1 de diciembre de 1891, 4 día antes del final.
París, Francia.
Aquel brasileño de pelo corto se encontraba sentado sobre una mesa de escritorio hecha de palo Brasil. El hombre apoyaba sus hombros sobre el escritorio, mientras se encontraba perdido en sus pensamientos y en la carta que escribía(Que estaba al frente suyo, sobre el escritorio). Después pensó: "Bueno... creo que ya... la puedo enviar. He mandado más de 15 en esta semana pero ninguno ha respondido". Luego, el hombre, llamado Imperio del Brasil, miró hacia atrás y al ver que su sirvienta, Dorotea (Una mujer de avanzada edad, con cabello enmarañado y piel blanca como mármol), llevaba puesto un vestido típico de la época, lo que la destacaba quizás era esa pañoleta blanca que tanto irritaba a todo el mundo.
— ¿Podrías traerme un poco de té, por favor? —solicitó en francés el Imperio, con su típica amabilidad. Dorotea, sorprendida y más pendiente de chismosear los retratos de cuando el Imperio era "joven", se volteó y asintió con apuro. Ella se retiró, abriendo delicadamente la puerta de madera y cerrándola con la misma delicadeza de antes.
Por su parte, el Imperio se dedicó a mirar su habitación. Era amplia y estaba presuntuosamente decorada. después de un suspiro de agotamiento, el brasileño volvió a su realidad. Estaba herido, bastante herido. Tenía vendas por todo el cuerpo y curitas en los carrillos, uno de sus pómulos y cerca de la sien.
Este suspiró y pensó para sus adentros: "¿Debería mandar la carta? ¿Qué pasa si él ya las encontró? Eso sería un gran inconveniente para mi comunicación con Bra..." Dorotea entró abruptamente y el mayor (por siglos) se asustó. Molesto, este cuestionó (hablando francés): — ¿Y esa manera de entrar? — Dorotea, apresurada, mencionó: — No nada, lo siento señor... Tomé su té. Debo retirarme. — Rápidamente, el Imperio agarró la carta que tenía en el escritorio y demandó: — Necesito que envíes esta carta. — Dorotea, ni lenta ni perezosa, la arrebató del brasileño y salió corriendo de allí.
Por su parte, aquel hombre se dedico a ver la ventana con esmero. Perdido ya en más de mil pensamientos, hasta que uno le alcanzo: Un recuerdo tan lejano... pero a la ves tan alegre.
Narrado por el Imperio del Brasil: Estaba con mi tribu. Hace más de 600 años. Me encontraba teniendo una pelea con mi hermano.
—¡Devuélveme el frasco! —grité, persiguiendo a mi hermano. —¡Pues apúrate, Tres Tribus! —contestó lanzándose hacia otra rama de un árbol. Yo hice lo mismo y le seguí. —¡Dame la mariposa! —continué con mis intentos de convencerlo. —¡No! Eso te hace poco hombre —añadió entre broma y en serio. —¡Soy mayor que tú, Ciudad Z! —contesté, tratando de mantenerme al ritmo de su escapada. —¡Me da igual, cara de mariposa! —espetó mientras seguía su fuga entre lianas, hojas y árboles.
—¿Se te acabaron los buenos insultos? —cuestioné, tratando de alcanzarlo. —¡Si quieres mejores insultos, tendrás que atraparme primero! —respondió con una risa burlona. Con un último esfuerzo, salté y logré agarrarlo por la pierna, ambos caímos al suelo enredados en risas y hojas. —¡Lo tengo! —exclamé triunfante, recuperando el frasco con la mariposa. —¡Está bien, está bien, lo tienes! —rió Ciudad Z, revolcándose en el suelo conmigo.
Nos quedamos allí, riendo y jadeando, hasta que nuestras risas se desvanecieron en el aire de la selva. A pesar de nuestras peleas, siempre supimos que nuestra hermandad era inquebrantable.
Volviendo al presente, el Imperio sonrió ante el recuerdo, la nostalgia inundando su corazón herido.
No jodas, ¿599 palabras? Me pasé de lanza hoy. Bueno gente, como esta historia es super duper diper compleja decidí hacer esta principal corta y hacer otros libros complementarios. ¿Qué opinan? ¿Prefieren que esto sea como una saga o nos vamos a lo George R.R. Martin con un montón de páginas? ¡Déjenme sus comentarios y prometo no mandar más cartas que queden sin respuesta!
11:55 a. m
9/7/2024
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Las Mariposas de Imperio (Remasterización)
Historical Fiction¡Ah, el legendario joven niño de tres nombres! ¡Qué regreso triunfal con un toque de humor! Aquí viene el Imperio del Brasil, no el villano, no el enloquecido, ¡sino un tipo que solo quiere vivir su vida en paz, sin dramas innecesarios! Imagínalo co...