EXTRA: En busca de la inmortalidad parte uno

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Desde que Wei Ying se casó con Lan Zhan, su vida cambió drásticamente. El chico se acostumbró a una rutina para mantener segura la vida de ambos pulpos. Por las mañanas, Sizhui utiliza el collar para poder ir a la escuela, mientras que, por las tardes, Lan Wangji lo usa para ir a trabajar.

Wei Wuxian siempre le planteaba la idea a su esposo de que se dedicara al hogar o trabajar en línea, pero el pulpo se molestaba ya que quería ayudar con la economía del hogar. También existe otra rutina y es la de todos los días son todos los días y la cadera de Wei Ying lo sabe perfectamente bien.

Sin embargo, hay algo más que le preocupa al humano y es que pronto cumplirá treinta años. Él no desea envejecer, ya que no podría acompañar más a su esposo. Todos los días antes de ir al trabajo, Wei Ying se observa en el espejo, asegurándose de que no haya ninguna arruga. Aunque tenga alta la autoestima y cuida de su imagen, esa etapa le causa mucha inseguridad.

Al terminar su jornada de trabajo, Wei Ying fue al baño y se sorprendió tras verse en el espejo. Él vio una ligera arruga en su frente.

—¡Oh por todos los dioses! ¡Estoy envejeciendo! -

El chico se dirigió hacia una tienda de productos para el cuidado de la piel. Ahí compró diversos productos, como mascarillas, cremas y tónicos. Más tarde al llegar a su casa, Wei Ying saludó a Sizhui quien estaba en la cocina, después se dirigió a su habitación para cambiarse de ropa. Todo iba bastante bien, hasta que, al agacharse, escuchó un ruido aterrador: el crujido de una de sus rodillas.

—¿Qué fue eso? –

Se preguntó Wei Ying.

Wei Wuxian tomó asiento en la orilla de la cama con un puchero en su rostro. A Yuan entró a la habitación preguntando si todo iba bien, sin embargo, el rostro de su padre lo decía todo.

—Sizhui, tu padre está viejo, ten piedad de esta persona de la tercera edad y tráeme la comida en la cama por favor. –

A Yuan se mostró inconforme y suspiró, luego abrazó a su padre con sus tentáculos.

—No te sientas mal, yo siempre te voy a querer sin importar tu apariencia. -

Wei Ying se sintió mejor, pero todavía continuaba con su berrinche. En cuanto olió el aroma a sándalo, se puso de pie para saludar a su esposo.

—¡Lan Zhan! –

Lloriqueo mientras lo abrazó con fuerza.

—Lo escuché todo. Wei Ying es hermoso y su belleza siempre perdurará por el resto de los años. –

Las mejillas de Wei Wuxian se sonrojaron al tal grado de verse como un tomate, en cambio Sizhui se sintió incomodo y salió de la habitación. Lan Zhan tomó asiento en la cama y Wei Ying se sentó encima de las piernas del segundo jade.

—Dime, ¿Qué ocurre? –

Preguntó Lan Zhan. Su voz relajaba a Wei Wuxian, por lo que el menor lo abrazó nuevamente para sentirse seguro y protegido.

—Estoy viejo, tengo arrugas y mis rodillas hacen ruidos raros ¿Serás capaz de amarme, aunque me vuelva un anciano y no pueda acompañarte el resto de tu vida? –

Respondió Wei Ying con ojos llorosos, mientras Lan Zhan le besó los labios.

—Sabes que siempre te amaré, eres todo para mí, el físico no importa y nuestra relación es muestra de ello. –

Wei Ying se sintió mejor ante las palabras de su amado.

—Te amo Lan Zhan. -

Wei Wuxian se quedó toda la tarde y noche con A Yuan, mientras Lan Zhan se encontraba en el trabajo. Los kdramas no faltaron y Wei Ying no paró de comer picante, hasta que una incomodidad en el estómago lo detuvo. Se le hizo muy extraño ya que anteriormente nunca tuvo problemas con el picante. Después de tomar un remedio, se metió a la cama y solo daba vueltas de un lado a otro. Estaba a punto de quedarse dormido, hasta que sintió unos tentáculos recorrer por todo su cuerpo e inmediatamente lo desnudaron.

Amor y tentáculos (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora