Gala

116 11 0
                                    

Después de dos insufribles días el encierro terminó. Las calles eran un completo caos, algunas casas y edificios se desmoronaron por el viento, demostrando el pésimo trabajo de los albañiles. Damián no podía esperar para volver a la acción, pero tendría que esperar aún más, pues su padre tenía otros planes.

Las pérdidas materiales fueron notorias en algunos hogares, pero gracias a su espléndido trabajo reforzando las bases, nadie resultó gravemente herido. Su padre buscaba alguna forma de compensar los daños materiales, ya que, a pesar de no saber que un huracán llegaría de la noche a la mañana, sentía la culpa recaer sobre él. Sin mucho que decir, Damián observaba las estúpidas ideas que ofrecían aquellos que decían ser sus hermanos.

_¿Qué tal una fiesta? _ sugirió Dick. Siendo ignorado épicamente.

_Podríamos ofrecerles lo indispensable a las personas para sobrevivir mientras recuperan sus hogares _opinó Tim

_Hay que hacer una fiesta

_¿Acaso no eras millonario? _cuestionó _Si tanto quieres ayudar, hazlo. Un poco de dinero por aquí, otro por allá, ¡taran! Todos felices

_No es tan fácil, Jason.

_A mi parecer, sí lo es. Solo que te complicas demasiado

_Escuchen, mi idea es excelente, hagamos una...

_Te juro que si dices fiesta, te golpeó _gruñó _Lo último que la gente quiere después de perderlo todo es ir a fiestas, Grayson

_Detesto estar de acuerdo con el enano, pero tiene razón. Si hacemos una fiesta, lo tomarán como burla, no como ayuda

_Miren, sé que suena estúpido _reconoció _Pero realmente puede funcionar

_Dime¿cómo funcionaría? _Bruce, estresado por no encontrar solución, decidió escuchar aunque no confiara en la idea.

_Hagamos una fiesta, pero no de esas alocadas que terminan con gente borracha hasta el suelo, sino una más formal _sugirió _Podemos invitar a los empresarios más importantes de la ciudad, recaudar fondos para la reparación de viviendas y, al mismo tiempo, organizar una fiesta para que la ciudad se distraiga un rato de sus preocupaciones

_¿Estás sugiriendo realizar una gala benéfica e invitar a toda la ciudad? Eso es una completa... _Bruce analizó la idea _Realmente no es tan mala idea, aunque no creo que sea buena idea invitar a toda la ciudad

_No pienso colocarme ese horrible traje ajustado y fúnebre _protestó Damián.

_Vamos, Dami, es por una buena causa. Además, ese traje te hace ver súper lindo

_Antes muerto

_Qué gracioso que ya lo estuviste

_¡Cállate tood! No olvides que tú también hueles a cadáver

_Basta, los dos. Haremos una gala y ustedes dos_ apuntando a Damián y Jason _usarán trajes, les guste o no

Richard mantuvo su estúpida sonrisa durante toda la tarde. No solo había logrado convencer a su padre de una tontería, sino que también logró avergonzarlo al usar ese horrible traje elegante. Cualquier otra persona tardaría semanas en organizar un evento tan grande, pero su padre no era cualquiera. En pocos minutos los invitados llegarían y él aún no lograba sentirse cómodo. El peinado y la corbata estaban bien, pero aún no le agradaba la idea del traje. Además de parecer un abogado corrupto, también le dificultaba la movilidad. Algo que le enseñaron en la Liga de Asesinos era siempre usar ropa flexible, pero este traje era espantosamente ajustado, apenas podía flexionar cómodamente las rodillas.

in loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora