《Mansión central, zona de la mafia fantasma, Busan, Corea del sur》
Jimin observó con poco interés la ventana qué tenía frente a él, el sol comenzaba a calentar de forma perezosa colándose lentamente por su habitación logrando qué un poco de calor llegara hasta él, afuera no podían ser más de las ocho de la mañana, pues el día parecía apenas comenzar, desde su lugar podía observar a los hombres de seguridad comenzar a caminar realizando el perímetro diario, ninguno parecía prestarle importancia o darse cuenta de su presencia, Jimin conocía su lugar dentro aquella casa, él no era más que un objeto, algo que no tenía valor ni importancia, no tenia libertad alguna, estaba ahí solo por que su captor había decidido no matarlo, pero sabía que no iba a ser para siempre, estaba plenamente consiente de que un día cuando Sook se aburriera, él iba a desaparecer.
Cerró brevemente los ojos, aquel pensamiento lo lastimaba en el fondo, ¿Cuándo su vida dejó de ser suya? No podía identificar una respuesta clara, quizá fue cuando Sook decidió reclamarlo como suyo, o cuando tuvo que usar su cuerpo como método de ingresos, quizá fue mucho antes cuando su padre lo comenzó a maltratar, no lo sabe con certeza, tampoco le gusta mucho pensar en ello, ¿Para qué hacerlo si nada va a cambiar? Si las cosas van a seguir siendo las mismas; suspiro brevemente y volvió a abrir los ojos esta vez fijando su atención en el jardín delante de él, ¿Algún día iba a ser dueño de su propia vida? Se tomó unos segundos para tratar de responder la pregunta, sin embargo, no tenia una respuesta; en el fondo, en lo más profundo de su ser, el deseaba poder tener el control de su vida, decidir lo que el quisiera y hacer cualquier cosa a su modo, sin tener a molestos guardias detrás de él, quería poder enamorarse, aprender a querer a alguien y sentir lo que es ser querido, quería poder ser visto como lo que realmente es, un hombre.
El ruido de las sábanas moverse lo saco de sus pensamientos, observando sobre sus hombros noto a Sook entre las sábanas comenzando a moverse, no debía tardar en despertar, dejando su posición en la ventana se alejo de esta para caminar por la habitación hasta entrar al cuarto de baño, cerro la puerta tras de si, no se molesto en ponerle seguro, sabía que iba a ser en vano, camino por el reducido espacio hasta abrir la llave de la regadera y dejar que el agua fría comenzara a calentarse, observó su reflejo al espejo, su cuerpo estaba delgado, había estado perdiendo algunos kilos, últimamente el apetito le había empezado a faltar, se sentía enfermo y descuidado, siguió viendo su cuerpo, había un par de marcas y moretones esparcidos alrededor de su pecho y caderas, en su trasero había marcas rojizas, sus piernas dolían y estaba seguro de que sentarse iba a resultar ser incomodo, reparo en su rostro, había bolsas debajo de los ojos, se sentía demasiado cansado, no podía dormir bien, ni siquiera recuerda a última vez que durmió ocho horas corridas, pasó sus manos por sus mejillas, estas estaban cada vez mas delgadas, podía ver el hueso de su pómulo comenzar a marcarse, sus labios estando resecos, tenía algunas heridas causadas por morder sus labios, finalmente llevo sus manos a su cabello, estaba seco y algo enredado, había notado que con cada baño más mechones se desprendían de él.
Dejó de ver su reflejo, se sentía asqueado, sucio, odiaba de una forma que parecía desconocida el verse así, por que todo gritaba el gran abuso que estaba sufriendo, no puede recordar ni siquiera la última vez que vio su cuerpo sano, que se sintió cómodo con verse al espejo o que simplemente no tenia esa terrible sensación de asco rodeándolo, hacia tanto tiempo que vivía siendo un juguete, tantas noches en las que suplico qué el abuso parara, que por solo un día pudiese dormir tranquilo o quizá con suerte no volver a despertar.
Entro a la ducha sintiendo como la calidez del agua se colaba por su cuerpo, permaneció allí por un rato, solo sintiendo el agua recorrerlo, aquella sensación le traía paz, le permitía quitarse cierta suciedad, escucho movimiento en la habitación, pasos lentos acercándose hacia el cuarto de baño, se tenso casi de inmediato, pero no se movió, de todas formas no tenia a donde huir, la puerta del baño fue abierta y cerrada, pudo escuchar como el cristal corredizo qué separaba la ducha del baño era abierto y después la presencia de alguien más detrás de él, no hizo nada, solo permaneció en silencio mientras sentía como unas manos se pasaban por su cuerpo, quiso alejarlas, armarse de valor y darse la vuelta para encarar a su captor, quería gritar, tal vez golpearlo hasta dejarlo inconsciente y salir corriendo de ahí, quería hacer algo por su vida, por que esta cambiará, sin embargo, solo se mantuvo en su posición, sintiendo como el cuerpo ajeno se apegaba a él, una respiración profunda en su oreja y un beso cerca de su cuello, finalmente el hombre detrás de él hablo.
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The Min's
أدب الهواةMin YoonGi y Min Jungkook son dos hermanos qué lideran a la mafia más poderosa de Corea del sur, sin embargo sus vidas comienzan a dar un drástico giro cuando dos lindos chicos aparecen en sus vidas. Park Jimin solo quiere tener su libertar y Kim T...