Capitulo 55: La Mafia Italiana

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Isabella, respira hondo a cada paso que da a medida que se acerca a la habitación donde está su hermana; muy nerviosa por esto.

— Solo dile las cosas más importantes y contesta a sus preguntas sobre el accidente— Habla la doctora con seriedad.

— Todo es importante — Salta Isabella.

— Concéntrate en hablarle de su familia. Sus padres, su hijo y su novio... Bueno creo que él sería el indicado para hablar de ese tema.

— Bien, gracias — la joven respira hondo una última vez antes de ingresar a la habitación pero cuando apenas la puerta se abre ya siente la viva mirada de su hermana sobre ella y toda su concentración cae.  — Hermana...— Susurra Isabella al borde del llanto y ya no le importa todas las recomendaciones de la doctora, más bien corre hasta ella y trata de abrazarla pero apenas puede tocarla por las heridas que trae.
— Elisabeth....— Soyosa la joven, ocultando su cara sobre el brazo de Elisabeth. — Hermana, estás bien...no sabes cuánto me preocupé...pensé que no te vería otra vez y...

— ¿Isabella?— Pronuncia Elisabeth y en un segundo ve como su hermana levanta la cabeza con sus ojos llorosos y esas lágrimas cayendo por sus mejillas.

— ¿Me recuerdas?-pregunta con un hilo de voz.

— De niña. Te recuerdo como una niña— Completa Elisabeth y lleva su mano hacia la mejilla de Isabella, rescatando las lágrimas de su hermana sin saber que en ese gesto la está haciendo llorar. — La doctora dijo que sufrí un accidente, estaba en el medio de un atentado. Me dispararon y me golpearon la cabeza, por eso yo no recuerdo mucho...— La joven sonríe tristemente, — no recuerdo nada. Es como si hubiera despertado justo un día de mi niñez dónde tú y yo estábamos en el orfanato y el resto de mi vida, se hubiera ido, desaparecido.

— Yo te ayudaré — Salta Isabella, tomando la mano de Beth entre las suyas, — No te dejare sola ni un solo segundo, te ayudaré a recordar todo, ¿Si? De apoco, tus recuerdos volverán y....— el volver a ver el rostro de su hermana luego del susto que se llevó, no tiene precio para Isabella y nuevamente rompe a llorar. — Lo siento...— Murmura, — Pensé que te perdería...

— Estoy bien — Elisabeth, vuelve a levantar su cabeza y hace un gran esfuerzo para reincorporarse y dejar un beso sobre su frente. —  Al menos, recuerdo que tengo una hermana y estás aquí — la jóven sonríe cálidamente devolviéndole un poco de paz a Isabella. — Ayúdame, Isabella. Dime ¿dónde estoy? ¿Quién soy ahora?

¿Cómo le resumiría su vida tan pronto? ¿Cómo decirle que está enamorada de un mafioso y que él es padre de su hijo pero todos piensan que el hijo es de Seth?
Esa última parte, es algo que en verdad representa un problema.

— La doctora, dijo que no te de tanta información de pronto pero iré por lo más importante— Respira hondo y se saca sus lágrimas torpemente, haciendo tiempo antes de hablar....

Por otro lado, Luca y Renzo llegan a la mansión ya encontrandose con toda la reunión de la familia afuera ya qué no tenían permiso para ingresar a la mansión de los hermanos.

Los golpes de David, le dejo un moretón a Luca poco visible pero también trae sus nudillos lastimados por los golpes que le dió al vehículo, sin embargo, sigue siendo igual de intimidante con esa indescifrable expresión.

Los presentes son sus tíos, los hermanos de su padre y Salvatore que ya no está, ahora solo son cinco.  Bladimir el padre de Noha y Marcos se adelanta y trata de llegar a Luca solo que antes de hacerlo es interceptado por los hombres de Luca.

— ¡¿Qué le hiciste a mis hijos!?— ruge Bladimir.

— Pensé que estabas de viaje, tio— Habla Luca, fríamente. — La verdad, no se que pasó con tus hijos, no guardo relación con ellos.

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