados. -Más... más- su voz ansiosa y excitada incitaba a Damian a continuar, avivando la intensidad del momento

Damian respondió a su deseo con un beso ardiente y apasionado, intensificando la conexión entre ellos. Sus manos expertas exploraban cada centímetro de su piel, provocando escalofríos de placer en todo su cuerpo.

La música de sus gemidos era el único sonido que llenaba la habitación en aquella noche, y mientras las manos de Rachel exploraban con ternura bajo los pantalones de Damian, este, con un hábil movimiento, retiraba con suavidad el sujetador y las bragas de ella.

la recostó en el suelo, habrio con ferocidad sus piernas.Él se erguía frente a ella, desabrochando su pantalón y sus shorts con determinación, revelando su deseo. Raven lo miraba con avidez, anticipando el momento en que se unirían en un acto de amor apasionado.

Con delicadeza, se acercó a ella, preparándose para fundirse en un ardiente abrazo. La pasión los consumía mientras las caricias se volvían más intensas, los gemidos escapando de sus labios en un crescendo de placer compartido.

- Sí, Damian, sí - susurraba Rachel entre suspiros, su voz cargada de deseo - Más fuerte, más intenso - clamaba, mientras él respondía con maestría a sus anhelos

El ritmo de sus cuerpos se aceleraba, el deseo los envolvía en una burbuja de éxtasis y lujuria. Los corazones latían al unísono, siguiendo el compás frenético de su unión carnal.

- Oh, Rachel, eres mi perdición - susurró Damian entre susurros entrecortados por el placer, sus ojos reflejando una pasión desenfrenada.

- Sí, Damian, no pares, por favor, no pares - suplicó Rachel, aferrando sus manos a él con ansias desbordantes, buscando fundirse en un solo ser.

Cada embestida era un torrente de sensaciones intensas, cada gemido una melodía de satisfacción compartida. El mundo desaparecía a su alrededor, dejando solo espacio para el calor de sus cuerpos y la conexión profunda entre sus almas.

- Te deseo tanto, Beloved  , eres mi todo - musitó Damian, sus palabras impregnadas de devoción y pasión desenfrenada.

- Y tú,habibi , eres mi fuego, mi pasión ardiente - respondió Rachel, entregándose por completo al torbellino de emociones y placer que los consumía.

Cerró los ojos con intensidad al sentir cómo el calor la envolvía por completo. Con cada embestida, sus uñas se hundían en la piel de Damian, marcando el camino de su deseo compartido.

Un gemido profundo escapó de sus labios entreabiertos, y al abrir los ojos, revelaron un brillo carmesí, reflejando la pasión desenfrenada en su interior. Una sonrisa sugerente se dibujó en su rostro, emanando una energía sensual y excitante.

En un rápido movimiento lleno de un deseo abrasador, ella cambió las posiciones con destreza, colocándose ahora encima de él, dominando la escena con una mirada desafiante y llena de pasión.

Sus cuerpos se fundieron en un baile de lascivia y entrega, el manantial de sus deseos fluía libremente mientras se miraban con complicidad y lujuria desenfrenada.

Ella se balanceaba con gracia sobre él, disfrutando del poder que tenía sobre su amante, mientras él la miraba con admiración y pasión, entregándose por completo a la pasión ardiente que los consumía.

Los gemidos se entrelazaban en el aire cargado de deseo, fusionándose en una sinfonía de placer compartido que los llevaba a un éxtasis inigualable, donde el tiempo parecía detenerse y solo existían ellos y su unión carnal.

- ¿Te gusta tener el control, habibti? - preguntó Damian con voz ronca, sus ojos centelleando con deseo mientras la observaba en la cima de la pasión.

- Me encanta sentir el poder de dominarte, habibi - respondió Rachel con una sonrisa traviesa, moviéndose con gracia sobre él, disfrutando de cada roce y cada gemido compartido.

- Eres mi tentación, mi fuego, mi todo - susurró Damian, sus manos buscando aferrarse a su cintura con ansias contenidas, entregándose por completo a la vorágine de emociones que los envolvía.

- Y tú, amor mío, eres mi rendición, mi pasión sin límites - musitó Rachel, inclinándose hacia él para unir sus labios en un beso cargado de deseo y entrega, sellando un pacto tácito de amor y lujuria eternos.

Con rápidos movimientos, Damian volvió a colocar a Rachel debajo de él y, acercándose a su oído, le susurró con voz ronca.

- Ya te has divertido demasiado, ahora es mi turno de disfrutarte - le besó el cuello con pasión, arrancándole un suspiro a su amada - Déjame jugar contigo

Comenzó a moverse con intensidad, entregándose a la pasión y apretando las caderas de Rachel. Ella envolvió sus piernas alrededor de su amado, aferrándose a su cuello y besándolo con deseo.

- Ahh, creo que me voy a venir... - dijo Rachel con voz temblorosa.

- Yo también, mi amor - respondió Damian.

- Damian...Rachel - exclamaron al unísono, fundiéndose en un torbellino de sensaciones mientras sus cuerpos se unían en un éxtasis compartido.

Después de caer exhaustos al suelo, se abrazaron con fuerza y se besaron, sellando así la hermosa noche que habían compartido. Con un suave "te amo, niño pájaro/niña bruja", se dejaron llevar por el sueño, con la luna y las estrellas como testigos de su pasión.

Fin

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Me gustaría agradecerle a mi mejor amiga, ella fue un gran apoyo para el desarrollo de este capitulo 😊

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