Hoseok ha vivido fingiendo una vida que no tiene a todos los que lo rodean, metiéndole incluso a su propio hijo. Hasta que se ve acorralado por todos, Kim Taehyung llega cuando más lo necesita.
°Vhope.
°Omegaverse
°Soft.
°Intento de comedia.
°Menc...
"Todo el día y en todas partes, pero todo esto es para que pueda llegar a tí"
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Taehyung conducía en dirección a la hacienda con un Jungkook de lo más feliz sentado en el asiento del copiloto. Había estado conduciendo durante ya unas tres horas porque él lugar donde se ubica la hacienda era en las orillas de Gwangju, al pie de las colinas lejos de las ruidosas ciudades.
Durante el camino se detuvieron algunas veces mientras admiraban alguno de los tantos paisajes. Jungkook le habló sobre sueños y metas futuras asombrando al meyor, el niño tenía una inteligencia innata.
Prometió comprarle una cámara en cuanto volvieran a Seúl.
– ¿Un caballo? - Pregunto incrédulo a un señor en la entrada del camino hacia la hacienda, al parecer los caminos no estaban hechos para ser conducidos por autos. - No.
Se habían detenido hace ya unos minutos y la verdad se rehusaba a separarse de su auto.
– Si pa’ puedes dejar el auto con el señor Adachi y le pedimos un caballo. - Dijo Jungkook jalando a Taehyung al establo.
El camino a partir de ahí fue dirigido por Jungkook que estaba sentado al frente de él sobre el caballo, el niño le iba mostrando cada cosecha que pertenecía a su padre y relatando uno que otro momento vivido en el pasado ahí.
La primera impresión del lugar eran sus grandes rafajas de viento que comenzaban llegando el mediodía, resoplando sobre la tierra y refrescando los alrededores de una manera sin igual, el cielo tenía aún azul brillante e intenso que era opacado por grandes nubes esponjosas que lo adornaban.
Los verdes campos de cosecha crearon un sentimiento extraño en Taehyung, le parecía algo maravilloso a pesar de que antes jamás le había llamado la atención tales lugares, la maravillosas y las interesantes historias contadas por Jungkook simplemente lo atraparon más, inhaló hondo llenando sus pulmones de ese fresco aire sintiéndose vivo.
– Ya estamos cerca, mira haya padre. - Dijo con emoción Jungkook mirando hacia atrás y atrapando la mirada de Taehyung, este dirigió su vista a donde apuntaba el menor. - Ahí se ven los inicios de la hacienda.
Una gran hacienda se podía ver a lo lejos, con paredes blancas y techos de teja color naranja, grandes ventanales, árboles y pinos a su alrededor le daban un aire rústico.
– Menos mal, oye agarra tantito las riendas quiero ver la cascada. - Bajándose del caballo para caminar al barranco que daba vista a unas cuantas cascadas que bajaba por él.
Tae se sostuvo de un árbol mientras se asomaba al fondo, tres cascadas se unían chocando en la profundidad del barranco ocasionando un gran remolino sin fin que daba inicio a un gran río con una corriente desenfrenada.
– Mira quién está ahí. - Dijo un hombre a su acompañante al mirar a Jungkook a de lejos, dirigió su caballo en dirección al niño de inmediato. - Niño Jungkook, el patrón no nos había dicho que iba a venir.
