One-Shots Temporada 2

Hawks x Dabi

En el antiguo año de 2800 a.c se proclamó una ley que cada gobernante debería cumplir, si el rey no tenía un heredero varón antes de que terminara su reinado sería mutilado de sus partes nobles ya que no servía para obtener hijos

Pero si tenía primero una hija y después un hijo la hija debería ser sacrificada al cumplir la mayoría de edad, siendo aún virgen y sin haber sido mancillada, el día habia llegado seria el sacrificio de la joven princesa siendo el sacerdote real quien llevaría acabo tal acto

La princesa ___ hija mayor del sultán sería sacrificada con una técnica que no le daría sufrimiento pues moriría envenenada, comiendo moras, que poco a poco arian que se durmiera y pereciera, todo el pueblo se reunio pars ver que se llevara acabo, pues de no serlo los dioses arian una terrible sequia y oeste en su pueblo

—Hija perdoname, sabes que lo hago por el pueblo—

—Padre ahórrate este número estúpido, sabes bien que siempre quisiste un varón y mi muerte solo te quitará un peso—

Tu padre quito su cara de dolor y paso a una engreída y arrogante

—Tienes razón, quitemos las máscaras y haznos un favor muriendo, de cualquier forma los dioses solo recogerán tu alma si para llevarte al Averno, ahí es donde perteneces—

Tu madre se acercó, tocando tu cara y besando tu frente con lágrimas en los ojos la miraste y detrás de ella a tu hermano menor

—Cariño, no sabes cómo me gustaría estar en tu lugar—

—Hermana, perdón por haber nacido—

Tu corazón se estrujó, el era un amor todo lo contrario a tu padre no habría duda de que sería un buen rey

—No te hagas esto Asim, no es tu culpa, promete que serás un buen rey—

El asintió tomo tu mejilla y la beso tiernamente, te alejaste de tu familia llendo al tazon de moras que esperaba por ti, la gente se conmosionaba pues este era un gran sacrificó

—Habitantes de Guiza, doy mi vida por qué este pueblo este asalvo de la furia de los dioses y que ellos me tomen como sacrificio—

Dicho esto las nubes comenzaron a ponerse negras, y rayón amenazaban con caer, el viento se torno feroz cuando un rayo callo frente a ti apareciendo un hombre rubio de muy buen ver y un par de alas gigantes color carmín, casi como la sangre misma

—Vaya, eso sí que es muy amable de su parte princesa—

Al verlo todos se arrodillaron y bajaron la cabeza, era Horus el rey de los cielos, su vestimenta lucía finas telas y el hilo juraría que era de oro, tras salir de tu trance te arrodillaste bajando la cabeza lo más que podías

—Mm vaya cuánta veneracion obtengo y eso que vine con mis ropas más desgastadas—

Tu padre fue el primero en pronunciar palabra, pues todos tenía miedo de que la ira de los dioses callera sobre ellos

—Mi señor....nos sentimos honrados con su presencia...—

—Cierra la boca escoria, y no te atrevas a mirarme—

Tu padre se quedó callado, nadie se atrevía a mirarlo pues un dios no era cosa de juegos

Tu aún seguías con la mirada baja, estabas temblando, sentiste como tocó tu cabeza acariciando tu cabello

—Dime pequeña, ¿estás dispuesta a dar tu vida por esta gente?—

—S..si señor, lo aria sin pensarlo, es mi deber proteger a mi pueblo—