JUEVES - [NATARINNG]

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Apenas se mostraban las primeras señales de vida por parte del sol cuando mi cuerpo ya se encontraba fuera de la cama. Minimizaría la gravedad del asunto si asegurase que había conseguido conciliar el sueño sin adversidad alguna durante la noche anterior; como ya se ha vuelto costumbre desde hace unos cuantos meses atrás, ese chico sigue siendo aquella razón de mis desvelos durante las extensas madrugadas de insomnio en donde él lo acaparaba con su simple recuerdo. Ahora que conocía y estaba al tanto del verdadero nombre de ese chico, creí de antemano que quizás el sentimiento se apaciguaría lo suficiente como para dejarme descansar unos cuantos días, pero que equivocado estaba; aquel desconocido, quien era el causante de que mi corazón -el cual bombeaba sangre al compás de los recuerdos de su peculiar apariencia- estuviese a momentos de escaparse de mi pecho de lo acelerado que las pulsaciones se mantenían. Parecía que éste podría escapárseme del pecho en cuanto menos me percate, y mi mente no ayudaba en lo absoluto en apaciguarlo.

Si así se vive en persona la conocida frase "morir de amor", no me importaría hacerlo si el causante de esa condición es ese chico;

Daniel

Tras pasar unos cuantos minutos frente al espejo de cuerpo completo entre intentos fallidos de que mi cabello consiguiese verse en forma, trascurrieron segundos para que mi mirada comenzara a debilitarse, hasta el punto de ver doble a mi propio reflejo. Sosteniéndome de las paredes, me encaminé hasta llegar a mi mesa de noche, no sin antes tomar asiento en mi cama para evitarme cualquier tipo de herida física; mis medicamentos, dónde sabía de antemano que siempre se encontraban, ahora los sostenía con todas las fuerzas que me fuesen posible en esos críticos minutos de conciencia.

Sostuve una pildora sobre mi palma a pesar del malestar; a sabiendas de que en ésta situación el tiempo era un aspecto de importancia, la tragé en seco sin permitirle ni una gota de líquido a mi garganta, lo que me hizo toser como consecuencia, pero a pesar de eso evité realizar cualquier movimiento brusco. Consciente de la situación, opté por calmar mi propia presión haciendo unos cuantos ejercicios de respiración durante unos segundos hasta que sintiese que el medicamento ha surtido finalmente efecto, sin recostarme en su totalidad para evitar cualquier pérdida de consciencia repentina e inoportuna, hoy no podría darme el lujo de descansar hasta que toda ésta situación resulte conclusa.

A pesar de todas las circunstancias, nada conseguirá arruinarme el día.

Esa esperanza de llegar a conocer a ese chico de ojos heterocromáticos a profundidad -el cual ha estado divagando en mi subconsciente desde que su apariencia me la aprendí a memoria-, pendía prácticamente de un hilo inexistente entre si mantenerse firme o deshilarse, incrementando en magnitud en cuanto su nombre dejó de ser un misterio para mí para convertirse en una razón más para seguir intentándolo. A pesar de lo que la razón podría refutar en contra, algo dentro de mí me incitaba a seguir intentándolo con él, a no doblegarme. Esas esperanzas de que las cosas podrían trascurrir entre ese chico y yo a partir de hoy era una de las principales razones por las cuales no he pensado en rendirme aún.